42.

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- No, Michael, no puedo comprar pizza hoy. 

-Pero... Luke viene y...

-Y no me dijiste nada ayer, hoy tengo algunas cosas que hacer. Llevar a Annie al médico es una de ellas. -explicó Jessica subiendo al auto, con Michael viéndole desde la entrada de su casa.- Si quieres tú puedes ordenarla, cariño, por mi no hay problema.

-¿No quieres ver a Luke? -preguntó dando un suspiro.

-Oh, claro que me gustaría, pero... ¡Mira la hora! Se me hace tarde, que te vaya bien en el colegio. -se despidió mandandole un beso a su hijo y Annie sacudió su manita desde atrás. Después solo siguió su camino habitual.

-¡Mamá, no dejaste...! Dinero. -completó una vez que vio el auto alejarse.- ¡Rayos!

¿Cómo se suponía que tuviera una pizza para comer con Luke si no tenía dinero? Tuvo tiempo para pensarlo por dos minutos cuando se dio cuenta de que probablemente iba tarde para llevar a cabo su plan y su uniforme era el incorrecto. Durante el fin de semana tuvo que rogar a su madre que le dejara conservarlo, quizás era un plan que llevaba mucho tiempo formulando desde el cambio de colegio; quizás no funcionaría muy bien pero al menos quería intentarlo.

Pensó demasiado para formular un buen plan, claro que nunca funcionaron sus planes por más que quisiera y tuvo una pequeña idea de que este realmente funcionaría. No era como que siempre estuvo consciente de como trabajaba un sistema escolar, ahora dos para su caso, pero su plan había cubierto las expectativas que él necesitaba.

Subió corriendo a su habitación, rápidamente cambió su uniforme y sus cuadernos, saliendo disparado de la casa en dirección a la parada de autobús, donde seguramente Luke ya esperaba por él. Aunque para su mala suerte (o no muy mala) solo se encontraba Calum ahí, pereciendo recitar algo que debía aprenderse, seguramente una tarea de último momento. No quiso des-concentrarlo, pero la manera en la que repetía todo en voz baja una y otra y otra vez parecía volver loco al moreno, por esa misma razón, solo con intención de ahorrarle el estrés a su amigo, lo interrumpió saludandolo.

-¿Estudias? -preguntó Michael al sentarse a su lado.

-No, es una clase de poesía para Kazumi.

-Oh, por favor, no.

-¡Sí! Escucha, ella me gusta pero parece que quiere que yo haga algo más que decirle "Kazumi, ¿sabes que me gustas" cada receso.

-¿Y si ella planea algo?

-¿Algo cómo mil maneras crueles de decirme que no le gusto? No, prefiero que me rechace como es debido: después de que se lo diga bien. B-i-e-n.

- Te estresas demasiado. -Opinó Michael mirándolo cansado.- No debería tardar mucho en decírtelo.

-¿Por qué mi vida no puede ser así de simple? Entiende que las cosas no son así.

-¿Entonces cómo son?

- Son algo más así: te gusta- no le gustas. Le gustas- no te gusta. Te gusta- te odia. Le dices que te gusta secamente- te rechaza. Haces un espectáculo para decirle- te rechaza cruelmente. Ambos se gustan- nunca llegan a nada. -explicó Calum moviendo sus manos exageradamente.- No sé tú, pero esos son todos los escenarios posibles; al menos en mi vida.

-A mi no me es difícil todo eso, creo.

-Sí, no todos somos Michael Clifford, ¿bien?

Antes de que Michael pudiera hacer algo más por querer ayudar a Calum en su pequeña crisis, el autobús los interrumpió, haciéndolos subir rápidamente y casi caer al momento en que arrancó. Si bien Calum tenía sus problemas con Kazumi, Michael los tenía con Luke y la pizza de esa tarde; no tenía dinero ni tiempo de poder pasar con su madre por el, así que la comida dependía solo de él y de lo que esperaba para sorprender al rubio. Cuando hubo una breve pausa en sus pensamientos entre "Pizza" y "Luke" se dio cuenta de que no lo vio en la mañana y no le preguntó a Calum, pero este se veía tan alterado recitando su poema que no quería desconcentrarlo, por segunda vez en el día, solo para preguntarle donde estaba el rubio. Solo esperaba verlo en el aula.

8:02.

-Clifford... -repitió la profesora al ver la lista.

-¡Aquí! -gritó Michael resbalando dentro del aula, llamando la atención de todos ahí.

-Retardo. -avisó la mujer cansada.

Él asintió, regañándose internamente por haber tardado esos dos minutos en comprar galletas. Al querer tomar su lugar habitual, vio a Luke al borde de su banco con Clarissa sonriendo al lado de él, básicamente en su lugar al lado de su mejor amigo. Pensó en tal vez lanzarla fuera del banco, pero no necesitaba ahora también nota de indisciplina y decidió sentarse en otro banco al lado.
Mientras la lista seguía nombrando a cada uno de los alumnos, Luke levantó solo su mano para hacerse notar como presente, algo tenía el pobre chico con levantar la voz en el aula. El rubio notó que el -aún- pelinegro no le dirigía la palabra, pensó que algo había hecho mal en tan solo esos segundos que se habían visto; sin embargo, no sabía que Michael aún no superaba la vergüenza que sintió al entrar de tal manera al aula que ni siquiera de dio cuenta de que el menor lo miraba esperando desesperado a que le hablara.

-Mikey... Mikey. -susurró el rubio una vez que la clase empezó.

-¿Hmm? ¡Oh, hola, Luke! -saludó girándose a verlo bien.

-¿Todo bien? -preguntó y Michael asintió.- ¿Aún iremos a comer a tu casa?

-Definitivamente. -aseguró.- Solo que mamá no estará, ni Annie... ni la pizza.

-¿Entonces que haremos?

-No lo sé, ¿has preparado pizza alguna vez? -preguntó con una sonrisa que Luke terminó respondiendo.

[***]

PERDÓN, PERDÓN, PERDÓÓÓÓN POR NO ACTUALIZAR ESTO

No tengo celular, ni computadora o internet así que fue re dificil. Aún no tengo nada, espero resolver eso pronto y actualizar lo más que pueda hasta terminar esto (ocho partes +)

Espero que entiendan, yo aprecio mucho esta historia y y y no sé, me di cuenta de que me re fui cuando entré y vi 2k de notificaciones, no doy más. Gracias por todo, en serio.

M + LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora