CYELITY. La elegida. [Libro I] [En edición]

Capítulo XIII. [II]

― ¿Qué sucede? ―preguntó Oráculo viendo a la diosa.

―Tienes una visita.

― ¿Quién? ―preguntó sentándose en la orilla de su cama.

Aurán terminó de abrir la puerta mostrando a una pequeña niña con todo su cabello despeinado. Sus ropajes llenos de tierra y algunos rapones en su cuerpo. Oráculo se sorprendió y Eileen corrió hacia el lanzándose. La atrapó en sus brazos y ambos cayeron en la cama.

―Estás vivo―susurró.

―Sí, Eileen. Vivo, pero si me sigues apretando con todas tus fuerzas harás que me muera por asfixia.

Eileen lo soltó al instante y Oráculo soltó algunas risas.

― ¿Cómo llegaste? ¿Dónde estabas?

―Me encontraba en...en Sel ... ¿Selyn? Acabo de llegar, Eril, Elina, Azula, Jack y Crystal me trajeron de vuelta.

― ¿Te encontraste con bastantes problemas verdad?

Ella asintió y Oráculo suspiró vio algunas imágenes relacionada con dragones y peleas en el reino de Selyn. Miró a Aurán y ella se notaba algo preocupada, sugirió ir a la cocina del castillo por un poco de comida porque tal vez la pequeña podría estar hambrienta. Sin embargo, la diosa sugirió que era mejor que tomara un baño y luego todos comerían en el gran comedor. Oráculo se encogió de hombros no podía contradecirla y pidió que le avisaran cuando todo estuviera listo.

Regresaron a la habitación y se escucharon golpes en la puerta Aurán dio la orden de entrar y dos mujeres con bellos vestidos largos color zafiro aparecieron. Con largas cabelleras trenzadas color avellano que caían en su espalda, ojos azules y eran un poco más bajas de estatura que la diosa.

― ¿Quiénes son? ―preguntó Eileen mientras estas mujeres hacían una reverencia.

―Carlotta y Grisel, son primas y trabajan en el castillo empelando diferentes tareas domésticas. Ellas se encargarán de prepárate el baño y además de darte algunas ropas para que te cambies.