Capitulo 15

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Andrea estaba en la habitación, harta de tener que esconderse, desesperada por no saber como estaba su hijo o si Samuel lo trataba bien, en otras circunstancias nunca hubiera dudado de que Samuel jamás le haría daño a su hijo, es más, hubiera metido las manos al fuego por él, pero ahora sabiendo que Samuel la odiaba y que solo quería al niño para hacerle daño le erizaba la piel del miedo que su hijo pasaba pero sobre todo estaba cansada de tener que demostrar algo que era frente a Samuel, el jamás le creyó que ella era inocente y eso la mato.

Andrea: ¡Me odio, me odio!-grito con desesperación caminando de un lado a otro de la habitación mientras se metía las manos entre su cabello.-¡Eres una idiota Andrea, una estúpida sin dignidad! ¡Porque lo sigues amando?! ¿¡Porque te sigue doliendo que el no confiara en ti!?

Antonio: ¿Qué es lo que sucede?-pregunto entrando a la recamara y miro como se encontraba Andrea.-¿Andrea que tienes? Porque estas así?

Andrea: Me siento harta, me siento desesperada, dolida, cansada, frustrada de toda esta situación, me duele en el alma estar separada de mi hijo y más me duele tener que esconderme, maldigo la hora en la que conteste la llamada, en la que entre a esa habitación, me maldigo a mi y a quien quiera que haya sido el culpable!-dijo con desesperación comenzando a llorar.

Antonio: Pasara.-dijo sentándose a su lado y abrazándola.-Pasara pronto. Mi hermana se esta encargando de todo lo relacionado con tu caso, ya veras que todo estará bien.

Andrea: Eso espero, eso espero porque no tienes ni idea del dolor que se siente que te separen de tu hijo, no sabes lo que significa para mi como madre ver como me lo quitan de las manos y no poder hacer nada para evitarlo, me siento atada.-dijo llorando.

Antonio: Porque Samuel no creyó en ti?-pregunto mientras la miraba y ella alzo la vista hasta él.

Andrea: Todo daba a que yo era la asesina, a pesar de que no había pruebas, si testigos que me vieron como la única que visito a mi padre esa noche, fui la única que vieron cuando entro, aparte estaba la relación de la hermana de Samuel con mi padre, pero yo no fui!!! te lo juro que no y se lo repetí a Samuel millones de veces y no me creyó!-grito levantándose de la cama.-¡Lo odio por eso! ¡Lo odio porque no creyó en mi! En la mujer que supuestamente amaba! Nos íbamos a casar y...y todo se echo a perder.

Antonio: No te pongas así, el único tonto aquí es Samuel no tu, tu no tuviste la culpa, y ya veras que cuando el reaccione te pedirá perdón.

Andrea: ¡Que ni lo intente! Porque te juro que ganas no me faltaran para matarlo con mis propias manos, si piensa que soy una asesina se lo voy a demostrar la próxima vez que este frente a frente con él.

Antonio: No vale la pena Andrea, y la próxima vez que estés frente a él yo creo que su peor golpe seria verte feliz. Es la mejor forma de demostrarle que pudiste salir a delante y eres feliz sin él.-dijo sonriendo mientras se acercaba a ella y esta lo miro esbozando una sonrisa.

Andrea: No se que haría sin ti, gracias por aparecer en mi vida.-dijo y lo abrazo con fuerza.

Antonio: Gracias a ti por estar a mi lado.-dijo y beso su frente.

Mariela: List...lo siento.-dijo cuando vio que se estaban abrazando.-Es solo que ya llego el taxi para que vayas a Canadá te llevara al aeropuerto y ya tienes también la dirección de mi tia.

Andrea: Gracias, de verdad se los agradezco.

Mariela: No tienes porque, nosotros encantados de conocerte y poder ayudarte, no hay nada que te haga sentir mejor que ayudar a la gente.-dijo y Andrea asintió mientras bajaban.

Antonio: Que tengas un buen viaje.-dijo mientras llevaba sus maletas y Andrea lo miro sintiendo miedo.

Andrea: Por favor, has tiempo para que me vayas a ver.-dijo con la vos entrecortada y Antonio sonrio.

Antonio: Dalo por echo.-dijo y se acerco a besar su mejilla-Buena suerte hermosa...



Samuel estaba en la comandancia, ya estaba arreglando todo lo más pronto posible para que Andrea saliera en libertad, o más bien para que obtuviera, ya que aunque no estaba dentro de una celda ella estaba huyendo y aunque le pesaba que se pudiera estar caminando libremente por las calles se lo había prometido a Claudia y el nunca rompía una promesa.

Llevaba casi tres días dando vueltas y moviendo a sus amistades, le había llevado el niño a Cayetana para que ella se hiciera cargo de él, con la condición de que nunca se lo negara y ahora estaba arreglando las ultimas cosas para retirar la denuncia en contra de Andrea y abandonar el juicio por la custodia del bebé.

Después de eso se subió a su auto y comenzó a conducir hacia la hacienda de Cayetana para poder ver a la única persona que lo hacia sentir feliz, "su hijo".

Samuel: ¿Dónde estarás ahora? ¿Por qué no regresaste? ¿Por qué no buscaste la forma de ver a tu hijo? Tan poco te importa Damián que prefieres ser libre a luchar por él?-dijo y suspiro cuando sintió una opresión en el pecho.-Maldición, quiero encontrarte una cualidad, una maldita cosa buena pero cada vez me decepciono más de ti, y a pesar de eso te sigo amando con toda mi alma.

Dio un golpe al volante y acelero más la velocidad para que llegara más rápido a la hacienda y ver a su hijo, tenia que hablar con Cayetana para ver si ella sabia del paradero de Andrea o por lo menos que le diera una idea de donde estaba.

Samuel: Buenas tardes.-dijo a la empleada quien le abrió enseguida ella lo saludo igualmente y lo dejó pasar sin decir más.-¿La señora esta en el despacho?-pregunto.

Empleada: Si, esta con su esposo, ¿quiere que lo comunique?

Samuel: No, deja yo voy.-dijo y se encamino hacia el despacho, pero antes de tocar la puerta escucho algo que le llamo mucho la atención y quiso seguir escuchando.

Leonardo: Ya deja de sentirte culpable por tu hija, ella es fuerte, joven y seguro lo supera. En cambio nuestro amor no hubiera sido el mismo.

Cayetana: Aun así, no puedo quitarme de la cabeza que por mi culpa mi hija fue a parar a la cárcel. Yo misma la envié ahí si te das cuenta? Ella era inocente, y mentí para protegerte, eso es lo que me atormenta y no me deja vivir...!

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