18.- Lágrimas

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POV Jamie

Melanie, Don, Alex y Jesse han venido mientras Dakota se está duchando. Van a llevarnos a casa y pasaremos unos días con ellos. Mañana Melanie irá a buscar a su madre Tippi y a Zeppelin, nuestro perro que está con ella, para que Dakota les conozca. En casa nos espera la seguridad que he contratado; he hecho revisar cada rincón por si pudiera haber entrado alguien. La puerta del baño se abre mientras estoy sumido en mis pensamientos y sale una espectacular Dakota. Lleva unos vaqueros ceñidos, un jersey morado que marca su silueta de premamá y sus características All Star a juego. Está preciosa. Cuando tenemos todo listo y recogido para marcharnos, salimos al pasillo. Ahora, por la mañana, hay bastante gente rondando por él y con el rabillo del ojo veo como Dakota se tensa sutilmente. Algunas personas nos miran, la miran a ella y puedo notar como su respiración se va acelerando.

- Había un montón de paparazzis en la entrada - dice Jesse.

- Sí, menos mal que el ascensor baja directamente al garaje subterráneo - contesta Alex.

- No te fíes, Alex, son capaces de eludir cualquier tipo de seguridad con tal de obtener la primera instantánea - dice Don.

No puedo evitar el mar humor que me provoca el hecho de que haya paparazzis. Pero en cuanto paramos frente a la puerta del ascensor y veo lo intranquila que parece estar Dakota, el mal humor se esfuma. No para de mirar a todas partes y estoy tentado de decirle que esté tranquila, que no hay nada que temer.

- ¿Estás bien? - Le pregunta Stella con cara de preocupación.

Su hermana también parece haberse dado cuenta de la actitud de Dakota. Y ésta, la mira en silencio un segundo y con la respiración agitada, le responde en un susurro ronco.

- .

Ni a Stella, por la cara que ha puesto, ni a mí nos convence su respuesta. Las puertas del ascensor se abren y entramos todos. Yo voy al fondo con Stella y Dakota. Ignoro la conversación que está teniendo su familia y miro a mi mujer con el rabillo del ojo. Su pecho sube y baja descontrolado, está nerviosa. Cuando las puertas se abren en el garaje un repentino flashazo impacta en nuestras caras. Y empieza un bombardeo de preguntas. Un dolor agudo en mi mano y la corriente eléctrica que sus dedos generan en mi cuerpo hace que mire a Dakota. Veo pánico en sus ojos así que le doy un leve apretón en su mano para animarla. Ella me mira con sus enormes ojos.

- ¡Au! - gesticulo risueño en silencio, en un intento por hacerla sonreír.

- Lo siento - dice ella preocupada en un susurro.

Y hace el amago de soltar mi mano lisiada, pero yo sujeto su agarre mientras la miro a los ojos, para que entienda que estoy aquí con ella y que no la pienso dejar.

- Tranquila - le digo sereno con una media sonrisa - No pasa nada, puedes apretar todo lo que quieras. - Y lo digo en serio, soportaré todo el dolor que haga falta por ella.

Don se encara con los tres paparazzi que han logrado eludir la seguridad. Y Melanie le intenta calmar. Así que aprovechando el momento, Dakota y yo nos montamos en la parte de atrás del coche de Don. Cuando salimos del garaje, la entrada de éste está llena de cámaras. Y aunque las lunas del coche están tintadas Dakota pone su mano en la cara y se esconde.

- Ya está - le digo tranquilizándola - Ya está... - repito en un susurro mientras acaricio sus nudillos.

Ella cierra los ojos cuando lo hago y toma grandes bocanadas de aire. En un momento dado del viaje hace una pregunta.

- ¿Cómo de famosos somos?

Jesse, Don y yo la miramos en silencio.

- Famosos - dice Jesse sin explayarse más.

- Ya... - dice ella en un suspiro.

La respuesta no es nada clara pero creo que ella lo ha captado. No vuelve a hablar en todo el viaje y una hora después aproximadamente, Don estaciona el coche frente al garaje. La situación es muy rara, volver a casa con ella. Ni siquiera sé que le voy a decir, así que me quedo junto a Dakota mirando la casa como si fuera la primera vez que lo hiciera. Esperando una iluminación o yo qué sé. Ahora el que está nervioso soy yo.

- Bienvenida a casa - digo en un susurro lastimero.

¡Bravo Jamie! Cientos de horas de actuación para que seas incapaz de mostrar una falsa sonrisa.

Dakota me mira unos segundos en silencio y vuelve a posar su mirada en la mansión.

- Ven, vamos dentro - le digo.

Abro la puerta y me hago a un lado para que pase. Intento no perder detalle de su reacción aunque no ha cambiado su gesto desde que hemos bajado del coche, se la ve nerviosa. El resto entra a la casa con total confianza y comienzan a moverse por ella cómodamente.

- Adelante - le incito a moverse del hall - Estás en tu casa.

Ella me mira con cara de póker. Su silencio me está matando, no sé si es bueno o malo. Stella se acerca y la agarra de la mano guiándola hasta el salón.

- Venga... - le dice sonriendo - Te gustará.

Dakota no para de mirar a su alrededor en silencio. Su complexión ha cambiado de forma muy sutil; es como si hubiera encogido. Parece un animal acorralado. Y de pronto, un dique que yo creo que ni ella misma sabia que estaba conteniendo, estalla. Y se derrumba en el suelo dejándose llevar por las lágrimas. Todos nos lanzamos sobre ella entendiendo lo abrumador que puede ser todo esto. La arrullo contra mi cuerpo mientras acaricio su espalda y beso su cabeza. Ella se deja hacer, y me sorprende que no intente apartarme como había hecho hasta ahora.

- Llora... Llora todo lo que necesites... - Le digo al oído en un susurro - ...que yo siempre estaré aquí para secar tus lágrimas.



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Hoy capítulo corto...


Unikornio

Nuestra propia película (Jamie y Dakota) | #Wattys2016Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