33.

2.4K 375 151
                                    

||POR PRIMERA VEZ ESCRIBÍ DEL PUNTO DE VISTA DE UNO PORQUE ESTOY ODIANDO MI VIDA Y NO QUE HACER OK

L u n e s

Para ninguno de los dos era sencillo haber pasado un buen momento el domingo al lado del otro y aparecer el lunes temprano en el colegio y evitarse toda la mañana.

Luke llegó temprano, como ya era costumbre, y dejó sus cosas en aquél asiento que ocupaba por segundo año consecutivo; ya no tenía de que quejarse, sus quejas ya habían sido dirigidas a la insípida aula, a la amargada maestra, a sus bobos compañeros y a su torturosa rutina. Nunca lo había visto así, antes solo se levantaba y cumplía con lo que le indicaban, como si nada más importara realmente y no prestaba atención a lo mucho que odiaba todo eso hasta hace poco, unos días después de que Michael se apartó de él no hacía nada más que quejarse y Calum podía asegurar eso.

— Como odio esa estúpida campana, ¿acaso no tienen presupuesto para algo que no me haga reventar los tímpanos? —murmuró cruzando sus brazos y recargándose en el incómodo asiento de su pupitre. Su amigo al lado sólo suspiró sin ganas de argumentar.

— ¿Saliste con Michael ayer?

— Algo así... No.

— Los vi en una pizzería, estaban embobados. —rió Calum girándose a la ventana.— ¿De verdad no sientes nada... Especial por Michael?

— No. —respondió Luke mirando también hacia la ventana sobre el hombro del moreno.— Es mi amigo.

— Eso no significa que...

— No puedo tener "sentimientos especiales" por él, estaría mal porque es mi amigo y no-me-gustan-los-chicos.

— No era para que te alteraras. —suspiró Calum cansado, quizás Luke lo confundía cuando se trataba de Michael porque era algo que ni siquiera el rubio tenía claro.— Oh, y te quería decir que me gusta tu hermana.

Y antes de que el otro pudiera decir algo entró la profesora dejando caer los libros sobre el escritorio de madera, frunció el ceño y analizó detenidamente la sala, era su manera de pasar lista, se quedó mirando a Luke por varios segundos y después miró a su izquierda.

— Hemmings, ¿dónde está tu amigo? —preguntó seriamente.

— ¿Tendría que saberlo?

— No respondas así, sólo te pregunto porque antes parecían no separarse. —gruñó dándose la vuelta para comenzar a escribir en la pizarra.— Me alegra que al menos ya no lo distraigas en clase.

Sus compañeros lo miraron como si la anciana hubiera dicho algo ofensivo cuando no era así, no le había encontrado sentido al comentario y no le veía lo malo, pero no iba a comenzar una discusión (porque era en lo que terminaba siempre que le respondía a la profesora) y terminar en la oficina del director, no quería problemas.

Parecía que todo el mundo notaba su separación con Michael más de lo debido; sí, era su amigo y eran casi inseparables y ahora por unos días que no se les viera juntos ya todos preguntaban que había pasado entre ellos, siendo que antes no parecían saber de su existencia.

[•••]

M i c h a e l

7:54 AM.

— Vamos, no pasará nada. —aseguró Jason sonriendo hacia mi. Su sonrisa me transmitía cualquier cosa menos seguridad o confianza.

— No sé, nunca antes me había saltado el colegio y...

— Nadie se dará cuenta, vamos, no nos dejes abajo. —animó Clara, una chica un grado mayor que yo, también formaba parte de la especie de grupo a la que pertenecía. Se acercó a mi, tomó mi brazo como si nada y comenzó a caminar lejos de la entrada.

— Jason, notarán que no estamos. —le dije intentando no sonar bastante preocupado, sabía que si se daban cuenta de mi preocupación se reirían de mi o algo así.

— ¿Y? Es coincidencia, la señora Terry es una lenta y aún cree que no nos llevamos.

— Pero...

— Hey, deja de ser tan matado en el colegio, deja de quejarte, deja de ser un llorón y sigue caminando; no hay tiempo de regresarte al colegio, ha sonado la campana.

Miré a Clara, estaba cansada de batallar conmigo siempre, así que guardé silencio y caminé detrás de ella sin saber a donde iríamos o si había un plan, no quería saber donde terminaríamos. Con estar fuera en hora de clases ya era algo malo.

Saltarme las clases con Jason, Clara y su amiga, cuyo nombre no sabía, no era algo en lo que me veía a mi mismo. Puedo odiar el colegio con toda mi existencia, eso era algo que todos hacían, algo casi natural en los humanos, pero no por eso podía faltar cuando yo quisiera y mucho menos para vagar con tres personas que harían que todo fuera mal para mi de una u otra forma.

Su definición de diversión no era parecida a la mía, ellos se creían chicos malos porque sus padres los dejaron de llevar al colegio empezando el ciclo y creían poder hacer cualquier cosa. Ellos eran totalmente diferentes a mi, estaban dispuestos a cualquier cosa con tal de ser geniales, yo no; yo tenía miedo de las consecuencias, de hacer algo mal, yo no encajé en ningún momento con ellos. Pero estaba ahí evitándome problemas, si no era uno de ellos no estaría tampoco por debajo; por más que no perteneciera, ahí estaba y supe que debí pensar un poco más que un almuerzo en su mesa para aceptar.

Gracias a eso pude o no pude haber perdido el lugar y a las personas con las que sí encajaba a la perfección.

— Confía en mi, Clifford, esta será la primera de muchas veces donde haremos esto. —aseguró Clara girando su cabeza hacia atrás, mirándome.— Iremos con chicos mayores a perder el tiempo, eso es mejor que la escuela.

— La escuela es mejor que estas tonterías. —susurró la amiga de Clara a mi lado, tenía las mismas ganas que yo de estar ahí.

— Creeme, Michael, esto no es malo, solo nos estamos divirtiendo.

— Pero no estamos haciendo nada

— Solo espera.

M + LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora