25.- Charlie

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No soporte mucho tiempo la escena y vomite. Zabri igual hizo lo mismo.

No pude soportarlo mucho, así que cuando termine de devolver mi comida seguí moviéndome para buscar la Cornucopia. Corrimos varios tramos de pasillos hasta que en un giro de 270° entre a un corredor lleno de espejos.

Los espejos estaban incrustados dentro de las enredaderas, tenían distintas formas y tamaños. Avance con paso vacilante en el pasillo hasta que un denso humo blanco comenzó a salir de algunos espejos. Nervioso empecé a retroceder algunos pasos para regresar por donde vine pero mi espalda choco contra algo.

Enormes cilindros de metal me bloqueaban el paso.

Estaba atrapado en ese pasillo.

¡Oh no! Zabri estaba siguiéndome a pocos metros. Los barrotes nos separaban. Quizá era parte del Plan de los Vigilantes. Como si lo invocara Zabri giro estrellando su cara contra los barrotes. La nariz del chico empezó a sangrar.

-¿Qué carajos? ¿En serio?-

-Es peor para mí porque estoy dentro con los espejos- contesto.

-Supongo que por el momento es un adiós temporal-

-Eso espero –exhalo y prosigo- te veo en la Cornucopia a las 6 ¿Va?-

El chico se despide. Cada uno toma un rumbo distinto.

Regreso mi vista al corredor de los espejos. El humo ha subido hasta mis rodias pero noto que no se ha detenido y sigue aumentando poco a poco. Al principio camino despacio con la vista parcialmente hacia abajo por si tropiezo o hay alguna trampa de suelo.

Un grito me pone en alerta. Levanto la vista buscando el origen del grito pero no hay nadie en el corredor. Escucho otra vez el grito pero esta vez a mi derecha. Instintivamente me pego a la pared de la izquierda mientras veo donde surgió el grito.

Lena es la que está gritando. Eso es imposible, ella murió en la montaña. El grito se repite otra vez, mientras me tapo los oídos me doy cuenta de que a lado de la figura de Lena esta una persona igual a mí en la misma posición en la que estoy.

Por la sorpresa del increíble parecido golpeo mi cabeza contra el muro mientras mí gemelo hace lo mismo. Solo así caigo en la cuenta de que es mí reflejo en él espejo. La figura de Lena ha de ser un sádico truco de los Vigilantes.

Mientras sigo avanzando voy observando que en cada espejo hay un tributo muriendo de una forma, por eso el porqué de los gritos. Cuando he avanzado todo el corredor y llego al final del pasillo me encuentro con más barras que me impiden el paso. Lo único diferente es que detrás de las barras hay un enorme espejo reflejándome.

El pánico me invade el cuerpo. Los gritos cada vez se vuelven cada vez más fuertes hasta que me duelen los oídos. En mi reflejo estoy con la muñeca izquierda vendada, los ojos rojos, raspones por la cara y en mis brazos. Tengo la mirada vacía y perdida. De pronto empiezo a reírme como un loco.

Noto el sudor que me cae por la frente mientras estoy temblando de pies a cabeza por culpa de mi reflejo. En el espejo levanto la daga para atacarme a mí mismo. Tomo la daga verdadera pero el mango está hirviendo. Con el calor quemándome la mano clavo la daga en el espejo. Varias cosas suceden a la vez. Una ráfaga de aire envuelve mi cuerpo, la daga se enfría de golpe, el espejo se rompe por completo pero lo que no esperaba es que la tierra se sacudiera. Me dio la impresión de que giro por unos segundos.

Cuando me recupere descubrí que ahorita estaba fuera del corredor de los espejos. Para ser más exactos estaba del otro lado del corredor. Las barras seguían en el mismo lugar mientras que yo estaba del otro lado.

Apenas estuve consciente de que no estaba encerrado, mire mi reloj para ver la hora. Tres de la madrugada. ¡No podía ser que estuviese atrapado tanto tiempo en el corredor de los espejos! Mire de nuevo el reloj pero seguía igual.

¡Demonios! Ahora me quedaba poco tiempo para buscar la Cornucopia. A penas quite la vista del reloj me puse a correr. Doblando pasillos, izquierda, derecha. Saltando secciones destruidas. Al principio encontraba primero la sonrisa sangrienta y después el cadáver del Tributo. Siempre en ese orden.

En una encrucijada encontré el cadáver de Lena. Todo su cuerpo estaba lleno de raspones. De su cabello le caían unas gotas de sangre mientras que sus manos y pies estaban amarrados con alambre. Por si no fuera suficiente, en el abdomen tenía enterrado sus dos cuchillos.

Mi cabeza empezó a dar vueltas por la escena. El reloj empezó a vibrar y marcaba las cinco. Solo tengo una hora para encontrar la Cornucopia pero no sé dónde demonios esta. Si tan solo tuviese una pista.

Pista.

La palabra me da vueltas en la cabeza hasta que recuerdo que Jansón Templesmith nos dijo que siguiésemos los indicios. Creo que las caras sangrientas junto con los cadáveres son el indicio que debo seguir. Supongo que mientras más cadáveres encuentre en el camino más cerca estaré de la Cornucopia.

Observo el cadáver de Lena. Sus manos apuntan hacia la derecha así que me arriesgo a seguir ese túnel.

No he corrido mucho tiempo cuando encuentro el cadáver de Merry. Sus manos apuntan hacia la izquierda. Hago caso a las señas sangrientas. Pasillo de la izquierda.

Mientras más me interno en los corredores voy encontrando las caras sonrientes hechas con sangre. Los cadáveres de los tributos caídos me guían a contra reloj hasta que en un último giro entro al Claro dónde está la Cornucopia.

El cielo sigue gris así que todo está bañado en luz gris. Me pregunto cómo verán en los Distritos este giro inesperado del Vasallaje. Supongo que en algunos lo ven como una enorme burla del Capitolio.

No tengo más opción que seguir jugando si quiero ganar. De los demás pasillos salen los otros tributos.

Cuatro chicas y Ocho chicos (Incluyéndome).

Todos con múltiples heridas.

Algunos tenían un brazo vendado u otra parte del cuerpo. Todos estaban con sus armas. Todos tenían sus mochilas. Todos sucios. Todos con una mirada de locos.

Patty estaba viva pero mostraba una hostilidad enorme hacia Zabri y yo. Solo esperaba que no se encontrara conmigo porque creo que podría asesinarla...

-¡Son las seis en punto!- proclamó una chica que tenía una pluma en una trenza.

Como si ese anuncio hubiese activado la Fase Dos, varias partes de los muros del claro se pusieron opacos y se cubrieron de una bruma blanquecina. Unos segundos después se evaporaron totalmente. Casi de inmediato percibí el cambio en las paredes: varias secciones se habían transformado en una superficie plana de un color gris sucio y tenebroso, que emitían una luz trémula.

Kriz el chico del Distrito 12 fue el primero en correr hacia la Trans-Plana. Antes de llegar acelero el paso. Sin vacilación entro corriendo a la Trans-Plana; su cuerpo desapareció por completo del claro.

LaTrans-Plana empezó a esfumarse.

Los Juegos del Hambre (Primer Vasallaje)Where stories live. Discover now