30. - Estoy respirando

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POV Jamie

La doctora Martins se acaba de marchar, no sin antes habernos dado un par de consejos más. Creo que tiene razón, va siendo hora de que afrontemos la realidad, de que afrontemos lo que ocurrió. Tenemos que hacerlo juntos, apoyándonos el uno en el otro porque ambos tenemos mucho que decir.

He pensado que sería mejor dejar descansar a Dakota; ya tendremos tiempo para hablar cuando se encuentre mejor. Bajo a la planta de abajo en busca de Melanie y Stella. Están sentadas en el sofá y las dos se giran a verme en cuanto entro en el salón. Melanie intenta darme su mejor sonrisa para tranquilizarme, pero no lo consigue.

- ¿Cómo está? - me pregunta preocupada.

- Bien. Sólo ha sido una bajada de tensión.

Melanie sonríe aliviada con su mano en el pecho.

- En un par de días le quitarán los puntos del vientre. Y a mí, los vendajes de las manos y la escayola. La verdad es que no me duelen y ya apenas tengo molestias.

- Eso es estupendo - dice ella - Poco a poco podréis empezar a hacer vida normal.

- Sí, de eso quería hablaros... - digo en un susurro - Sabéis que iba a irme a España con Dakota... - digo pasándome la mano por el pelo - Bueno, íbamos... vosotras también - añado.

Stella y Melanie me sonríen.

- He pensado que, quizá, si no os importa... - digo - Me gustaría pasar unos días ella y yo solos. Sé que dijo que preferiría que fuerais, pero lo entenderá. Necesitamos sentarnos a hablar. Esta vez, de verdad.

- Tranquilo Jaime - dice Melanie - No tienes que disculparte- me regala una sonrisa.

- ¿Cuándo os iréis? - pregunta Stella.

- Ayer estuve hablando con los obreros y vendrán la semana que viene para empezar con la habitación antipánico. Aun con la seguridad, no quiero que entre ningún desconocido en casa, aunque sea un obrero - digo.

Ambas asienten levemente dándome a entender que comprenden de dónde viene mi desconfianza.

- Así que nos quedaremos hasta que terminen las obras, que serán un par de semanas, aproximadamente. Y en cuanto acaben me llevaré a Dakota - digo.

- Jamie, si se trata de eso, Stella y yo podemos quedarnos a controlar todo - mira a su hija y ésta asiente con la cabeza - Dices que tardarán dos semanas más o menos ¿no?; podrías aprovechar esos días para estar solos. Deja que nosotras nos encarguemos de todo y ya iremos cuando aquí esté todo listo. Tú tienes otras preocupaciones más importantes que atender ahora mismo.

Sonrío con pesar.

- Melanie... - aunque es muy tentadora, intento negarme a su oferta.

- No, Jaime... - me dice seria - En cuanto os deshagáis de la escayola, vendajes, puntos y demás parafernalia... - dice subiendo la voz cada vez más - ...os vais derechos a España. Yo misma os compraré los billetes de avión. Y no se hable más - zanja.

Con esa actitud maternal, logra sacarme una sonrisa. Sé que me quiere como si fuera su propio hijo. Esa es una de las cosas que más me gustan de esta familia, no importa de dónde vengas, la edad que tengas, ni cuál sea tu sexo o tu color de piel; no importa quienes sean tus padres o tus hermanos; o si tan sólo eres un amigo. Si algo sé desde niño es que esta familia es un pozo sin fondo de amor incondicional y quiero poder enseñárselo a Dakota. Porque aunque suene muy cursi, creo que si algo lo puede todo en esta vida, es el amor y aquí lo tiene a raudales. Confío en que lo sepa ver.

Nuestra propia película (Jamie y Dakota) | #Wattys2016Where stories live. Discover now