Capitulo 23

1.2K 112 12
                                    

Cayetana: Yo le pague al juez para que te declarara culpable, pague para que aparecieran pruebas en tu contra, y cuando Samuel fue a buscarme para pedir ayuda y defenderte, le dije que tú me habías confesado que eras culpable. Le dije que lo hiciste porque odiabas a su hermana y...y no soportabas verla con tu padre.-dijo y sollozo comenzando a llorar mientras Andrea estaba en shock.

Sus lágrimas al igual que las de su madre caían de sus ojos sin que ella pudiera evitarlo, y miro a su madre como si fuera lo más despreciable del mundo, aun no podía creer lo que estaba diciendo, no quería aceptar que su madre era la culpable de todo. Sintió como miles de alfileres se estuvieran clavando en su cuerpo y soltó un sollozo, sintiendo como si su corazón se desgarrara y dejaba de bombear.

Andrea: No, no no no, mientes.-dijo sujetando a su madre por los hombros con fuerza, clavándole las uñas.-¡Estas mintiendo!

Cayetana: ¡No!

Andrea: ¡¡SI!! Tu no pudiste hacerme esto!-grito comenzando a llorar, mientras la sacudía por los hombros.-¡Tu no pudiste hacerme daño de esta manera! No pudiste haberme traicionado de estar forma!.-dijo desesperada mientras dos enfermeras entraban a sujetarla de los brazos para que soltara a Cayetana quien lloraba.-¡¡Viví un infierno por tu culpa mamá!! ¡¿Por qué?! Porque dejaste que me encerraran!? ¡¡Destruiste mi vida!!

Cayetana: Perdóname hija, perdóname.-dijo mirando como el doctor tomaba de la cintura a Andrea y la sacaba.

Andrea: ¡Nunca! Nunca te voy a perdonar! ¿¡Cómo pudiste?!-grito llorando y le medico la saco de ahí cerrando la puerta.

Doctor: ¿Qué le pasa? ¿Cómo se le ocurre hacer eso en este momento en el que su mamá se encuentra débil?

Andrea: ¡No me importa! No me importa nada! Jamás le perdonare que me haya arruinado la vida, porque eso hizo, arruinarme la vida, mi felicidad, mi futuro.-dijo con dolor y Antonio se acercó a ella con el bebé en brazos.

Antonio: ¿Andrea que pasa? Porque lloras?

Andrea: Hay Antonio, ya no puedo, ya no puedo.-dijo abrazando a llorar.

Antonio: ¿Peo porque? ¿Qué ha pasado?-la abrazo con una mano rodeándola de la cintura, sosteniendo al bebé con la otra, mientras ella lloraba desconsoladamente.

Andrea: Todo esto es un infierno, toda mi vida lo es.-sollozo fuerte aferrándose a él.

Antonio: No digas eso, tu vida no es un infierno, esto es pasajero, estoy seguro que todo tiene un porque.

Andrea: ¿Así? Pues bien, entonces explícame porque mi mamá es un monstro, porque es un ser despreciable, porque yo no entiendo como una madre puede traicionar a su hija de tal forma que le destruya la vida.

Antonio: ¿De qué hablas?

Andrea: ¡De eso!-gimió con dolor tocándose su pecho, miro al cielo, sus lágrimas caían sin cesar.-Mi mamá fue quien mando a matar a la hermana de Samuel y a mi papá.

Antonio: ¿¡Que?!

Andrea: Si, y no solo eso, pago para que me encarcelaran ¡Se encargó de todo para que yo pareciera culpable!

Se sentó en uno de los asientos del pasillo y se llevó las manos a la cara, llorando con fuerza, Antonio la vio pero no sabía qué hacer, quería inventarse algo para que ella no llorara más pero por otra parte, también era bueno que ella se desahogara, que sacara todo lo que llevaba dentro. Miro el móvil de Andrea, quien se lo había encargado minutos antes de entrar a la habitación de Cayetana.

Quería decirle que hace unos segundos antes de que el medico la sacara habían llamado del hospital central, avisando que Samuel había llegado grave y con herida de bala, pero al verla tan mal prefirió no decirle nada, no quería aumentar más ese dolor de Andrea, no quería que sufriera más.

