¿Lo siento?(Kanon x Sorrento)

1.9K 129 14
                                    

Pedido de ASKZ10 espero te guste.

-----------

SORRENTO

-Lo entiendo, lo haré inmediatamente- Me retiré rápidamente, no quería que el señor Poseidón notara lo disgustado que estaba con mi misión. Tener que ir al santuario de Athena para asuntos diplomáticos era de las cosas que menos quería. Desde que la guerra santa había terminado, había surgido la paz entre los diferentes dioses.

No me molestaba tener que ir a ver a la señorita Athena, era verlo a él, aquel caballero que se había hecho pasar por uno de los nuestros para luego tan sólo apuñalarnos por la espalda. No entendía como todavía podía seguir siendo caballero.

Me encamine hacia Grecia, después de varias horas de viaje logre llegar a la entrada del santuario, justo ahí se encontraba el caballero de Aries, Mu.

-Nos alegra tenerlo aquí, lo llevaré de inmediato con la señorita Athena- anunció con una amable sonrisa, mientras me guiaba a través de la escalinata. Pasamos por los diferentes templos y sus respectivos caballeros me daban una calida bienvenida con una sonrisa, tan sólo había un caballero que no daba rastro de estar por ninguna parte, y gracias a los dioses que no estaba.

Llegamos al templo del patriarca, con el cual estuve hablando durante un tiempo hasta que la Diosa me llamó. Le comenté los asuntos que me traían hasta acá y la manera en la que todos los caballeros que servían a los diferentes dioses podíamos servir en conjunto por una causa mayor. Ella estuvo de acuerdo con muchos de los puntos y decidimos terminar de hablarlo al siguiente día. Me aconsejó que descansara ya que había tenido un largo viaje.

Yo me quería ir lo más rápido que pudiera sin embargo los malditos asuntos diplomáticos todavía no me permitían marcharme.

El caballero de acuario me guío hasta la habitación donde me hospedería el resto de la noche. Cerré la puerta detrás mío y me deshice de mi armadura, me recoste en mi cama y con toda mis fuerzas traté de conciliar el sueño.

Sin embargo justo cuando mis párpados de cerraron escuché un ruido, sentía que alguien me observaba. Traté de moverme lentamente para alcanzar mi armadura que estaba junto a la cama, sin embargo cuando la estaba por alcanzar alguien tomó mi mano. Intenté levantarme para soltarme sin embargo la persona que me tenía me tomó de ambas muñecas, apresandome contra la cama.

Le estaba por gritar sin embargo me tomó por sorpresa uniéndonos en un beso. Hice lo posible por librarme, pero sin duda el era más fuerte que yo.

Se alejó de mi, dejando que la poca luz revelara quien era el atacante. Tragué saliva al ver de quien se trataba, desvíe mi vista hacia la ventana tratando en lo posible no hacer contacto visual.

-¿Qué quieres?-dije tratando de sonar lo más frío posible para que no notara lo afectado que estaba.

-Lo siento- Sus palabras me sorprendieron.

- Sal de mi habitación...-Hice como si no hubiera escuchado lo que me dijo.

-Sorrento...-

-Dije que te vayas...-Necesitaba que saliera de mi cuarto, no iba a soportarlo mucho más.

-Escucha... lo que pasó aquella vez...yo enserio...lo siento...- Lo miré y a pesar de que sus ojos parecieran tristes yo me sentía indignado.

-¿Lo sientes?- No sabía si reír o llorar- ¿Qué sientes? ¿El habernos traicionado? ¿O el haber dicho que me amabas y después haberme apuñalado por la espalda? ¿El burlarte de mi, usarme y después desecharme?- No sabía porqué pero estaba comenzando a gritar- Hazme un favor, si quieres que te diculpe sal de mi habitación ahora mismo y matate.

Toda la ira que tenía retenida se soltó de repente y realmente esperaba que se mrchara. Pero no, el a quedó mirándome, pasó una mano por mi rostro, mi cuerpo temblaba. Entonces me abrazó con una dulzura con la que jamás nadie me había abrazado.

-No llores...- susurró a mi oído ¿Estaba llorando? ¿Por qué?

-Alejate...por favor...mis palabras salían con desesperación de mis labios, mientras sentía las saladas lágrimas se resbalaban por mi rostro.

El sólo se acercó más, estrechandome más cerca. Sólo nos quedamos ahí entre las mantas de la cama. Mientras el me abrazaba y yo tan sólo lloraba en sus brazos.

Tenía miedo de ser traicionado de vuelta, tenía miedo de que esto fuera tan sólo una simple trampa.

Pero por lo único que estaba siendo traicionado era por mi corazón que no podía dejar de amarlo.

-Jamás me iré...-

---------------

Gracias a todos por leer, espero que les gustara.

- Lanico Bane

Pequeñas historias (Saint seiya)Where stories live. Discover now