capitulo 25

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Pasó con una de las enfermeras, explicándole lo que les dijo el doctor, ella lo corroboró y después acompaño a Andrea para cambiarse de ropa, poniéndole la vestimenta adecuada y ambas entraron al cuarto, la enfermera quedándose en la puerta para que Andrea tuviera más privacidad.

Suspiro cerrando sus ojos al verlo conectado a tantos cables, tal y como lo había dicho el doctor el se encontraba mal, estaba blanco, pálido, cuando toco su mano su piel se erizo al sentirla tan fría, Samuel estaba con el pecho desnudo y mantenía los ojo cerrados, se veía tan débil e indefenso, que por unos momentos quiso que fuera aquel Samuel fuerte y decidido que era cuando lo conoció, ella se quitó el cubre bocas, se refresco los labios, paso una mano por su frente, sus dedos se metieron entre el cabello de Samuel y se agacho a depositar un dulce beso en su frente,.

Andrea: Sé que vas a despertar, pero trata de hacerlo lo más rápido posible, tu hijo te necesita, y yo...yo aún tengo muchas cosas que hablar contigo, tienes cosas que saber.-susurro mirándolo y se acercó a besar su mejilla, sintiendo como Samuel apretaba su mano.

Andrea: ¿Samuel?-lo llamo sujetándolo por los hombros, meneándolo ligeramente para ver si el abria los ojos, pero él no respondió.-¿Samuel?-bufo y se apartó de él.-Solo fue un reflejo.-susurro mirándolo y salió de la habitación cerrando la puerta y acompañada de la enfermera.

Llego hasta donde estaban Antonio y él bebé y sonrió acercándose a ellos, cargando entre sus brazos a Damián y dándole un beso en su mejilla, respirando profundamente y dibujando una ligera sonrisa al saber que Samuel estaba bien.

Antonio: ¿Cómo esta?-pregunto cuando llegaron a la casa.

Andrea: El doctor dijo que estaba esperando para ver como evolucionaba, lo vi muy palido, pero confió en que se salvara, Samuel es fuerte y se que no se va a rendir por nuestro hijo.

Antonio: Ni por ti.-dijo dibujando una ligera sonrisa y Andrea lo miro.

Andrea: No digas eso, y aunque el siguiera enamorado de mi, nosotros ya no tendríamos futuro.

Antonio: ¿Así? ¿Por qué?

Andrea: Han pasado muchas cosas.

Antonio: Andrea creo que es momento de que hablemos más claramente.-dijo tomando sus manos con delicadeza.-¿Sigues enamorada de Samuel?-pregunto y ella aparto sus manos alejándose de él poniéndose de espaldas.

Andrea: Claro que no.

Antonio: ¿Me lo puedes decir mirándome a los ojos?-pregunto tomándola por sus hombros para voltearla y que sus miradas se encontraran.

Antonio: Mirame y dime que no sigues sintiendo nada por él.

Andrea: Ya te he dicho que no, que jamás le perdonare lo que me hizo.-dijo y él sonrió con tristeza.

Antonio: Eso no responde a mi pregunta, a pesar del rencor que le tienes ¿Lo amas? Ahora que ya sabes cómo estuvieron las cosas, y que el también fue una víctima, sigues sintiendo todo ese odio que sentías por él?-pregunto tomando su cara y ella bajo la mirada.-Lo sigues queriendo verdad?

Andrea: Se que puedo olvidarlo.

Antonio: No te engañes.

Andrea: No me estoy engañando, se que si me das tiempo.-dijo y él negó.-Quiero compartir una vida junto a ti.

Antonio: No, quieres de alguna manera pagarme y portarte bien conmigo por lo que hice por ti.

Andrea: Ay Antonio por favor.

Antonio: Es la verdad Andrea y creo que lo más sano es ya no seguir con esto.

Andrea: No espera.-dijo pero Antonio puso su dedo en sus labios.

Antonio: Mi hermana pago mi vuelo para que fuera a verla, para que fuéramos a verla a Canadá, pero supongo que solo seré yo solo, no quiero que vayas conmigo.

Andrea: Ahorita no puedo, todo se me complico, pero en cuento tenga oportunidad.