Andrea se calmó un poco después de que llegaron a la casa, estuvo con su hijo, jugando con él, lo baño, le dio de comer, estaba nerviosa porque sabía que Samuel no tardaba en llegar por Damián y no sabía cómo reaccionaría al verlo, a pesar de que su mamá le había dicho que Samuel no tenía nada que ver, ella no le parecía así, le había hecho mucho daño, tal vez no por causa de él, pero si hubiera confiado un poco más en ella, las cosas no hubieran llegado hasta ese punto entre ellos.

Se sentó en la cama, con el niño en brazos quien balbuceaba y estaba impaciente desde que habían llegado del hospital, y comenzó a pasearlo.

Andrea: Ya corazón, ya va a venir papá por ti, espera un poquito más.-dijo arrullándolo y le dio un casto beso en la mejilla.- ¿Qué pasa Samuel?-susurro sintiendo una angustia al ver que pasaban los minutos y no llegaba.

Samuel siempre había sido muy puntual al llegar por su hijo, y que ahora no lo hiciera la inquietaba ligeramente, espero una hora más, y luego otra, hasta que se hizo de noche y ella se dio por vencida, el niño había caído profundamente dormido, al haber llorado toda la tarde, como sabiendo que su padre no había llegado por el.

Andrea: No puedo creer que no hayas venido. ¿Por qué?-pregunto acostando al niño en su cuna y se acercó al teléfono cogiéndolo, comenzando a marcar el número de la casa de Samuel.

Andrea: Hola, buena noche, me podrías pasar a Samuel por favor, dile que soy Andrea la mamá de su hijo, que necesito hablar con él.-dijo cuándo una de las sirvientas contesto.

Sirvienta: El señor Samuel aún no ha llegado señora.-dijo y Andrea frunció el ceño, sintiéndose preocupada.

Andrea: ¿Y hace más o menos cuanto salió?

Sirvienta: Desde la mañana, pero no ha regresado.

Andrea: ¿Estas segura que no ha regresado?

Sirvienta: Si señora, yo he estado en la casa todo el día, y el señor no ha llegado, la verdad si me preocupa un poco porque el señor siempre llega de su trabajo y después pasa por su hijo.

Andrea: Bueno, gracias.-dijo con amabilidad y colgó pensando en Samuel y en donde podría haber estado. Se sentó en la cama de nuevo y la puerta de la habitación se abrió dejando pasar a Antonio.

Antonio: Hay, lo siento por no tocar, pero mira lo que te prepare a ti y a, bueno a ti, porque el pequeñín ya me ha ganado.-dijo mirando al niño.-¿Ahora que tienes? ¿Te sientes bien?-pregunto preocupado al ver la cara de Andrea.

Andrea: ¿Hm?-salió de sus pensamientos y lo miro.-Si, es solo que Samuel no llego por Damián, y marque a su casa pero tampoco ha estado ahí.

Antonio: Ah.-dijo nervioso, acordándose de la llamada.-Bueno tal vez se le complico algo en el trabajo y por eso no ha llegado. ¿Cenamos?-pregunto y ella se quedó sin responder, dudando de que Samuel haya puesto el trabajo por delante de su hijo.-¿Andrea?

Andrea: Gracias pero no tengo hambre. Quisiera dormir.-dijo sonriendo ligeramente y Antonio asintió besando su frente.

Antonio: Esta bien bonita, buena noche.-salió de la habitación dejándola sola.

¡Hola lectores y lectoras divin@s!

Bueno como hace tiempo no publicaba seguido, les he compensado un poquito por el tiempo (Que fue mucho, lo se, lo se) que las hice esperar, solo que ahora ya no sé qué rumbo tomar, tenía muchas ideas para esta historia, algunas malas y otras buenas depende de cómo las hubieran tomado, el problema es que ya no sé qué rumbo tomar, tenía planes para Samuel considerando lo mal que ser porto con Andrea, y para el final que ya se acerca, pero los comentarios de muchas y mensajes por privado me han dejado un poco indecisa, así que pienso tomarme unos días para definir mis ideas, claro tampoco pienso pasarme de la raya, no serán mucho días solo dos o tres máximo.

¡Gracias por su comprensión y nos vemos para los capítulos finales!

La Cima Del CieloWhere stories live. Discover now