Capitulo 17

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Andrea estaba disfrutando del beso, fue lento, profundo, los labios de Antonio se acoplaban perfectamente a los de ella, se sentían tan suaves que ella no 'pudo evitar corresponderle de la misma forma en la que el le estaba besando. Antonio la tomo de la cintura y la pego a él, profundizando un poco más el beso, hasta que sintió que el aire no le llegaba más a los pulmones.

Antonio: Perdón si fui un poco precipitado pero ya no me pude aguantar más, en estos meses que han pasado me has hecho sentir muchas cosas Andrea.-dijo sonriendo pero Andrea negó.

Andrea: No tienes por qué disculparte Antonio. Yo también te seguí y, para ser verdad, también quería besarte, en este tiempo te has portado tan bien conmigo que de pronto sentí la necesidad de besarte, ya no sé qué haría si no te tuviera junto a mí.-dijo dibujando una sonrisa y le tomo de la cara volviéndolo a besar, más lento y corto que el anterior.

Antonio: ¿Entonces si yo te lo pidiera me darías una oportunidad?-pregunto entusiasmado.

Andrea: Hmnnn te diría que, ¿No se? Que te diría.-dijo fingiendo pensar y el sonrió besándola en la mejilla.

Antonio: Por favor no me hagas esperar más que moriré lentamente.

Andrea: Si.-dijo soltando una risita.-Claro que si.

Antonio: ¿Qué? ¿De verdad estás hablando enserio Andrea?

Andrea: Creo que ya he pasado muchos años sufriendo por alguien que no me merece, que me ha hecho sufrir, quiero y estoy dispuesta a olvidar a Samuel, si tú me ayudas claro.-dijo con una risita en el rostro y Antonio sonrió.

Antonio: Claro que sí. Cuanta con ello.

Entonces la volvió a besar, y Andrea sintió felicidad y tranquilidad al mismo tiempo, estaba segura que al lado de Antonio no solo olvidaría a Samuel, sino que también podría vivir feliz por siempre y para siempre.

Pero también tenía asuntos que atender, como recuperar a su hijo, tenía que encontrar la forma de enfrentarse a Samuel, una vez el le había dicho que nunca más iba a permitir que estuviera al lado de su hijo. Que equivocado estaba al pensar eso.

Antonio: ¿Qué dices si te invito a cenar?

Andrea: Diría que me encantaría.-dijo sonriendo.-Pero primero tenemos que ocuparnos de los asuntos verdaderamente importantes, y disfrutar después, por ejemplo yo tengo un trabajo con el que cumplir y tu también tienes que estar en el hotel.

Antonio: Esta bien, entonces a la noche vuelvo, solo llamare para que me informen que tal van las cosas.-dijo y ella asintió.

Andrea: Adiós.

Antonio: Adiós.-abrió la puerta y salió.

La mañana estaba fresca, el sol apenas estaba saliendo y Samuel lo contemplo, parado desde la terraza, volteo al escuchar un pequeño llanto y se dio cuenta de que su hijo acababa de despertar, sonrió al verlo y camino hasta él para cargarlo.

Samuel: Tan temprano despierto. Eso lo heredaste de papá seguramente porque mamá no creo, no recuerdo que fuera tan madrugadora.-dijo cargándolo entre sus brazos.-Sabes en que estaba pensando, que por tantos problemas no hemos tenido oportunidad de convivir, así que hoy nos vamos tu y yo, solitos al parque.

Sonrió al ver como el niño le sonreía y llevo a la cama para cambiarlo y asearlo, poniéndole su pañal nuevo, y un conjuntito color amarillo que le había comprado desde antes que naciera, alegrándose de que le quedara tan bien.

Mientras lo arreglaba su mente lo llevo hasta la imagen de Claudia, ella había querido ver eso, siempre le decía que lo que más le alegraría era que el pudiera estar feliz al lado de su hijo y ahora que por fin estaba cumpliendo su deseo ella ya no estaba ahí para mirarlo.

Samuel: Pero no nos pongamos tristes que estoy seguro eso no le hubiera gustado a Claudia. Al contrario, ella querría vernos felices y contentos.-dijo y comenzó a reír al ver como Damián comenzaba a balbucear, chupando sus manitas.-Siii eso es, también platicar mucho si quieres.

Lo tomo entre sus brazos de nuevo y preparo su pañalera, viendo que tuviera todo lo necesario, salió cerrando la puerta y lo llevo al parque. Quiso llevarlo en la camioneta, pero prefirió que era mejor caminar con él así podrían estar más tiempo juntos.

Damian: Ah ha, bla, magh.-dijo mirando a un señor que sujetaba unos globos y Samuel soltó una risita observando con ternura a su hijo.

Samuel: ¿Qué?

Damian: ¡Ha!-dijo mirándolo y el comenzó a reír.

Samuel: ¿Quieres un globo? Vamos a comprarte un globo.

Caminaron a donde estaba el señor y le compro el globo más grande que tenía, y de color rojo, se sentó en una de las bancas del parque y sujeto el globo a la manita de Damián para que no se le fuera a escapar.

Samuel: No cabe duda que tener un bebé es el cielo, es como, como si te volvieras a enamorar.-dijo pensando en Andrea y la sonrisa que traía de hace unos segundos se desvaneció.-Eres muy especial Damián, perdóname por el daño que le hice a tu mamá y a ti, se que no puedo regresar el tiempo atrás, pero compondré todo lo que tenga solución.-susurro acariciando la cabeza del bebé y le beso la frente.-Solo tenemos que esperar a que la encuentren, y estoy seguro que muy pronto el detective nos tendrá noticias, el es muy bueno en su trabajo.

Sonrió y se levantó con el bebé en brazos, intentando subirlo a cada jueguito que estaba en el parque, viendo con satisfacción como Damián sonreía con alegría y balbuceaba.

Samuel: ¿Si?-pregunto contestando su celular, teniendo a su hijo en brazos.

Agente Morales: ¿Señor Samuel Gallardo?

Samuel: Si, soy yo, dígame.

Agente Morales: Lamento decirle esto, pero el señor Leonardo escapo.-dijo y Samuel frunció el entrecejo.

Samuel: ¿Qué? ¿Cómo que escapo?

Agente Morales: Íbamos a la casa para hacerle un interrogatorio por la denuncia que usted impuso, pero cuando llegamos el ya no estaba, revisamos por toda la casa y no había ni un solo empleado más que la señora Cayetana, con un disparo en el vientre, estaba muy grave cuando la trasladaron al hospital.-dijo y Samuel apretó el celular entre sus manos.

Samuel: Maldito seas Montalvo...

Andrea estaba preparándose para salir, tenía un vestido rojo pegado a su cuerpo, el cabello suelto y unas zapatillas negras que hacían juego, se sentó frente al buró, viéndose al espejo mientras escuchaba la televisión, pero el nombre de su mamá la hizo voltearse y detener su corazón.

###: Y hoy, nos han informado que la prestigiosa hacendada Cayetana Belmonte, ha sufrido un atentado en su propia casa nada más y nada menos que por su esposo Leonardo Montalvo, pegándole un tiro en el vientre, escapando inmediatamente del lugar, fuentes cercanas aseguran que no tiene muchas posibilidades de sobrevivir.

Andrea: No, mi mamá no.-dijo con lágrimas en los ojos.

La Cima Del CieloWhere stories live. Discover now