Marginado (Saga x Mu)

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-MU-

La guerra Santa se había vuelto parte del pasado, de esta forma también nuestra Diosa nos había revivido.

A pesar de que los conflictos entre los caballeros se habían terminado en general, aún podía sentir el odio entre algunos y a pesar de que no lo dijeran sabía que todos mantenían un cierto rencor hacia un caballero en particular, Saga de Géminis.

Ahí estaba como siempre alejado de todos, en las gradas mientras todos los demás practicaban o conversaban entre ellos, él sin embargo observaba a la nada.

"Se ve tan triste"

Me acerqué a él, una sonrisa pequeña se dibujaba en mi rostro. Mientras mis pasos acortaban el camino entre nosotros un extraño nerviosismo se apoderó de mi, comencé a jugar con mis dedos.

- Hola Saga...-Desvió su mirada hacia mí, con cierto desprecio y desconfianza, como si le fastidiara tener que estar ahí.

-¿Qué quieres Mu?- su voz sonó fría.

- Nada...sólo quería hablar contigo- levantó una ceja incrédulo ante mis palabras.

- ¿Para qué quieres hablar conmigo? ¿Qué acaso no soy un sucio traidor?- sus palabras me dolieron, que el pensara que yo era así, que podía llegar a creer eso de él

- Yo no creo eso de ti...-estaba decidido a que el entendiera que para mí el era algo más que un compañero ¿un amigo?

-No necesito que me mientas, no necesitas ser bueno con todos-

- Pero no es eso, yo te vi acá sólo y quise hablar con vos-

- No necesito de tu compasión- me miró con aún más desprecio.

- Pero no es compasión, sólo que parecias triste-

-Tsk...-

- ¿Estás bien?- la pregunta salió de mis labios involuntariamente. Su mirada se desvió hacia otra parte. Los caballeros que estaban entrenando ya no estaban, ahí sólo quedábamos nosotros dos.

- Si...- A pesar de que intentara sonar frío su voz sonaba un tanto quebrada.

Tomé su rostro en mi mano, su piel se sentía fría bajo la yema de mis dedos. Lo obligue a mirarme.

- ¿Enserio?- nuestras miradas se unieron y por un instante pude sentir como a través de sus pupilas podía ver su alma, podía ver el odio guardado en su interior. Lo más triste era que este odio no iba dirigido a nadie más que a él, se odiaba por traicionar a su Diosa y a sus compañeros.

Yo no lo odiaba jamás lo había hecho, ni cuando sabía que él era un traidor. Siempre en cada momento en el que un sentimiento que pudiera llegar al odio aparecía uno mucho más fuerte y tierno le ganaba, pero ¿Qué era?

- Yo no te odio...- mi pulgar dibujó un círculo en su mejilla.

- ¿por qué?-

- Porque te quiero- esas palabras habían salido tan precipitadas que hasta yo me había sorprendido, sus ojos se abrieron sorprendidos. Al instante en el que comprendí lo que había dicho, me levanté y salí corriendo de ahí lo más rápido que pude.

En los siguientes días evite ir a lugares en donde me lo pudiera encontrar. Me pasaba las mañanas entrenando y a la tarde iba a la casa de Tauro para conversar con su propietario, trataba de no pensar en lo que había dicho, trataba de creer que no se lo había dicho.

Sin embargo un día mientras volvía de tomar té con Aldebaran me encontré con la persona con la que menos me quería encontrar, ahí estaba en las escalinatas de entrada a mi templo, pasé junto a él sin siquiera mirarlo, tal vez ni siquiera venía a verme a mi.

- Mu- me llamó con esa voz tan fría que tenía siempre. Traté de hacer como si no lo hubiera escuchado y me adentre a lo profundo de mi templo.

Sin embargo sentí como me agarraba del brazo y me acorralaba. Mis mejillas se tiñeron de carmesí mientras lo miraba y rápidamente desviaba mi mirada hacia el suelo.

- Yo lo siento...- pude sentir las lágrimas escaparse y rodar por mis mejillas-entiendo si me odias y no quieres que te moleste nunca más-

Soltó una pequeña risa.

"Se debe estar burlando de mi"

Pensé que se burlaria de mi, que tal vez hasta me golpeari, sin embargo lo que pasó fue diferente, él me estrechó entre sus brazos.

- Cómo voy a odiar al único que no me odia y además me quiere...- se separó un poco de mi y acomodó mi cabello. Se acercó a mi cuello y comenzó a besarlo, mientras rodeaba mi cintura con sus brazos. Me miró fijo y me besó.

Sus manos se comenzaron a filtrar a través de mi ropa acariciando mi espalda. Nos fuimos a mi habitación entre besos. Me recosto con sumo cuidado mientras me quitaba la ropa, me acarició con delicadeza a manera que repartía besos por todo mi ser.

Levantó mis piernas y lamiendo sus dedos comenzó a hacerse paso por mi entrada, primero un dedo, después dos, hasta que hacia pequeñas embestidas con tres de sus dedos. Mi cuerpo se estremecia y los gemidos no paraban de salir de mis labios.

En un momento sacó los dedos de mi interior y me miró dudoso, yo ya sabía de que se trataba.

- Hazlo...- dije aunque mi voz apenas salió de mis labios.

- Te va a doler...-

-No importa...- sopeso un instante así que le mostré una sonrisa para convencerlo.

Sentí la punta de su miembro en mi entrada, hasta que estuvo por completo en mi interior, comenzó con movimientos lentos, hasta que se volvieron más y más rápido. Mi miembro no daba más cuando termine corriendome, sin embargo el no se detuvo. Sus movimientos hacían que soltara gemidos cada vez más sonoro. Hasta que sentí un liquido viscoso recorrer mi interior. Lo abracé con fuerza y caímos los dos rendidos entre las sábanas.

- Gracias por no odiarme- dijo antes de caer profundamente dormido, me quedé ahí peinandosu cabello entre mis dedos hasta dormirme.

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Pedido de kagomesayri

Como siempre pueden hacer sus pedidos en los comentarios o a través de mensajes. Pueden hacer como ya han hecho algunos, mandar un pedacito de como les gustaría que sea la trama.

Por favor tenganme paciencia si tardo, voy a publicar todos los fines de semanas y voy a tratar de hacerlo entre semana.

Lanico Bane

Pequeñas historias (Saint seiya)Where stories live. Discover now