14.- Condiciones

929 62 2
                                    

POV Dakota

""""

Noto unos labios húmedos y una incipiente barba por toda la cara. En la frente, en las mejillas, en la punta de la nariz, en los ojos, en la comisura de la boca...

- Vamos preciosa... despierta... - dice Jamie.

- Mmm... - me quejo.

Me resisto a abrir los ojos. Pero el dulce olor que entra por mis fosas nasales, hace que quiera abrirlos para ver de dónde viene ese exquisito aroma.

- Venga Dakota... hoy volvemos a casa...

Al abrirlos me encuentro de frente a Jamie con una sonrisa de oreja a oreja.

- Buenos días, princesa.

- Hola - le contesto bajito con una sonrisa bobalicona.

- He pedido el desayuno, lo acaban de traer. Hay donuts... - dice Jamie con una media sonrisa.

- ¿De chocolate? - pregunto esperanzada.

El asiente con la cabeza y la cara se me ilumina. Desde que estoy embaraza tengo antojo de donuts de chocolate cada dos por tres.

- ¡Gracias por pedirlos! - chillo y me lanzo a sus brazos.

Nos besamos con toda la tranquilidad y el amor del mundo. Cuando nos separamos nos quedamos mirándonos a los ojos con una sonrisa.

- Te quiero - dice él.

- Nosotros te queremos el doble - digo bajando la mirada a mi vientre y frunciendo los labios.

""""

Un dulce olor me separa de los brazos de Morfeo. Cuando los abro, veo una caja de donuts de chocolate sobre la mesa. ¿Qué clase de déjà vu es este?. La puerta del baño se abre y sale un sonriente Jamie.

- Buenos días, Dakota. He traído donuts.

- Ya veo... pero ¿De dónde los has sacado? - pregunto confundida.

- Uno tiene sus contactos... - dice altanero con una media sonrisa - Pero eso no importa ahora; ten, come - y me tiende la caja de donuts.

Agarro uno porque no me puedo resistir a la tentación. Está delicioso.

- No, en serio... ¿Cómo los has conseguido? - pregunto entre bocado y bocado.

- He bajado a la cafetería a comprarlos... - confiesa.

- No sabía que los pacientes pudieran bajar al bar...

- Ya... es que... no soy paciente - dice ladeando la cabeza - A mí me dieron el alta hace unos días.

- Ah... - digo sorprendida - Pues llevas pijama de hospital... - digo señalando su ropa.

- Sí... supongo que por comodidad... - dice risueño.

- Y, si te han dado el alta, ¿Por qué sigues aquí? - digo confundida.

El se me queda mirando con una media sonrisa, como si no entendiera lo obvio. Y entonces caigo en la cuenta. Sigue aquí por mí. Aparto la mirada porque no sé cómo sentirme por ello.

- No... no es necesario... - digo levantando la mirada hacia él.

- Para mí, sí que lo es - contesta muy serio.

Odio que haga eso. Que esté... que esté tan pillado por mí. Vale, para él yo sigo siendo su mujer, de la que al parecer esta más que locamente enamorado; pero a mí... a mí esa actitud me sobrepasa. No quiero hacerle ilusiones ni darle falsas esperanzas.

Nuestra propia película (Jamie y Dakota) | #Wattys2016Where stories live. Discover now