#17: No gas.

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-Debí haberte avisado, lo siento. -Dije por enésima vez cuando ya estuvimos en el hospital-. Perdón. Ya te lo dije.

-Estaba muy preocupado, Aria.

-No tenías por qué, soy lo bastante grande para cuidarme sola... Aún así, ya dije que lo sentía. Lo olvidé completamente.

-¡Te estuve buscando! Pensé que algo malo te había pasado.

-Ya te dije que perdón, ¿está bien? -Dije, pasando una mano por mi cabello. -Ya, no te preocupes, ¿sí?

-De acuerdo. -Dijo por fin-. Jack ya está en casa, creo que estaría bien que pasaras un tiempo en el departamento. No sé, ni me interesa, pero ha estado un poco raro los últimos días.

-Claro, claro. ¿No hay problema en que me vaya?

-No, no. -Negó con la cabeza-. A parte, me siento mal de que te he retenido en el hospital los últimos días, tu también tienes una vida. -Rió un poco, y le sonreí.

-Está bien, supongo que nos veremos luego. -Me despedí con la mano, y caminé hacia la salida, cuando recordé que no tenía quien me llevara ya que Finn fue el que me había traído en su moto. Sin ningún respeto por las leyes de tránsito, por cierto. Me volteé para ver si estaba mirándome, y así era. Solo que no quería darle problemas con eso, así que miré a Joey.

-No te preocupes, yo te llevo. -Se ofreció justo antes de que abriera la boca, y asentí con una sonrisa.

-Gracias.

Salimos de nuevo del hospital y Joey me llevó hasta Harrods, ese era el nombre del lugar donde me estaba hospedando, y apenas me había dado cuenta del nombre ayer, porque Finn lo había mencionado, si no hubiera sido por eso, lo más seguro sería que estuviera el resto de mi vida sin saber el nombre.

Todo el camino estuvo en silencio, un cómodo silencio.

-¿Te acompaño? -Preguntó Joey cuando aparcó su auto a un lado de la acera del lugar.

-No gracias, está bien. -Respondí cerrando la puerta y dirigiéndome a la puerta. -Adiós, gracias. -Le dije antes de que volviera arrancar el auto. Entré y pasé por el vestíbulo rápido.

Abrí sin hacer mucho ruido, y vi a una mujer de espaldas, hablando tranquilamente con Jack, pero no parecieron notar mi presencia, así que cerré la puerta con mucho cuidado.

-No tengo oportunidad. No puedo. No sé que hacer. -Dijo Jack con el tono más tranquilo que pudo hacer, pero pude notar el tono desesperado en tu voz.

-Te ayudaré, lo prometo. Estoy de tu lado. -Le tocó el hombro, y la voz de la chica hizo que me sobresaltara.

Ignoré lo que acababa de escuchar y salí corriendo hacia ella.

-¡Rachel! -La abracé en cuanto llegué con ella, y pareció sorprendida. -Loca, ¿por qué no me avisaste? ¡Se supone que ibas a llegar hasta mañana! -Me separé de ella, fingiendo enojo, pero de verdad estaba muy feliz de que ya estuviera de vuelta.

-¿Sorpresa? -Encogió sus hombros, levantado sus brazos, para después reír. -Bueno, el punto es que... ¡Estoy de vuelta, nena!

Reí y la volví a abrazar. Me volteé, recordando la presencia de Jack en el lugar.

-Hola. -Le saludé, dándole un beso en la mejilla.

-Hola. -Respondió con una sonrisa-. Supongo que ahora que llevan un tiempo sin verse quieren salir a hacer algo, ¿o me equivoco? -Rachel rió y asintió con emoción, al igual que yo.

-Claro. -Respondímos las dos al unísono, lo que hizo hacer reír un poco a Jack.

-De acuerdo, yo pongo el auto, ustedes tan solo diganme a donde ir. -Tomó sus llaves. Rachel y yo nos miramos, pensando en algo.

jack & finn harries • descontinuadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora