Suicida (Shura x Aioros)(Parte 1)

1.6K 112 10
                                    

Lamento haberme desaparecido, es que estuve viendo series y no me di cuenta que no publicado hace mucho, además con el colegio se me complicaba. Voy a tratar de subir más seguido. Esta historia no es ningún pedido, sólo tenía ganas de escribir un AU, espero les guste.

Lanico Bane

SHURA:

El viento soplaba con fuerza, mis labios temblaban sin embargo no me iba a mover de ahí. Todavía podía escuchar los gritos desde el interior de mi casa. Quería irme, escapar, jamas volver y sin embargo no podía. Estaba atado a esas paredes, a esos gritos a esa angustia. Al menos por unos años más, hasta que tuviera la edad suficiente para escapar.

Tomé un fuerte respiro, tenía esperanza de que al entrar no quedar metido en medio de aquella discusión. Inocencia la mía. Apenas puse un pié en el interior de aquel oscuro lugar escuché que me llamaban. Sopese a la hora de responder, todavía tenía tiempo de escapar, huir, correr hasta perderme en el horizonte. Pero no lo iba a hacer, no podía, demasiada consciencia supongo.

Me acerque a la cocina que era de donde provenían los gritos. Allí estaban, ambos con una mirada llena de ira. Parecían que llevaban discutiendo horas, mi mamá con lágrimas en sus mejillas me miró como si fuera el ser más odioso de la existencia.

-¿Por qué no haces las cosas cuando te las pido?-Me gritó a todo pulmón, cada vez que lo hacía yo tenía lástima de los pobres vecinos- ¿Acaso no sirves para nada?-Estaba acostumbrado a esas palabras y aún así dolían. Jamás podía ser suficiente para ella, no importaba lo que hiciera, jamás la iba a hacer feliz. Sin en algún momento de aquel día había sentido un poco de felicidad, ya no existía.

No le respondí y creo que eso le molestó más, me siguió gritando. Insulto tras insultó, me denigró de todas las maneras en las que se podía hacer verbalmente. Mi mirada estaba perdida en la nada, lo único que pensaba era que tal vez ella tenía razón.

Mi papá cansado de escuchar tantos gritos, le pidió que se callara. Lo único que provocó fue que se enojara más. Comenzaron a gritarse el uno al otro, yo solo me senté en una de las sillas tratando de taparme los oídos y no escuchar, odiaba los gritos. Mi papá totalmente enfurecido tomó sus cosas y salió de mi casa azotando la puerta tras él.

Mi mamá se acercó a mi, podía sentir su odio, su desprecio hacia mi.

-Sabes que esto es tu culpa, todo siempre es tu culpa. Eres un ser inservible. Si un día me muero seguro que va a ser tu culpa- Tras decir esto se marchó. Apenas salió de mi casa pude sentir las lágrimas caer por mis mejillas. Era un ser despreciable, era una mala persona. De seguro el mundo sería mejor sin mi.

Me quedé mirando a la nada, tal vez solo debía morirme. Pero no podía, era demasiado cobarde, me daba mucho miedo y sin embargo aquella idea no desaparecía de mi cabeza.Sería mejor si me fuera, la gente sería más feliz. Lo único que hacía era daño.

Me levanté y me fui a acostar en mi cama, a veces quería dormir y no levantarme más sin embargo no tenía esa suerte. En esos momentos me sentía tan despreciable, yo rogando por morir y tanta gente que no puede vivir. Me odiaba por ello.

El sueño lentamente me consumió, cuando me di cuenta ya era otro día. 

Siempre era el primero en levantarme. Era sábado así que no tendría que ir a la escuela. Tomé un termo, lo llené de té y agarrando un libro decidí salir de mi casa. Cerca había un parque, vivía en un pequeño pueblo, donde todos conocían a todos, así que mientras caminaba iba saludando a casi todos los que me cruzaba.

Me senté cerca de un pequeño árbol y me puse a leer. Unos chicos pasaron corriendo, debían de estar entrenando, algunos me saludaron. No era una persona muy popular pero no me llevaba mal con nadie. Uno de los chicos se acercó a mí. Al principio lo confundí con su hermano que iba al mismo año que yo.

-Hola, Shura...- Me tomó por sorpresa que me llamara por mi nombre, jamás habíamos hablado mucho y me parecía raro escuchar que dijera mi nombre.-¿Qué estás leyendo?

-Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo- No era un gran lector de historias de este siglo, normalmente leía a Edgar Allan Poe o a H.P Lovecraft, pero una muy buena amiga me había dicho que aquel era un muy buen libro.

- ¿De qué se trata?- Parecía que tenía genuino interés.

-No lo sé, recién estaba por empezar a leerlo-

-¿Puedo leer con vos?- Me tomó por sorpresa, no sabía si estaba bien o quedaba muy maleducado que le dijera que no.

-No hay problema- Se sentó muy cerca de mí, demasiado para mi gusto. Pero no era por él, sino que era porque no me gustaba tener contacto físico con la gente y menos con las cuales no tenía tanta confianza.  

Se sentó cerca de mí, yo estaba leyendo cuando el pasó la página. Lo miré con desconcierto,el me miró confundido.

-¿No habías terminado?- Me sentí un poco avergonzado.

-Lo siento, es que leo lento-

-¿Por qué te disculpas? No hay problema- Sacudió un poco mi cabello y me volví a sentir raro- ¿Quieres que uno lea en voz alta así vamos al mismo tiempo?- Yo sólo asentí con la cabeza, el se me quedó mirando yo no sabía que hacer. Hizo un gesto con la cabeza señalándome que empezara a leer. 

Así fue toda la mañana y gran parte de la tarde, no podíamos parar de leer. Mis labios estaban totalmente secos, ya me había terminado todo el té y una botella de agua que habíamos comprado. Estaba oscureciendo cuando acabamos el libro. Leí el último renglón y sentí como si una lágrima caía por mi mejilla. Ese libro de verdad me había llegado al corazón. Lo podría considerar uno de mis libros favoritos. Por un instante me olvide siquiera de que no estaba sólo. Me sentía tonto por haber llorado mientras leía.

Me iba a disculpar, cuando sentí que me abrazaban, parecía que no era el único que le había llegado aquel libro. Ese abrazo no me pareció incómodo, incluso me hizo feliz. Porque aunque él no lo supiera aquel abrazo me había hecho sentir vivo otra vez.



          

Pequeñas historias (Saint seiya)Where stories live. Discover now