Antonio: No te quiero por ahí, seguiremos siendo amigos, ya que tampoco me imagino lejos de ti. Pero deja de confundirte, tu no me amas.-dijo con lágrimas en los ojos y a ella se le partió el corazón de verlo así.-Tu lo sigues amando a él a pesar de todo, y no se si voy a estar preparado si algún día ese amor que sientes los dos, los une de nuevo.

Andrea: No me hagas esto.-dijo mirándolo con dolor.

Antonio: Solo te quiero pedir una cosa, una última.-puso su mano alrededor de su cuello y sonrió acercarse a ella hasta que sus labios quedaron a pocos centímetros.-Regálame el último beso.

Andrea cerro sus ojos acercándose a él, dejando que las lágrimas acumuladas cayeran y entonces unieron sus labios, roces suaves y con precisión, moviéndose con ritmo, con destreza, Antonio la sujeto de la cintura con sus brazos e intensifico el beso, ella se dejó besar, rodeo sus manos a su cuello y lo pego a ella, besándose con frescura hasta que el ruido del bebé llorando los hizo separarse.

Antonio: Adiós.-dijo acariciando su mejilla.

Andrea: Esto no tiene por qué terminar así, aún no sabemos, aun no se cómo será mi relación con Samuel luego que salga del hospital.

Antonio: Andrea, se feliz, ya sufriste demasiado, no pongas más trabas en tu verdadera felicidad.-dijo sonriendo y subió a su cuarto, Andrea se dejó caer al sofá, pasando sus dedos por sus labios y suspiro sin saber qué hacer. Una parte de ella quería pedirle que no se fuera, pero la otra, se sentía liberada, aunque no sabia de que.

Antonio regreso con su maleta minutos después, se despidió de ella conteniendo las lágrimas, y Andrea también lo miro con lágrimas en los ojos desde la puerta, observando como él tomaba un taxi y se metía dentro, alejándose de ella.

Los días pasaron y Andrea se iba encargando dela recuperación tanto de su mamá como de Samuel, quien estaba cada vez mejor, cuando se enteró que ya había despertado le alegro, pero aún no estaba preparada para hablar con él, por lo que solo iba a preguntar por su estado o si necesitaba algo, no se acercaba a su habitación ni de broma.

Samuel estaba en su habitación, poniéndose el pantalón con ayuda de una de las enfermeras, últimamente ellas lo ayudaban con todo lo que no podía, aun se sentía débil y le dolía el abdomen al realizar cualquier movimiento por lo que una de las enfermeras de ofreció a ponerle el pantalón ya que no tenía quien lo ayudara a vestirse.

Enfermera: Listo.-dijo sonriendo y el abrocho el pantalón.-¿Quiere que lo ayude con la camisa?

Samuel: Yo puedo solo gracias.-dijo sonriendo y la puerta de la habitación se abrió dejando ver a Andrea e inmediatamente la sonrisa de Samuel se agrando dejando mostrar sus dientes.

Andrea: Buenos días.-dijo mirándolo con cierto desconcierto al verlo con el pecho desnudo y miro a la mujer que estaba al lado.

Enfermera: Permiso.

Andrea: Propio.-dijo y escucho la puerta cerrarse quedando sola con Samuel en la habitación.

Samuel: ¿Qué haces aquí?-dijo dando pequeños pasos para acercarse un poco a ella y esta desvió la mirada al verlo acercándose con el pecho desnudo.

Andrea: Vine por ti para llevarte a la casa.

Samuel: ¿A la casa?

Andrea: A tu casa.-se corrigió ella y tomo la camisa para ayudarlo a ponérsela mientras él la veía sin evitar sonreír de alegría.-Aun estas mal así que lo mejor es que te lleve, el doctor dijo que no podías hacer esfuerzos aun así que pedí una silla de ruedas.-dijo terminando de abrocharle la camisa y se intentó separar de él, pero Samuel tomo sus manos, haciendo que ella lo mirara, y se las llevó a los labios sonriendo al ver que ella se ponía nerviosa.

Samuel: Gracias.-dijo con ternura y una cálida sonrisa y ella lo miro fijamente.

Andrea: De.-se aclaró la garganta y lo miro seria.-De nada. Voy a ver si ya tienen lo que encargue.-dijo y salió de la habitación...

La Cima Del CieloTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon