Mejores Amigos (Milo X Camus)

1.1K 88 12
                                    

MILO

Lo conocía, lo conocía como jamás había conocido a nadie en el mundo, desde su sonrisa al verlo hasta la forma en la que caminaba cuando se cansaba. Podría vivir de tan solo su idea y con su risa podría morirse.

Era tan alcanzable y al mismo tiempo siempre estaba ahí, era como una tortura constante que no le daba nada más que felicidad tal vez estaba loco.

Esa noche se había quedado a dormir devuelta en su casa, el pelirrojo lo había invitado a quedarse a dormir y hacer un maratón de películas. Cuando éstas terminaron ambos se fueron a dormir y ahí, comenzaba todo devuelta.

Nos se conocíamos hace tanto tiempo, los recuerdos de la primera vez que lo vi se me hacían borrosos. Desde un principio jamás habíamos  tenido problema en compartir la misma cama, jamás les había cambiado nada, en fin ellos éramos  mejores amigos.

Pero hace un tiempo que me había dado cuenta de que algo más crecía dentro de mi.

-¿Qué pasa Milo?- Sus ojos me perforan mientras me acostaba a su lado, negué con la cabeza mientras me recostaba. Ahí estaba a centímetros de mi, nuestras piernas se cruzaban, mi mano se deslizó por su cintura rodeándolo, pero eso era todo, eso era algo rutinario para nosotros, algo normal. Su respiración y la mía se mezclaban convirtiendo el oxígeno en algo ahogante.

Era algo tan triste y tan hermoso, en ese momento podía sentir como su calor me envolvía, cada segundo con él me daba paz, pero al mismo tiempo me aniquilaba.

-¿Estás seguro que estás bien?- Sus ojos se veían preocupados mientras con sus delgados dedos movía unos mechones de cabello de mis ojos, esa no existencia de espacio personal era algo habitual entre nosotros pero sólo entre nosotros. Me dedicó una de sus sonrisas de vuelta esa que no le permitía a nadie más ver, entonces quería besarlo, explicarle en todos los idiomas lo mucho que lo amaba, pero jamás lo hacía.  Me limite a sonreirle y lo abracé más fuerte, él sólo se acomodó en mis brazos.

Cerró sus ojos lentamente y noté como su respiración de hacía más lenta a manera que se dormía. Pase mi dedos sobre su cabello, tan suave. Podía verlo dormir toda mi vida y jamás cansarme, podría morirme entre sus brazos y sería lo más hermoso que podría pasarme. Lo abracé y lo traté de traer lo más cerca de mi que nuestros cuerpos nos permitieran. Su rostro dormido contra mi pecho, pude sentir unas lágrimas caer por mis mejillas, dolía tanto.

Lo amaba, lo amaba más que nada ni nadie en este mundo, él lo sabía pero no creo que jamás lo haya entendido. Ni siquiera yo era capaz de entender cuando su presencia se hizo tan necesaria para mi vida, si un día él se fuera yo tal vez me olvidaría hasta como respirar.

-Milo...- Su voz, una dulce melodía, se movió un poco hasta mirar hacia mi, nuestros rostros a milímetros-...Háblame-

-No puedo- mi voz salía un poco quebrada de mis labios. No era que no creía que no podría amarme sino que tenía miedo de que lo cansara y me abandonara.

Se acercó más a mi cara y mientras se envolvía en mi me besó la mejilla, no hablé, ni me movi. Beso mi frente, sus labios eran muy suaves. Besó diversas partes de mi rostro hasta detenerse frente a mis labios y fui yo quien se movió esta vez, nuestros labios se unieron, fue un beso dulce lleno de amor. No pensé en nada más, todos los pensamientos que me traían dolor desaparecieron en un instante.

No importaban las etiquetas, si éramos novios, amantes o simplemente mejores amigos; lo único que importaba era nuestro amor.

Se separó de mi y se volvió a acostar entre mis brazos y me sentí feliz.

...............

Bueno gracias por leer, hace una eternidad que no subo y disculpen si había aceptado pedidos y no los hice, voy a tratar de organizarme y ver si voy a seguir subiendo.

Lanico

Pequeñas historias (Saint seiya)Where stories live. Discover now