➸ SI TE VAS ► NEWT [CORRER O MORIR | THE MAZE RUNNER] √

14 | Dime Tú Si Vienes Al Árbol.

secreto: 1. m. lo que cuidadosamente se tiene reservado y oculto

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╚CAPÍTULO CATORCE╝

"Dime Tú Si Vienes Al Árbol"

              ÉL DESPERTÓ POR LA ENGORROSA LUZ DEL SOL, y el estridente sonido que hacían puertas del Laberinto al abrirse aquella mañana temprano. Iba a volver a acomodarse para seguir durmiendo pero su cerebro cobró sentido al instante y se levantó, se puso los zapatos atropelladamente y con torpeza. Reconoció a por lo menos diez figuras a lo lejos, y no perdió en tiempo de correr hacía ellos. Los Corredores estiraban sus músculos listos para insertarse en la travesía del Laberinto.

— ¡Esperen, no se vayan! —exclamó una voz masculina. Emma vio como Thomas iba hacía ellos, no tuvo tiempo de decir algo cuando él la engulló en un abrazo cálido que la sorprendió. Se congeló en el lugar, no muy segura de qué hacer, luego de unos segundos, decidió corresponderle. Cuando se separaron, imperceptibles sonrisas adornaban las caras de los Novatos. — ¿Tienes todo lo que necesitas?

   Emma puso los ojos en blanco. —Sí, papá.

—Quería disculparme por---

—Oye, Novato. Se está haciendo tarde —le interrumpe Minho en un gesto aburrido. Newt lo azoró con la mirada. —Sea lo que le tengas que decir, puede esperar cuando volvamos.

—No, es que es importante —le aclaró y observó los orbes azules de su hermana con sinceridad. —Lo siento, me he estado comportando como un idiota.

   Ella suspiró. — ¿Qué es lo que tienen todos que se me andan disculpando? Está bien... —Minho carraspeó, ya un poco molesto—. Eres mi hermano, Tommy, por supuesto que te perdono—. Probablemente, él había sentido, al igual que Newt, que el peso que tenía encima se lo había quitado. La culpa podía ahogar a cualquier ser humano en el Área. Exhaló todo el aire que había retenido, luego reparó que a su hermana le asentaba bien la ropa de Corredores, como si la idea de ser Corredora estuviese destinado a suceder desde el principio. Ella había atado su cabello en una coleta para ahorrarse las molestias, sus ojos azules brillaban más de la cuenta. También reparó que estaba cubierta de armas, cuchillos, guardados en cada hueco de su ropa. Nada en sus manos para que le molestase, Thomas se preguntó dónde los había encontrado. Quizás debería preguntarle a Newt, él tenía la manía de tener su condenado machete cargando en su espalda. —Ahora déjame ir al maldito Laberinto a buscar una salida de este lugar.

   Thomas asintió, con una felicidad inminente.

— ¿Lista, princesa? —le preguntó Minho, encarando las puertas abiertas. Ella le dedicó una mirada a los dos presentes que se quedarían atrás.

—Recuerden que volveré para molestarlos... sí, vamos —contestó.

  Los Corredores desaparecieron del campo de vista de Newt y Thomas cuando doblaron en la primera esquina.

   Y apenas sucedió aquello, la mente del rubio no estuvo tranquila en lo que restaba del día.

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   El lugar era como ella lo imaginaba. Sucio, aterrador, emocionante y solitario. Obviamente, siempre que imaginamos alguna situación, había algo que no salía como quería. En especial aquel sentimiento de que estaba siento descaradamente observada cada vez que daba un paso. Esperó esa conmoción de enfrentarse a una zona desconocida, pero todo se sentía extrañamente familiar. No dejaba de grabar en su mente todo el recorrido desde que habían salido por mero acto reflejo, y ni siquiera habían pasado ni dos minutos.