Capitulo 28

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Después de esa platica y del beso, Andrea no le había dado una respuesta y él tampoco se molesto en obtenerla, decidió no desaprovechar ninguna oportunidad con ella, desde que salió del hospital, y ella llevaba diario a el pequeño Damian las cosas iban mejor, el aprovechaba ese pequeño tiempo para hablarle lindo, le escribía cartas, frases que la dejaban confundida pero le gustaba, aunque aun no estaba del todo convencida de perdonarlo.

Las horas para lo dos pasaban rápido, más rapido lo que pensaban ambos, estaban entre risas y alegrías disfrutaban al lado de su hijo, quien parecía más tranquilo y ya no lloraba tanto desde que estaba con su papá, y desde que ellos se llevaban mejor.

Ahora ella estaba ahí, parada frente al jardín, observando como Samuel cargaba al niño y se sumergía con él dentro al agua de la piscina, era apenas un bebé pero él tenia razón al decirle que no hacia bien en sobre-protegerlo.

Andrea llevo una mano a su pecho e inconscientemente dibujo una sonrisa cuando vio a su hijo reírse, era como si algo de ella le diera cosquillas y la hiciera sonreír, nunca había sentido esa sensación de ternura y amor al ver tan escena. Se fue acercando a ellos y el niño comenzo a manotear cuando la vio, salpicandole agua a la cara, ya que estaba a un lado de ellos, no sumergida pero si a la orilla.


Samuel: ¿Porque no entras?-pregunto sonriendo al ver sus ojos repletos de emoción.


Andrea: No traje bañador.-contesto ella como si aquella proposición le diera igual, aunque ella sabia que no era así y que quería ir con él, sumergirse y pasar un momento con Samuel y su hijo.


Samuel: Eso no te importaba antes.-dijo y la sonrisa de Andrea se desvanecio un poco, pero a como estaban las cosas, ya no le importaba tanto como antes el que sacara un tema del pasado, y eso le alegraba porque sabia que iba mejorando y cada vez iba dejando el pasado atras.


Andrea: Tu lo has dicho, eso fue antes, ahora me da un poco de vergüenza, y no me corresponde pasar tiempo junto a ti, si te traigo a tu hijo es para que pases tiempo con él, no pienso quitártelo.


Samuel: Que considerada.-dijo sonriendo y ella rodó los ojos.-Anda, se que quieres, lo veo en tus ojos.


Andrea: Vaya ahora lees los ojos. Eso si que es nuevo.-dijo en ironía y desvió la vista mirando hacia el cielo.


Samuel: Por favor Andrea, animate.-dijo sonriendo y le tomo la mano.


Andrea: No samuel, ya te dije que no quiero, juega tu con él niño.


Samuel: Te tirare sino te metes tu sola.-dijo dibujando una mirada traviesa y ella frunció el ceño, clavando su vista en el agarre de su mano. De pronto todo tuvo sentido para ella.


Andrea: Ni se te ocurra, ¡lo digo muy enserio!-grito cuando sintió que Samuel ejercía fuerza sobre su mano.-Samuel, es muy enserio.


Samuel: ¿Te enojaras mucho conmigo?-pregunto de forma inocente y ella trago seco.


Andrea: Suelta mi mano inmediatamente. Samuel te juro que si haces eso yo.-dijo pero antes de terminar de hablar ya había soltado un pequeño grito cayendo al agua, totalmente fría,saliendo a la superficie poco después, fulminando a Samuel, quien la había aventado y estaba con el pequeño en brazos.-¡Eres un estúpido!


Samuel: No te enojes, sabia que te gustaría.-dijo comenzando a reír al verla y ella lo miro fulminante mientras se quitaba el agua de la cara. Quería ir y golpearlo, decirle palabrotas, estaba enojada, pero para sorpresa de Samuel ella comenzó a reír, sorprendiéndose de la misma forma.

Andrea: ¡Eres un tonto mira como me dejaste! No traje otra ropa y ahora estaré toda mojada.-dijo queriendo portarse ruda, pero esa situación le parecía divertida.


Samuel: Eso no es problema, no te preocupes.-dijo el animado y ella negó con un movimiento de cabeza.


Andrea: Eres un infantil.-dijo quitándose la blusa y poco después el pantalón, quedándose en ropa interior, ante la mirada intensa de samuel.


Samuel: Puede ser, pero ser infantil trae sus recompensas.-susurro aun sin dejar de verla y ambos se miraron a los ojos.

De pronto Andrea alzo la vista y se topo con los ojos color miel de Samuel, dándose cuenta que estaban a solo unos cuantos centímetros de distancia, sentía su cálido aliento en su cara y su respiración era agitada, el pequeño estaba jugando con el agua, agitando sus manitas y salpicandoles mientras reía y balbuceaba pero nada les importaba, en ese momento nada existía más que ellos dos, pero justo cuando se estaban acercando una voz revento esa burbuja en la que estaban, haciendo que los dos regresaran a la realidad.


Empleada: Joven samuel.-dijo llegando con un teléfono en sus manos y Andrea se separo de él.


Samuel: ¿Si?


Emplada: Lo llaman, lo siento.-dijo al ver que había interrumpido el momento, y entragandole el teléfono se retiro del lugar.


Samuel: ¿Si diga?


Oficial: Si, buenas tardes señor Samuel, habla el comandante Linares, le tengo noticias del señor Leonardo Montalvo.-dijo y Samuel frunció el ceño al escuchar de quien se trataba.-Después de que le aya disparado y comenzáramos con la investigación, dimos con su paradero, lamentablemente cuando el trato de escapar perdió el control del auto y este rodó barranco abajo, temo informarle que el señor Montalvo a muerto.


Samuel: ¿Como dice?-pregunto impresionado por la noticia y Andrea se acerco a él preocupada.


Andrea: Pasa algo malo?-le susurro tomandole del brazo.


Samuel: Si, esta bien, gracias por informarme.-dijo y colgo, clavando su vista en Andrea.


Andrea: ¿Que pasa Samuel?


Samuel: Leonardo murió...

La Cima Del CieloWhere stories live. Discover now