Capitulo 16: Arthur es atacado.

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- ¡Corre, George! ¡Filch nos persigue!- nos separamos de golpe cuando los gemelos Weasley entraron corriendo en la sala común. Ambos estaban despeinados, como si hubiesen estado corriendo un buen rato.

 Harry y yo nos miramos sonrojados, y me levanté.

- ¡Eh, enana! Si Filch llega y te pregunta; nosotros estabamos todo el rato aquí. Va también por ti, Harry.- al parecer no habían notado en que posición estabamos cuando entraron.

- No hay... Problema. Aunque, yo ya me voy a dormir. Buenas noches, chicos.- me despedí con un beso en la mejilla a cada uno de los chicos, menos a Harry, ya que subí corriendo las escaleras, a mi cuarto.

Al entrar, vi a Hermione despierta, leyendo un libro sobre runas. Ya estaba estudiando para los exámenes.

- ¿Vas a dormir ya?- asentí, y me quité el uniforme para después ponerme  el pijama.- ¿Estás bien?

- La verdad es que no...- la miré, y ví como dejaba su libro en la mesilla y abría sus brazos hacia mi. Corrí hacia ella y la abracé.

- ¿Que te pasa, Liv?

- Es... Harry...

- ¿Harry?

- Si, ya sabes; el de cicatriz en la frente y gafas redondas.- me dio una leve colleja por el chiste.- Antes casi nos... Besamos.- me miró sorprendida, pero sonrió.

- Haríais una buena pareja.

- ¿Tu crees?- pregunté sonrojada.

- Sí. Eres de mis mejores amigas, Liv; no te mentiría en algo así.

La abrazé de nuevo, y después de fui a mi cama.

- Increíble que ya queden solo unos dias para las vacaciones, ¿no crees?- susurró mirándome.

- Se me ha pasado bastante rapido, lo admito.

- Es una suerte tenerte aquí. Podremos evitar futuras muertes y cualquier otro desastre.- asentí, y entonces recordé algo.

- ¡Mierda!- me levanté de un salto, y salí corriendo mientras me ponía mi bata. Bajé hasta la sala común, y seguidamente salí por el retrato.

Corrí; corrí como nunca lo hice en toda mi vida. Los pasillos estaban a oscuras, y la poca luz que había marcaba mi escurridiza sombra tanto en el suelo como en las paredes. Casi llegaba, pero, como tengo mala suerte, algo me paró.

- Señorita; ¿Qué hace a estas horas por los pasillos?- me maldije, una y otra vez. Umbridge estaba parada en la oscuridad, observandome con una sonrisa estúpida.

- Tengo que ver urgentemente al director. Además de que tengo el permiso del mismo para salir de mi sala común en deshoras si es por algo importante. Asi que, con su permiso, o sin el, iré a verle.- iba a seguir, pero su risita me detuvo.

- Tenga cuidado, Olivia. Si sigue así, se meterá en muchos problemas, y usted no quiere eso, ¿cierto?- negué lentamente.- Espero que lo recuerde.

Con eso despareció en medio de la noche, y yo proseguí mi camino. Alerté a Albus sobre el ataque al señor Weasley, que según mis calculos se habría producido unas horas más tarde. Mandó a alguien a vigilar (ni idea de quien), y conseguimos evitar el ataque.

La señora Weasley entró en el despacho, con prisas. Los gemelos, Ron, Ginny, Harry, y Hermione habían venido hacía solo unos minutos.

- ¡Olivia! ¡Gracias! ¡Gracias!- me abrazó con fuerza, demostrando su gratitud. Yo la abrazé de vuelta, y noté que lloraba.- Gracias a ti Arthur solo ha recibido un golpe algo fuerte, pero nada de veneno. ¡Gracias!

- ¿Como que veneno?

- De serpiente, señor Weasley- Albus miró a Ron-. Nagini, la serpiente de Voldemort, fue a por vuestro padre mientras estaba en el ministerio. Normalmente lo atacaba severamente, pero al parecer lo hemos podido evitar.

- Estará en San mungo unos dias en observación, pero ya nos han dicho que no hay indicios de nada grave.

- Voy a avisar a los retratos para que lo digan a la gente del ministerio.

- Señor...
Albus iba de un lado a otro, hablando con los retratos, ignorando a Harry. Y así pasaron los minutos.

- ¡SEÑOR!- todos miramos sorprendidos a Harry, quien estaba mirando con ira al director. No dijo nada, se limitó a mirarlo, y viceversa.

 Albus siguió con lo suyo, y Harry salió enfurecido del despacho.

- Teneis permiso para iros unos dias antes a casa; menos, a mi pesar, la señorita Granger. Levantaría muchas sospechas, y los demás deben ir a apoyar a Arthur. El mismo dijo que quería agradecerles a Olivia y a Harry, ya que el ha tenido (según me ha contado Olivia), un sueño referente a lo ocurrido.

- No importa, señor. Igualmente solo son tres dias.- el director asintió, y fueron saliendo, en dirección a la sala común a hacer sus maletas. Molly se quedó

- Olivia, después de las vacaciones Harry empezará con las clases de oclumancia. ¿Si lo encuentras, se lo dices de mi parte?

- Claro. Con permiso.- me retiré, y fui directamente a la sala común, en la que no estaba el gafotas. Decidí subir a su cuarto, y tampoco estaba, pero si que estaba el mapa del merodeador. Ron estaba despierto, asique pude entrar sin llamar mucho la atención. Volví con el mapa a la sala común, y me senté en un sofá.- Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.

Ante mi se apareció el mapa, y comenzé a buscar. No estaba ni en la lechuzería, ni en el gran comedor, ni en las cocinas, la torre de astronomía... ¡Espera! ¡Ahí estaba!

- Travesura realizada.- subí corriendo a dejar el mapa, y fui corriendo hasta la torre en cuestión. Tomé un momento para respirar ( vale, unos siete minutos), y abrí la puerta.

Observando el creciente amanecer, estaba Harry, de espaldas a mi, sentado en un escalón cerca de la barandilla, mirando a la nada pensando en todo. Me acerqué por un lado, y observé su perfil. Parecía triste, y sobre todo confuso.

Sus ojos relucían detrás del cristal de sus gafas, y sus musculos faciales estaban algo tensos.

- Hola, Harry.- se giró sorprendido de verme, pero su semblante se relajó un poco al ver que venía sola.

- Hola, Olivia.- me acerqué a el, y me senté al lado suya.

- Albus me ha pedido que te diga de su parte que después de las vacaciones comenzarás con las clases de oclumancia; por tu conexión con Voldemort, y eso...

- Sí, ya...- nos quedamos callados un buen rato, observando el amanecer.

El cielo se tiñó de color pastel, mezclado con los rayos dorados del sol, alzando la mayor estrella jamas formada. Y en ese momento, como si fuera sincronizado, movimos lentamente la cabeza, dejando de lado el amanecer para observar los ojos del otro. Sus ojos verdes se fijaban en mis ojos avellanas, y poco a poco, fuimos acercandonos, hasta formar una sola silueta oscura contra el iluminado cielo, unidos por nuestros labios, en un sentimiento más profundo.

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BESOSSS Y DIFUUU

Querido Diario: Soy Olivia Black {Harry Potter} [actualización lenta]Where stories live. Discover now