Capítulo VIII. [I]

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El frío viento golpeó sus mejillas logrando despertarla

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El frío viento golpeó sus mejillas logrando despertarla. Tardó unos minutos en adaptarse a la poca luz del lugar y miró con atención a su alrededor. Todo parecía un cuento de hadas como aquellos libros que solía leer de pequeña, pero la ilusión duró muy poco tiempo al darse cuenta que estaba encima de Oráculo.

― ¿Oráculo? ―preguntó entre lágrimas―. Despierta ―suplicó sin haber respuesta por parte de él.

Lloró amargamente en su pecho dejando que sus lágrimas humedecieran sus mejillas y sacaran todo el dolor y miedo que estaba sintiendo esos momentos. Notó que algo le estaba haciendo falta y al buscar no estaba su collar.

―Ay no ―volteó de un lado a otro―. ¿Urso? ―preguntó, pero el espíritu morado tampoco respondió.

Se puso de pie tambaleándose un poco y caminó por el lugar rocoso. Sus ojos estaban muy borrosos por el llanto y no le permitía distinguir con claridad. Trato de mantener el equilibrio y fue en busca de su collar dejando atrás al adivinador creyéndolo muerto.

Al alejarse varios metros no se percató que la herida en la espalda de Oráculo se cerraba lentamente y que las lágrimas que había derramado encima de él habían sido absorbidas por su cuerpo.

Eileen resbaló por una pequeña colina y se llenó de lodo. Se encontraba muy agotada. No sabía por cuanto tiempo había estado caminado. Su estómago le pedía a gritos comida y sus pies descanso. Todo ahí eran árboles muy altos y sus copas no permitían el paso de la luz. Además, había una pequeña niebla blanca que cubría aquel lugar haciéndolo siniestro. Desde que se alejó de Oráculo no paraba de llorar que ya hasta tenía muy hinchados sus ojos. Se levantó en un último intento de buscar ayuda. Siguió caminando usando sus pocas energías. En un punto del camino ya no pudo más, sus piernas flanquearon y cayó desmayada.



Eril y Azula se encontraban muy lejos. Ellos iban a paso constante buscando alguna señal de vida.

―Tienen que estar por aquí ―dijo Eril mientras cortaba la maleza con sus espadas―. ¿En qué parte estamos Azu?

―A juzgar por el aspecto del lugar puede que estemos muy al sur. Si seguimos río arriba tal vez lleguemos a una de las extensiones del reino de Selyn y según mis cálculos Eileen y Oráculo no deben de estar muy lejos de donde estamos.

―Bien, no me agrada en lo absoluto este lugar. Me provoca escalofríos, aparte no se ve muy seguro ―agregó.

Siguieron caminando y teniendo cuidado con el piso resbaloso que provocaba que perdieran el equilibrio fácilmente. Por otra parte, estaban los pequeños insectos molestando a los viajeros Se sentía el ambiente muy pesado debido a la humedad y la poca luz. Los hermanos iban sigilosos y alertas ante cualquier peligro.

― Esta zona está llena de enemigos ¿Verdad Azu? ―preguntó Eril.

―Sí...Espera, no me digas que piensas volar. Eril te pueden lastimar ―dijo muy seria y preocupada.

―Tengo a la mejor arquera. Sé que podrás detectarlos y detenerlos. Siempre lo haces, como tú no hay dos ―dijo Eril guiñando el ojo.

― ¡Eril!

Pero era demasiado tarde el guardián desplegó sus grandes alas blancas y emprendió el vuelo por encima de las copas de los árboles y teniendo así una mayor visión. Azula aumentó el paso para poder seguirlo y cuidar que nadie lo atacara. Observó por todos lados y divisó un cuerpo inerte en el suelo. Tuvo un mal presentimiento y descendió rápidamente hacia él. Azula se percató de ello y corrió lo más rápido que pudo para alcanzar a su hermano.

― ¡Oráculo! ―gritó Eril mientras aterrizaba y corría en su ayuda.

― ¿Qué pasa? ―preguntó Azula saliendo de los arbustos.

―Está inconsciente ―dijo Eril mientras lo levantaba con cuidado.

Había un charco de sangre en la hierba y revisó la herida llevándose una sorpresa.

― ¡Está cerrada!

― ¿Cómo? ―preguntó Azula y se acercó para verificar―. Si, su herida está cerrada, es muy raro ¿Acaso fue? Pero imposible, ella apenas está aprendiendo...

―Tal vez no debemos subestimarla ―dijo tomando con cuidado a Oráculo en brazos―. Vamos tenemos que refugiar a Oráculo y localizar a Eileen cuanto antes.

 Vamos tenemos que refugiar a Oráculo y localizar a Eileen cuanto antes

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CYELITY. La elegida. [Libro I] [En edición]Where stories live. Discover now