#13: Jesus Coma? (Parte 2)

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No me importaba el que no la conociera, porque yo la quería ver. Quería ver a la chica que tenía a todos preocupados, incluso a mí. Claro que también me hubiera gustado que cuando la conociera pudieramos hablar, y si se daba la oportunidad, poder llegar a ser amigas. Finn había hablado conmigo sobre lo linda que era, y que también era una de las pocas que lograba soportar su temperamento, y días en los que está verdaderamente difícil. Me enseñó una foto de ella que tenía en el celular, y era muy bonita. Finn me dijo, y estoy citando; ''Es una chica muy linda, siempre vas a pasar un buen rato con ella.'' Me enseñaba fotos donde ella y el jugaban, y se me hacía raro verlo así. Aunque si habían algunas que Zoella le tomó sin permiso, incluso me mostró un video, en el que Finn se quejaba y cosas como esas, las cuales me hicieron reír. Él estaba en estado de negación. No quería pensar en el hecho de que ella no fuera a abrir los ojos en ningún momento del día, o al menos no lo había hecho hasta ahora. Y cuando lo estaba, pensaba en lo peor; por lo que ya había recibido un par de regaños por mi parte.

-¿Desde cuándo se conocen? Tu, Joe, Zoella -Le pregunté después de unos cuantos minutos de silencio. Como había dicho antes, el silencio no era mi cosa favorita en el mundo, a parte, quería sacar un nuevo tema de conversación.

-Ah, creo que, desde que tengo 4 años. -Contestó, con la mirada fija en el techo.- Ellos antes vivían en Berkshire, pero sus papás tenían mucho trabajo, así que se mudaron a aquí.

-¿Y sus padres? ¿Dónde están? ¿Por qué no están aquí con Zoella? -Pregunté. Ahora que me pongo a pensar, me doy cuenta que en este tiempo, todos menos sus padres han venido al hospital para ver cómo estaba.

-No creo que vayan a estar aquí pronto. -Contestó Joe por Finn, incorporándose en nuestra pequeña conversación. -Los llame después de llamar a la ambulancia, y dijeron; ''¿En serio? ¡Mi niña! Lo siento, hijo, pero no vamos a poder regresarnos a Londres. Tenemos juntas muy importantes en los próximos días. Esperamos que se recupere, de verdad.'' -Joe rodó los ojos, y yo lo miré un poco sorprendida. Su hija esta en coma, ¿y no hacen nada por venir a verla? El castaño a mí lado se encogió de hombros, quitándole importancia. -No pasa nada. Sé que son mis padres, pero mis abuelos son los que se han hecho cargo de nosotros.

-¿Y tus abuelos por qué no están aquí?

-Si lo están. -Respondió con un asentimiento de cabeza. Se calló por unos segundos, para luego aclararme lo que pasaba, debido a mi gesto de confusión-: Están internados en éste hospital. Mi abuela tiene cáncer en la sangre; leucemia. Y mi abuelo tiene problemas con su corazón. -Wow. En verdad que este chico lo está pasando muy mal en estos momentos. Es verdad que todo mundo tiene problemas. No siempre eres la única. Porque siempre habrá alguien que lo lleva más difícil que tú.

Yo sé que no soy la persona más feliz del mundo, y mucho menos la más querida. Y eso ya me lo han dejado bien claro. Si mi propio padre no me tiene el suficiente cariño, ¿por qué otros habrían de tenerlo? Algo he de tener mal.

*

Pasar el día en un hospital no es lo más divertido del mundo. Para nada. Había estado desde la una de la tarde aquí en el hospital, después de darme una ducha, cambiarme y desayunar. Pero no culpo a nadie. Bien podría estar en el departamento de los mellizos, con el portátil en mi regazo mientras checaba mi Facebook, Twitter o leía alguna buena novela por internet, en lugar de estar aquí, en un hospital con una muy mala recepción. Pero esa fue mi decisión. Quería estar aquí.

-¿Si puedo? Solo un rato. -Le pedí a Finn, después de resignarme y aceptar que el Wi-Fi de aquí era basura.

-No veo por qué no. A las 6 comienza la hora de visitas. -Musitó sin apartar su vista de su teléfono. Parecía estar enviándole un mensaje a alguien. Guardo el móvil en el bolsillo de su chaqueta y me volteó a ver, luego al pequeño reloj de color negro que llevaba en su mano izquierda.- Justo ahora.

Se levantó, y yo hice lo mismo. Fuimos con la misma enfermera de la madrugada, la que no podía alcanzar algunas cosas por su baja estatura, y Finn se acercó para decirle que pasaría a la habitación de Zoella Sugg. Habitación 174, piso B.

No sé por qué me sentía nerviosa. Reí en mi interior por el extraño sentimiento que me invadió, tratando de ahuyentarlo. No sé por qué sentía una cierta preocupación por ella. Porque Finn parece ser un muy buen amigo de ella, debe ser por eso.

Finn giró lentamente la manija fría de la puerta, y la abrió, para dejarme entrar. Me adentré en la habitación y ví a una chica con pelo castaño, con mechas rubias por debajo de la mitad de lo largo de éste. Tenía una venda rodeando toda su frente, con yeso en un brazo, y una pierna rota.

-Los golpes en el brazo y la pierna no fueron tan, tan graves. No como para estar muy preocupados. Algo que se cura con el tiempo. -Dijo el chico que me acompañaba, acercándose a ella.- Lo que preocupa fue su golpe en la cabeza. Cuando cayó al piso después del golpe, la cabeza se la golpeó muy fuerte con el asfalto. -Prosiguió después de unos cuantos segundos. Tocaba su cabello suavemente con su mano, y la miraba con ternura y preocupación.

-Ow. -Caminé hacia ella, acercándome a la cama del lado derecho. Finn estaba del lado izquierdo. -¿Desde cuándo son novios? -Pregunté. Era lo que me había estado preguntando desde hace mucho tiempo. Finn rió bajito.

-No es mi novia. -Contestó divertido. -Es mi mejor amiga. ¿Celosa? -Contestó aún con un aire divertido.

-Pff, no. Solo pensé.

*

La hora de visita había terminado, y por fin convencí a Finn de ir al departamento. Debía darse un baño, y descansar. Luego por la noche, iríamos a un Starbucks que no estaba lejos de aquí, para que recargara energías para volver.

No había visto a Jack en todo el día. Probablemente estaría con Caspar.

Había ido al baño del hospital, y Finn por mientras me esperaba mientras platicaba con Dan en la sala de espera.

Venía jugando con mis manos y miraba hacia el piso cuando caminaba hacia la sala de espera. Cuando estaba tan solo a dos metros de ellos, noté una figura en traje, que por algún motivo se me hacía conocida. Dan tenía una expresión fría, y Finn solo estaba serio.

No quise interrumpir, así que pasé por su lado, tomando mi pequeño bolso y colgandomelo por mi hombro. Cuando levanté mi mirada, me topé con esa cara totalmente familiar.

¿Por qué esta él aquí?

-¿John?

jack & finn harries • descontinuadaWhere stories live. Discover now