Capítulo XVI. [II]

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Pasaban los días uno tras otro hasta que se cumplió todo un mes en el cual Eileen mejoró su condición física y reflejos gracias a los entrenamientos impartidos por Crystal

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Pasaban los días uno tras otro hasta que se cumplió todo un mes en el cual Eileen mejoró su condición física y reflejos gracias a los entrenamientos impartidos por Crystal. Los obstáculos aumentaban su dificultad y Eileen los escalaba e iba de uno en uno completando las vueltas satisfactoriamente. También se volvió más ágil en el dominio de la espada con la ayuda de Oráculo en las ocasiones que él estaba disponible y podía enseñarle. Fue utilizado espadas metálicas las cuales eran más pesadas encontrando el punto de equilibrio y varias veces solo usaba una mano para maniobrarla; Oráculo le aseguró que pronto podría usar la espada de la diosa sin ningún problema si seguía así.

El ciclo escolar de Eileen había finalizado en Eirthan y se encontraba de vacaciones. La realidad era que todos los días iba a entrenar a Cyelity. Y en las noches estaba ansiosa esperando el comienzo de su último año en la primaria. No vería a Gaeni en todo ese periodo porque su familia había decidido irse de viaje algo lejos de Guanajuato, pero tenía la esperanza que pasando junio y el mes de julio estaría de nuevo con ella y así pasar el año juntas.

Le había ido un poco mal en sus calificaciones finales, pues su mente divagaba en entre Cyelity y sus nuevos amigos. Crystal en algunas ocasiones creaba una copia de la sucesora porque ella terminaba agotada y se quedaba dormida en su habitación en el castillo sin ganas de querer regresar a casa para descansar. Aurán la consentía en ese sentido y la entendía porque pasó por lo mismo. Eso le ocasionaba que no estuviera con ánimos para estudiar para los exámenes finales.

Vivian la líder del Congreso vigilaba muy de cerca todo, no quería perderse ningún detalle y con el fin de poder fastidiar a la tercera diosa haciendo comentarios de mal gusto cada vez que tenía oportunidad. Se había enterado de la relación entre la diosa y el guardián de la cual no estaba muy de acuerdo, pero como Ingrid había dado su consentimiento, su opinión no importaba.

La sucesora se fue familiarizando más por los edificios y en especial la gran biblioteca. Las tardes que tenía de descanso se encerraba ahí disfrutando de algunas lecturas.

Aurán hizo unos ajustes al entrenamiento que le impartía a Eileen y la llevó a otra habitación en la torre que se encontraba al inicio de esta. Era un campo abierto para hacer más específicos, sin ningún tipo de obstáculo y también poseía un sol artificial. Ahí le ayudó a mejorar el escudo para que pudiera atacar y defenderse a la vez, el ángel atacaba desde el aire y muchas de las veces eran ataques continuos, pero no importaba cuantas veces atacaba el escudo de Eileen no se debilitada.

―Eso ha estado muy bien ―dijo sonriendo.

Eileen cayó exhausta desapareciendo los símbolos de su mano.

―Estoy agotada. Ya no siento mis piernas...

Aurán comenzó a reír―. Descuida ya has perfeccionado el escudo, mañana comenzaremos con el siguiente entrenamiento para que domines el siguiente poder.

― ¿Aún hay más?

―Hay mucho más por aprender ―dijo Eril cargando en sus brazos a Eileen―. ¿Cómo estás pequeña?

―Muy cansada ―se quejó.

―Te llevaré a tu habitación ―dijo saliendo junto con el ángel de esa habitación.

Eileen se acomodó en su cama. Había tomado un baño asistido por Carlotta y Grisel, se puso un pijama cómodo y la tarde estaba cayendo en Cyelity.

― ¿Te encuentras bien? ―preguntó el guardián.

―Sí, solo que... ¿Por qué yo soy la elegida?

―Ay Eileen ya te he dicho que en su momento Aurán te lo contará todo...

― ¿Cuándo será ese momento?

―Muy pronto, ahora descansa ―le dio un beso en la frente y abandonó el recinto.

Se despertó muy temprano y se dirigió al comedor a desayunar. Todo estaba en silencio y disfrutó de un vaso enorme de leche con chocolate y fruta picada, los ingredientes los trajo de Eirthan no se quejaba de las delicias que preparaban simplemente extrañaba en ocasiones algunos alimentos. Los sueños extraños con esos ojos rojos volvieron y a estos se sumaron un ser muy parecido a Aurán solo que con cabello oscuro. Masticó con cuidado y dejó atrás esos pensamientos para ir a la torre de entrenamiento. De seguro la diosa ya la estaba esperando.

Aurán estaba encima de la plataforma hablando alegremente con Eril. Sonrió contagiándose de todo ese pacífico y dulce ambiente que aquellos seres desprendían.

―Bueno días Eileen ¿Estás lista?

Subió a la plataforma emprendiendo el viaje. Llegaron al tercer piso y esta vez los dejó justo en la puerta, no había un pasillo tenebroso que cruzar. Aurán giró la perilla dorada y una nueva habitación apareció. Era muy extraña. Todas las paredes eran de madera con un techo de cristal que dejaba pasar la luz.

― ¿Qué es este lugar?

―La madera es mala conductora de electricidad, aquí Eileen aprenderás a usar el rayo.

―La madera es mala conductora de electricidad, aquí Eileen aprenderás a usar el rayo

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CYELITY. La elegida. [Libro I] [En edición]Where stories live. Discover now