Por la puerta, entraron dos personas: Sirius, y Sarah.
La niña estaba cogida de la mano del animago, y no pude evitar demostrar sorpresa ante ese gesto. Se sentaron en la mesa, y Sarah se presentó. Yo estaba a su izquierda, y Sirius a su derecha.
Todos siguieron hablando, pero yo me quedé callada. La niña, tan timida como era, había llegado cogida de la mano de un desconocido, y además hablaba con el y le sonreía levemente a ratos. Me levanté, y le hice señas a Sirius para que me siguiera al vestibulo, cosa que hizo.
- ¿Qué pasa?
- ¿Desde cuando Sarah y tu os llevais tan bien?- me miró confuso.
- ¿A que te refieres?
- A que... Cuando la conocí, y hasta ayer, era una niña muy tímida con todos, y ahora contigo, que te ha conocido ayer, es mucho más abierta. ¡No lo entiendo!- un silencio incómodo nos envolvió.
- Verás... Yo tampoco lo sé, la verdad.
- Entonces explicame esto: ¿Por qué habeis tardado tanto en bajar a desayunar?
- Pues... Cuando desperté, la vi sentada en el suelo. Me acerqué a ella, y se sobresaltó. Estaba jugando con un peluche mio de cuando era pequeño. Le dije que se lo regalaba, y me preguntó quien era. Yo le dije que fui amigo de su madre, y que yo le regalé esa pulsera. A la media hora, me había cogido confianza, y la cogí de la mano, y bajamos. Eso es todo.
Y me dejó ahí, con las palabras en la boca. Lo cierto... Es que me había pasado un poco. Pero, que mas daba; Solo quería saber el por qué a su repentino cambio de personalidad hacia desconocidos. Decidí dejarlo pasar, y volví al comedor.
Los siguientes dos dias pasaron bastante entretenidos. Con los chicos (Weasley y Hermione), me hice muy amiga de ellos. Y, con los de la Orden, hicimos un plan para vigilar a Harry en Hogwarts. Mis habilidades mágicas se habían disparado, y ya tenía mucho poder. Hice bastantes examenes ( en su mayoría prácticos), y los aprobé todos con Extraordinario. Albus ( si, lo llamaba por su nombre), me dió clases de aparición, y me dió permiso para aparecerme en el colegio, y fuera de el cuando lo quisiera. Eso serviría para acudir a algunas reuniones de la orden. Aunque parezca mucho, no fue tanta cosa para haber sido dos dias. Sin quedarme mas remedio, le tuve que decir a Sirius sobre la fecha de su muerte, y como ocurriría. El lo aceptó, y hizo un trato de que si llegase el caso, no iría al ministerio a ayudar. Lo cierto es, que ya entonces noté que era una promesa falsa. Llegó el dia 31 de Julio, y por la noche hubo una reunión de la orden.
Sabía que dentro de unos minutos o segundos se asomaría Harry por la puerta.
- ¡Se está haciendo cada vez más fuerte! ¡Tenemos que actuar ya!- gritó Sirius.
Escuchamos ruidos en el pasillo, y fuimos a ver. Lupin y Canuto fueron al cuadro de Walburga, y con gran esfuerzo, lo taparon.- Hola, Harry... Veo que has conocido a mi madre.
Tuve que reirme, y todos me miraron. ¡Mierda!
Tengo la habilidad de reirme cuando no se debe.
Me disculpé por lo bajo, y volví a entrar en el comedor. Molly mandó arriba a Harry, y unos minutos mas tarde, se oían los gritos provenientes de arriba. Miré a Remus, y el asintió.
Me aparecí en la habitación donde estaban al mismo tiempo que los gemelos, solo que yo, aterrizé bien.
- Hola, chicos.- ayudé a los gemelos, y se pusieron de pie.
- Gracias, enana.-los miré mal. No me gustaba ese mote.
- Harry, ella es Olivia. Se instaló hace unos dias.
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Querido Diario: Soy Olivia Black {Harry Potter} [actualización lenta]
FanfictionOlivia Black. Padre desconocido. Madre desconocida. Fan de Harry Potter. Parte del mundo de Harry Potter. "Querido Diario: Parece algo tonto que escriba un diario a mi edad, pero esta será más bien una historia de lo que pasó. Lo mejor será...