24 | Yerba Mala...

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celos: 1. pl. sospecha o inquietud ante la posibilidad de que la persona amada nos reste atención en favor de otra.

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CAPÍTULO VEINTICUATRO

                       LOS GRITOS QUE PEGÓ JEFF ESA MAÑANA, hicieron sobresaltar a toda el Área, especialmente a Alby. — ¡Se ha ido! ¡Emma no está aquí! ¡¿Dónde está Alby?!

   Thomas sintió que todos sus sentidos se prendían de repente, diciéndole adiós al amodorramiento mañanero mientras que el corazón de Newt comenzaba a latir de manera desaforada. No tuvieron que mirarse dos veces para correr hacia el Doc.

— ¡¿Cómo que no está?! —preguntó Thomas con el ceño fruncido. No le dio ni tiempo a Jeff de explicarse cuando se dirigió a la habitación para confirmar, efectivamente, que su hermana no estaba allí. Salió, y se encontró con Alby cruzado de brazos. Su rictus de seriedad rodeándolo como era debido. Newt lucía desconcertado y preocupado, cuando Thomas posó sus ojos en él.

—... Y cuando entré ya no estaba —finalizó Jeff.

—Yo fui a visitarla antes de que Jeff entrara, no--

   Newt fue interrumpido cuando un agitado Chuck corrió hacia ellos. Thomas no supo si sentir alivio cuando vio sus mejillas regordetas teñidas de rojo, y en su cara había una gran sonrisa que achicaba sus ojos. — ¡La encontré!

   Los presentes se voltearon al ver al pequeño.

— ¡¿Dónde está?! —preguntó Thomas con urgencia. Cuando Chuck le dio la respuesta, Thomas corrió lo más rápido que pudo, un rengo Newt lo siguió por detrás. Los gritos de Alby no importaron mucho, Thomas captó frases sueltas del líder refunfuñando pero los ignoró.

   Las duchas estaban desoladas a esa hora del día, pues, los Habitantes comenzaban sus trabajos y nadie tenía la necesidad de bañarse.

— ¡Déjame ayudarte, quédate quieta! —la voz exasperante de Alexia resonaba y el corazón de Thomas se paró cuando escuchó la otra voz femenina acompañada de un acento.

— ¡Maldita sea, te dije que no necesito ayuda!

— ¡Sí que la necesitas, solo quédate quieta, joder! —maldecía Alexia. La escena era un poco hilarante, Alexia estaba agachada atando los cordones de los zapatos de Emma mientras que ésta estaba sosteniéndose en su pierna buena, con el ceño fruncido y gruñendo burdamente.

—Emma... —susurró su hermano. Fascinado de tenerla en pie, estaba pálida y un poco más delgada, pero estaba allí. Ella estaba viva. Cuando sus orbes azules se fijaron en Thomas, su expresión se suavizó pero aún mantenía toda esa aura de enfado y frialdad.

—Estás despierta... —no era su voz la que habló esa vez. Era Newt, quien lucía asombrado y a la vez, tenía una sonrisa que se agigantaba cada segundo.

—Sorpresa, shanks —dijo Emma, ahora sonriendo con superioridad—. Veo que han intentado deshacerse de mi, pero como siempre vuelvo a joderles la vida.

— ¡Emma! —gritó Chuck y básicamente se tiró a abrazarla, haciéndole perder el equilibro. Su pierna mala tocó el suelo y largó un quejido. El pequeño la soltó de inmediato como si quemara. — ¡Lo siento, lo siento!

—Está bien, Chuckie —respondió ella, despeinando sus rulos haciéndolo sonrojar.

—Y estás de vuelta —habló Alby con expresión de satisfacción.

➸ SI TE VAS ► NEWT [CORRER O MORIR | THE MAZE RUNNER] √Where stories live. Discover now