CYELITY. La elegida. [Libro I] [En edición]

Capítulo VIII. [II]

Eileen despertó pensando que todo había sido una más de sus pesadillas. La habitación donde se encontraba estaba muy oscura. Se levantó de la cama y buscó el interruptor de la luz, pero al llegar a la pared no se encontró con el muro de ladrillo y cemento de su casa sino con uno con textura más suave, ¿madera quizá? pensó la pequeña. Fue palpando cada centímetro para encontrar algún punto clave, siguió caminando hasta que dio en una parte floja. Empujó cuidadosamente abriendo lo que pareciera ser una puerta y encontrándose con una pequeña sala de estar con dos sillones de aspecto antiguo. Caminó un poco por el lugar, pero al parecer no había nadie. Vio otra puerta a la derecha y se acercó a ella.

―Qué bueno que ya has despertado ―dijo una voz detrás de ella.

Eileen dio la media vuelta despacio topándose con una niña aparentemente de su edad. Con cabello corto negro, ojos verdes y tez un poco más morena a la de ella.

―Hola, soy Aixa, mucho gusto.

―Eileen ―pudo articular―. Mi nombre es Eileen.

―Hola Eileen ¿De qué parte de Nurtonal vienes? Mis hermanas y yo te encontramos muy mal tirada en las afueras. Has estado durmiendo un par de horas y no te preocupes por tus heridas la curandera de nuestra extensión ya se encargó de ellas.

― ¿Nurtonal? ―preguntó parpadeando varias veces.

―Sí, el mundo mágico. Estamos en la extensión cinco del reino de Selyn... el reino de la Luna. Aquí más que nada se crían los guerreros Sely... yo soy uno de ellos, en entrenamiento claro... Te noto confundida ¿No recuerdas de dónde vienes?

―No es eso ―alzó su voz―. Yo no vengo del mundo mágico, sino del mundo de los seres humanos...

Aixa empezó a reír a carcajadas―. Es una broma ¿Cierto? Es muy poco probable que los humanos pisen este mundo, más bien es imposible por la barrera mágica...

―Que fue creada cuando Artemis atacó a los humanos, lo sé ―terminó la oración de su acompañante―. Una parte de la historia me la dijo Aurán y el resto Oráculo.