#19: Unexpected events.

8.2K 376 44
                                    


Un raro olor me había despertado desde hace unos minutos, pero era extrema la cantidad de flojera que tenía para levantarme que ni siquiera ganas tuve de abrir los ojos. Escuchaba el sonido de las hojas en el suelo crujir, pero no le tomaba importancia.

-¡¿QUÉ DEMONIOS...?! -Escuché una voz chillar. Rachel. Aún seguía sin ganas de abrir los ojos, pero estaba gritando demasiado. 2 segundos después, abrí los ojos encontrándome a un Rachel corriendo en círculos y escuchaba unos ruidosos bramidos que hicieron que me dolieran un poco los oídos. Caspar y Jack se levantaron sobresaltados como si hubieran tenido la peor de las pesadillas y yo solo reía. -¡Vete, vete, vete! -Rachel comenzó a aventarle rocas al pobre venado y éste salió corriendo, soltando otro bramido. Suspiró pesadamente y se tiró en el suelo.

-¿Qué rayos hacia un venado aquí? -Reí, sorprendida. En realidad no me importaba mucho lo del venado, la risa tapaba todos mis signos de posible preocupación.

-Lo mismo me gustaría saber a mí. -Bufó Rachel.

-Esto es un bosque. -Comentó Caspar obvio.

-Ese estúpido venado me dio el susto de mi vida.

Los cuatro reímos y nos volvimos a aventar al suelo.

-Ey, ¿qué hora es? -Pregunté antes de que nos volvieramos a quedar dormidos.

-Son... -Jack sacó su teléfono-. Apenas las 10 de la mañana.

-Bien, entonces tenemos tiempo de regresar al carro.

Comenzamos a caminar, al parecer mi tobillo ya estaba mucho mejor. Ya no sentía casi nada y podía caminar. Lo único que necesitaba era reposo.

Y así fue como nos la pasamos toda la mañana, caminando, en busca de la carretera.

-¡Si! Por fin, aquí estás. -Rachel casi se tiró en la orilla de la calle.

-Bien, ¿y ahora qué? -Preguntó Jack metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón.

El auto de Jack estaba a 20 metros aproximadamente, del otro lado de la carretera, así que lo primero que hicimos fue ir hacia allá.

Caspar era el único al que le quedaba batería a su celular, así que el caminó hacia adelante, tratando de encontrar algo con lo que pudiéramos contactar a alguien para que viniera por nosotros.

10 minutos después lo habíamos perdido de vista.

-¿No tienes algo de comida? Estoy muriendo de hambre.

-Creo que sí, habíamos traído algo de botana para el camino, pero lo olvidé. -Abrió la puerta del copiloto y sacó 2 paquetes grandes de papas fritas y una coca-cola de 2 litros. Y convenientemente, vasos también.

No pasó ni media hora cuando ya no había nada.

-Y ahora, también perdimos a Caspar. -Comenté mirando por el lugar al que se había ido. Para ahora, ya debió de haber avanzado unos 10 kilómetros, y si se había ido corriendo, incluso más.

Cuando Rachel se animó a hablar, vimos un carro, que se acercaba a nosotros.

¿Qué demonios...?

-Aria, ese es Jay. Por Dios. -Dijo jalando un poco mi blusa.

-Oh... -Dije sin darle importancia.

-Vino mi príncipe al rescate. -Dijo emocionada en mi oído.

-Solo que este no viene en caballo. -Dije con un tono entre divertido e indiferente. No era que tuviera algo en contra de Jay; era guapo y todo, solo que no quería Rachel saliera lastimada. Aunque también sabía que Rach en realidad no se lo estaba tomando en serio.

-Viene en un carro envidiable, es mejor.

El carro se detuvo a nuestro lado, y de éste salió Caspar, con una sonrisa.

-Miren lo que encontré. -Sonrió.

