DEADLY OBSESSION [HunHan]

CAPÍTULO: 37

POV SEHUN

"Cuando tienes en cuenta cómo la sociedad puede persistir en su ignorancia, sólo debes tomar una opción. Matar el mal desde raíz, es matar a todos los desobedientes"

DE LA MANO DE OMS. 

Hay veces en la vida donde todas tus esperanzas se mueren, de a poco, como si las hojas de un árbol seco se fueran cayendo en picada al suelo, cuando tenía trece años todo se había ido a la mierda, mi padre había sido infectado por su ex-amante Donghae que aún buscaba venganza. Y en cuanto cumplí quince él mismo había venido hasta mi casa para llevarme a la base de la MSNC.

Poco a poco entablé una relación de amistad con Kai, el chico nuevo que había sobrevivido con los rebeldes que Vivian en las afueras del muro.

La OMS aseguraba que ellos también estaban infectados, y la Nueva Corea se lo creía, pero en realidad no era cierto, había vida más allá de los muros. Y Kai era la prueba de ello. Nunca me contó la historia completa pero traté de entenderlo.

En cuanto Donghae me dejó en la MSNC el frio impactó punzante en todo mi cuerpo, era molesto y me costaba ver al frente. GD y Daesung para ese entonces ya habían ganado experiencia con 20 años encima y un par de pistolas.

El tiempo fue pasando desapercibido por mis narices, la vida era una mierda cuando no teníamos nada que hacer en la base militar. Aunque tenía que admitir que las caderas y piernas de Joy la enfermera del escuadrón cuatro, siempre se paseaban por mi camino, ella era increíble a la hora de hacerlo con alguien.

En realidad todo estaba bien, hasta que ella abría la boca. Le había dicho millones de veces que no la quería, que nuestra relación sólo era sexual.

Pero el resultado del día de la prueba que la OMS hacia a todos me había arrojado una respuesta, Park Soo Young era mi pareja designada con un 100% de compatibilidad, desde ese día ella nunca más se alejó de mi lado, incluso me había llevado a conocer su casa, sus padres eran buenos, quizá mucho.

Una de las tantas noches en las que la había llevado a pasear del lado seguro, ella preguntó si la quería, al no encontrar respuesta desapareció por entre la gente que también caminaba por el lugar, no la seguí.

Desde aquel día ya no volví a verla, ni en la base, ni en la calle, en ningún lado. Hasta que uno de sus padres vino a darme la mala noticia, al parecer ella se había suicidado, me sentí más mierda de lo que ya era.

Kai estuvo allí para ayudarme a superarlo.

Sus padres pasaron dos años reclamándome sobre su hija y el daño que le había hecho, hasta que me fui de casería con Donghae, él siempre me trataba como si fuese su hijo, era atento y además de todo me dejaba dormir en los mejores lugares cuando salíamos de la Nueva Corea.

Luego conocí a Luhan, fue allí donde supe la definición de la palabra “hogar”, el chico de cabellos castaños claros y ojos inocentes que se paseaba por las calles de la Nueva Corea sin darse cuenta si quiera de que era vigilado por los hombres de Donghae.

El día del rescate fue un accidente, él no debía estar allí, por eso le salve, aunque fuera el hijo del hombre que había matado a mi padre. Una parte prudente de mi inconsciente me obligó a tomarlo por la cintura y  resguardar su bienestar.

— ¿Sabes a quien te has cargado y salvado la vida? —Preguntó Kai fingiendo seriedad, pero ocultando una sonrisa en sus labios.

—A un chico con cara de muñeca de porcelana que está bien bueno—Recordé el molde de su cuerpo en mis brazos cuando lo había tomado de la cintura.