La Cima Del Cielo

Capitulo 10

Estos días que había pasado en el hotel que le había recomendado Antonio, Andrea había estado muy tranquila, se la pasaba con su bebé, dándole cariño, amor, protección, no se quería despegar del niño, ni un solo instante, solo quería quedarse con él y no salir nunca de esa habitación, así ella seria muy feliz.

Ahora estaba recostada en la cama, viendo la televisión mientras le daba de comer al bebé, cuando escucha que tocan la puerta, sin nada más que hacer, dejó de darle de comer al bebé y fue a abrir la puerta, mirando que era Antonio y su hermana quienes la esperaban con un regalo.

Mariela: Hola!-saludo besando la mejilla de Andrea.-Mira pasábamos por una tienda de accesorios para bebé y vimos algo perfecto para el tuyo, te encantara.-Dijo dándole la pequeña cajita blanca.

Antonio: Hola Andrea, como la estas pasando aquí sola.-dijo sonriendo y ella le devolvió la sonrisa.

Andrea: Bien.-dijo al fin.-Y mejor ahora que están aquí, pase, por favor.

Mariela: Gracias, la habitación que te dieron es muy hermosa.-dijo sonriendo.

Andrea: Si, eso parece, ¿te gusta?

Mariela: Me encanta, por que la nuestra no puede ser como la de ella?-dijo sentándose en la cama, mirando a su hermano.

Antonio: Por que nosotros no pagamos por ella, solo somos trabajadores del hotel, y nos obsequian las habitaciones, se te olvida?

Mariela: No, pero gracias por recalcarlo.-dijo rodando los ojos.

Antonio: De nada-dijo sonriendo.

Mariela: Bueno, nosotros estamos aquí para invitarte a dar una vuelta por la playa...y antes de que digas que no y pongas de pretexto a tu hijo, puedes llevar a tu bebé, por que no esta haciendo frio.

Andrea: Mariela...

Antonio: Solo serán unas horas, y te serviría para que te distraigas de todo a tu alrededor ¿Anda si?

Andrea: A ustedes no se les puede decir no ¿cierto?-pregunto sonriendo y ellos negaron con la cabeza.-Esta bien, solo denme unos minutos.

Mariela: Muy bien, dejemos a la señora arreglarse, no querrás verla desnuda cierto? 

Antonio: Por mi no habría ningún problema.-dijo sonriendo y sentándose en la cama.

Andrea: Adiós.-dijo agarrando su mano y lo llevo afuera del cuarto.

Cerro la puerta y se dispuso a cambiarse, como iban a ir a la playa, opto por ponerse algo cómodo, ya que hacia demasiado calor ahí, por lo tanto se puso un short color blanco, sandalias, y una blusa sin mangas. Al niño también lo descubrió un poco, pero le dejo una gorrita para cubrirlo del sol, que seguramente pagaba fuerte.

Cuando estuvo lista salió de la habitación y ellos sonrieron al verla.

Antonio: Woow disculpa eres Andrea? Es que de verdad tengo mis dudas.-pregunto sonriendo.

Andrea: Payaso.-dijo riendo y le golpeo el hombro.

Mariela: Bueno Antonio deja de tratar de conquistar a Andrea aunque sea por un momento y vayamos a la playa que me urge meterme al mar...sentir lo fresca que debe estar el agüita...ayy vamos ya chicos!!

Andrea: Esta bien, esta bien vamos.-dijo riendo y todos se fueron.

Samuel estaba empacando las cosas en su maleta, aunque una parte de él decía que no fuera, la otra le repetía que si y era más fuerte esa parte, cuando terminó miro a Claudia quien le sonreía y asintió para lo que él le dedico una sonrisa.

Samuel: Eres la mujer más buena que he conocido en mi vida.

Claudia: Y tu también, aunque trates de ocultarlo.-dijo sonriendo y comenzó a toser.-Le pedí a blanca que me maquillara que tal?-pregunto sonriendo.

Samuel: Muy linda, hermosa.-dijo y se acerco a darle un beso en los labios, a lo cual ella se sorprendió, nunca él la había besado por iniciativa, y menos en los últimos días.

Claudia: Y eso por que fue?

Samuel: De pronto sentí la necesidad, me nació hacerlo.-susurro cerca de su boca.-Te juro que ni bien encuentre a Andrea, le quito a mi hijo y me vengo aquí para estar contigo.

Claudia: No Samuel, no se lo quites.-dijo preocupada.-Que paso con lo que hablamos?

Samuel: Me demuestras que eres el ser más bueno que he conocido, tanto que intercedes por una mujer que...no vale la pena, pero mi decisión ya esta tomada.-dijo besando su mano y se levanto.-Adiós.

Claudia: Samuel...-lo llamo y este volteo a verla.-No hagas nada de lo que te puedas arrepentir.

Samuel solo sonrió al ver la ternura de su cara al pedirle eso, y solo pudo caminar hasta donde estaba ella y besarla con ternura y pasión a lo que ella correspondió al instante.

Samuel: Espérame si?-dijo mirándola a los ojos y ella asintió.

Claudia: Hare lo posible, pero no es cuestión mía, sabes que en cualquier momento...-el la cayó con otro beso.

Samuel: Eso no pasara.-dijo con el corazón en la mano.-Te prometo que estaré aquí para seguir con lo nuestro.-dijo abrazándola mientras sus lagrimas invadían sus ojos y después se salió.

Samuel: Cualquier cosa, la mas mínima molestia que tenga la señora y llamas al medico y después a mi inmediatamente esta bien?.-dijo a la empleada.

Blanca: Si señor, vaya sin cuidado.-dijo sonriendo y el se fue.

Estaba tan mal por lo que le estaba pasando a Claudia que cada ves que le miraba se sentía que su corazón se iba a romper en cualquier momento. Tomo su avión y después el avión despego, solo esperaba que la dirección que le había dado el sujeto fuera cierto, después de muchas horas de viaje, por fin aterrizaron, tomo su maleta y salió fuera del aeropuerto para pedir un taxi y que lo llevaran a esa dirección.

Pregunto en la recepción buscando a Andrea, pero le dijeron que había salido, el sintió que su corazón comenzaba a latir con fuerza, eso quería decir que si estaba ahí, y que pronto la vería, lo cual hacia que sintiera una gran emoción por dentro. Se sentó a esperarla.

Cuando de pronto miro entrar a una mujer, no se le veía bien la cara, pero traía consigo a un bebé, ella se fue hasta la recepción y comenzó a hablarles a las personas que están ahí, mientras el avanzaba hacia ella.

Samuel: Andrea?.-susurro a unos cuantos centímetros de ella y sintió como se puso rígida.-Puso una mano en su hombro asiéndola girar poco a poco y cuando la tuvo de frente no lo podía creer.-Andrea...