***

Ya habían pasado una hora y media de camino, y ahora estaba a punto de entrar de nuevo al departamento. Rachel, se iba ido con Jay a no sé donde. Ellos dos se la pasaron hablando todo el camino y ni siquiera me esforcé en ponerles atención. Es como si nunca lo hubiera visto, pero no debo de ser la única que piensa que es un completo patán. No me daba buena espina.

Caspar había ido a darse una ducha a su departamento, y Jack, bueno el estaba aquí conmigo.

Le dije que subiría a mi habitación para bañarme y cambiarme de ropa, y el me dijo que haría lo mismo. Había sido un día muy duro y cansado.

-Eh, ¿Finn?

-Dios mío, Aria, pensé que te había pasado algo, de verdad estaba muy preocupado por ti. -Dijo Finn cuando entré en mi habitación, sorprendiéndome con un fuerte abrazo.

-Wow. -Torpemente correspondí su abrazo, dándole dos palmadas en la espalda. Finn definitivamente no era una persona de abrazos. No lo era-. Estoy aquí, Finn.

-Sí, pero había venido de nuevo ayer en la tarde, 4 horas después de que te fuiste del hospital, y no estabas. Te llamé, y mucho. Pensé que te había pasado algo, y ni siquiera Jack me contestaba. Estaba muy preocupado, de verdad. -Se acercó a mí-. Te juro que estaba a punto de llamar a la policía.

-Hey, tranquilo. -Tragué. La poca distancia que había entre nosotros estaba poniéndome muy nerviosa.

No soy del tipo de gente que se la pasa demostrándole a la gente sus sentimientos. Soy más del tipo de gente, reservada. Aunque, también debo tomar en cuenta que nunca fui del tipo de gente que recibe amor, por lo que nunca tuve que hacerlo. Incluso en la escuela, todos me veían raro. Tuve muchos problemas desde que mamá murió, y siempre estaba sola. Y... Creo que ya me salí del tema.

Puede ser que él me atraiga... Y no me lo están preguntando, ya lo sé. Y esto ya parecer ridículo, pero sinceramente no se que decir cuando me pongo nerviosa, y esto, ya había dado mi primer beso. No fue especial ni nada, a parte, Jack me había besado, y no debería estar pensando en él en este momento.

-Ya estoy aquí. -Le dije, tratando de que su mirada preocupada desapareciera.

-No vuelvas a desaparecer así, ¿de acuerdo?

-De acuerdo. -Afirmé.

Si, él me gustaba. YA. Lo dije.

No estaba segura si enamorada, porque eso jamás lo había sentido, y sinceramente no sé lo que pasa cuando lo estás, pero, si, el me gustaba.

Finn sonrió, y se acercó a mi rostro. Acarició una de mis mejillas, y pude notar el verde de sus ojos brillar.

-Si pretendes volver a desaparecer, asegúrate de decírmelo, o desaparezcamos juntos. -Susurró en mis labios con una sonrisa.

Y justo en ese momento, su celular sonó. Pero él no se movió.

-Ah, eh, ¿no quieres...? -Me alejé un poco, y señalé su celular, que estaba en mi cama.

-No realmente... -Sonrió, aún sin alejarse de mí.

-Puede ser importante. -Insistí.

-De acuerdo. -Asintió a regañadientes y tomó su teléfono.

Aproveché ese momento para poder respirar tranquilamente, y miré como escuchaba atento lo que fuera que le estuvieran diciendo.

-Si, si, si... ¿Qué sucede?... ¿De verdad?... Oh, si, si, si... Claro, muchas gracias.

Colgó, y guardó su teléfono en su bolsillo trasero. Me tomó la mano y la entrelazó con la suya. Salimos rápido del cuarto y comenzó a bajar las escaleras.

-¿Qué sucede, Finn? -Pregunté, tratando de seguirle el paso.

-Zoella despertó, vamos.

Con su mano derecha, -que era la que no tenía ocupada-, tomó las llaves de su motocicleta y salimos del departamento a la velocidad de la luz.

Zoella había despertado.

jack & finn harries • descontinuadaWhere stories live. Discover now