DEADLY OBSESSION [HunHan]

CAPÍTULO: 39

POV LUHAN

"El amor no es la cura del PIH y nunca lo será. El amor sólo convierte en idiotas a las personas"

DE LA MANO DE OMS.

El flirteo que Sehun hacia conmigo era como un veneno posesivo. 

Podría haber sido cualquier otro soldado que caminaba por la noche resguardando la base Wu, pero a todas luces Sehun era atractivo por la forma en que su cuerpo macizo llenaba el traje de la MSNC.

Lo habría mirado dos o tres veces más antes de irme a dormir. No me intimidaba, pero seguía siendo peligroso y oscuro, con ropa elegante, con uniforme de soldado, con bata médica, Sehun no era un hombre para ser tomado a la ligera.

Me tendió una mano y yo la tomé.

El roce de su cálida piel contra la mia me produjo una sensación de hormigueo, el ahora pelinegro permaneció a pocos centímetros de distancia, el aire entre nosotros estaba crepitando por la tensión acumulada.

Ya había pasado una semana entera desde la cual los muros caían en toda la Nueva Corea, Kim Minseok no había vuelto a dar señales de vida, y Kris se había ido a Rusia para contrarrestar el mandato de su padre y la OMS. Sehun dio un paso hacia mí, con los ojos oscuros y ardientes.

—Tengo que besarte—Murmuró de repente.

Entonces me cogió la barbilla con rapidez, ladeó la cabeza y unió su boca a la mia.

Sus labios eran firmes, suaves y húmedos. Me introdujo la lengua hondo, y la froto con la mia, la sacó y la volvió a meter. El roce cálido de su lengua me hizo reaccionar, el suelo vacilaba en mis pies, de manera que tuve que agarrarme de sus hombros para no caer.

—Sehun…—Respiré de forma temblorosa.

Había llegado a un grado de desesperación por sus caricias, lo deseaba a un punto único, no eran solo sus besos, quería más y él lo sabía.

—Tenemos que ir a comer—Anunció a milímetros de mis labios.

—No tengo hambre—Reclamé.

—Al menos no de comida—Dijo y fingí lanzarle una mirada molesta que él evadió con una sonrisa.

— ¡Si no vienen en este instante, me comeré su comida! —Gritó Kyungsoo desde la puerta de la base Wu.

— ¡Ya vamos! —Sehun me miró con recelo.

—Sigo molesto contigo por querer pegarle a Lay—Dije recordando lo que había pasado hace tres días atrás, cuando Sehun nos encontró riéndonos un poco de Kris.

—Ya lo sé.

—Pero aun así te amo.

— ¿Quién no podría amarme? —Le di un golpe en el brazo—Ya, solucionaremos las cosas—Soltó el aire—En la noche, ahora vamos—Empezamos a dar pequeños pasos hasta llegar al comedor provisional que Lay y los otros habían hecho. 

En mi interior, algo dejó escapar un suspiro de felicidad, y mi cuerpo se relajó por el placer de sentirle a mi lado. Lo deseaba constantemente, con una intensidad que dolía como de la mierda.

— ¿En qué estás pensando? —Murmuró muy cerca de mí.

—En lo jodidamente guapo que eres, he pensado que ya debo dejar de verte así—Fingí ironía.

—Jamás. Tu deber es verme siempre como me vez ahora—Me rodeó con los brazos en un acto posesivo.

Hundí mis dedos en su espesa cabellera para sujetarme cuando comenzó a besarme.