#35: C'était un rêve.

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aria.

Me desperté por un movimiento brusco a mi lado. Finn estaba sentado en la cama con sus dos manos sobre su cara. Me acerqué a él y toqué su hombro.

-¿Qué sucede? -le pregunté.

Finn soltó un largo suspiro y negó con la cabeza.

-Nada -vuelve a negar-, fue solo una pesadilla.

-Oh, bueno -le sonreí-. ¿Ya estás bien?

-Sí, sí -Finn se volteó hacia mí y depositó un beso sobre mi frente. Se levantó de la cama y se estiró un poco-. Iré a hacer el desayuno -dijo esto caminando hacia la puerta mientras tecleaba algo en su celular. Me pregunté qué era lo que iba a hacer pues sabía que si algo no se le daba bien a Finn era cocinar.

Cuando salió de la habitación dejé soltar un suspiro. Me estiré y tallé suavemente mis ojos. Me paré y me dirigí al baño. Miré por la ventana del baño y noté que más allá de la cabaña había un lago muy, muy bonito. No sabía qué era lo que Finn tenía planeado que hiciéramos pero si no me llevaba a ese lago, lo haría yo.

Abrí la llave de la regadera y me despojé de mi ropa para tomar un baño rápido.

Salí en menos de 10 minutos, y tomé uno de los cambios de ropa que había traído, que era básicamente como la ropa que tenía anteriormente, solo que el tank top que me puse esta vez era negro.

Dejé mi cabello como estaba después de habérmelo desenredado y bajé hacia la cocina, en donde estaba Finn terminando de preparar unos sandwiches.

-Perdón, pero es básicamente lo único que puedo cocinar sin que se me queme -sonrió ladino y yo solté una risa.

-Tranquilo, me gustan los sandwiches -sonreí.

-Bien, entonces me alegro, porque eso es lo que hay -me mostró una linda sonrisa, poniendo su lengua entre sus dientes, lo que me hizo reír a lo tierno que se veía.

Comimos sin prisa alguna sin tener que decir nada, tan solo disfrutando de nuestra compañía.

Al terminar, Finn tomó mi plato y el suyo y los dejó en el lavatrastes.

-Nunca me habías hablado de este lugar, en serio que es asombroso -comenté. Finn tomó una de mis manos y la acarició con su pulgar.

-Estaba esperando el momento indicado para traerte aquí -me dijo viéndome a los ojos-. ¿Quieres ir a nadar? -preguntó unos segundos después.

-Sí, sí, sí, sí, sí -di pequeños saltitos y sonreí grande. A fin de cuentas, no iba a ser necesario que me escapara para visitar aquel hermoso lago-. Pero debo cambiarme primero.

-Bueno -se pegó a mi y colocó sus manos en mi cintura-, aquí te espero. -Me dio un corto beso en los labios y casi dejo salir un puchero cuando se separó de mi, pues comenzaba a amar cada vez más cómo se sentían sus labios sobre los míos.

Asentí aún sonriendo y Finn fue a sentarse en el sillón de la sala, tomando el control remoto para prender la tv.

Tomé el bikini que había empacado y me lo puse; encima de este me coloqué la ropa que ya tenía anteriormente.

Bajé las escaleras rápido y me tiré en sillón junto a Finn. Él despegó su mirada del televisor y volteó a verme y una sonrisa se mostró en su rostro.

-¿Estás lista? -preguntó. Dije sí con la cabeza fervientemente, también sonriendo. Se levantó del sillón y me ofreció su mano. La acepté con gusto y salimos del lugar.

Me gustaba aquí. Era todo muy verde, y los pequeños charcos que se veían cada cuanto mostraban una preciosa agua cristalina. Estaba un poco húmedo por alguna lluvia reciente, pero el aire que corría era más que agradable.

jack & finn harries • descontinuadaWhere stories live. Discover now