#31: Want me to get naked?

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Me desperté al oír gritos; eran provenientes de la habitación de Jack. ¿Qué estaría sucediendo?, me pregunté. Agudicé mi oído para poder escuchar mejor. Sabía que escuchar conversaciones ajenas no estaba bien, pero quería saber qué pasaba.

-¡Solo dímelo, ¿fuiste tú, verdad?! -Esa era la voz de Finn.

-¡Sí, sí fui yo! ¿Ya? -Contestó Jack.

-¿Por qué? ¿Por qué harías algo así? -Gritó Finn, y pude deducir de qué estaban hablando; del beso.

-Pues porque... no sé, fue el momento, no pude evitarlo.

-¿O sea que si de repente tu novia y yo estamos solos, puedo besarla y no me reclamarás nada? Porque... ¡¿Fue solo el momento?! -Creo que la ira que no descargó conmigo anoche la estaba descargando justo en este momento.

-¡Eso sería muy diferente, porque sabes cómo me siento respecto a Aria! -Esta vez Jack estaba gritando también. De seguro algunos vecinos se enterarían del drama que se vive acá adentro.

-¡Oh, claro que lo sé! Pero ¿sabes algo? ¡El que está saliendo con ella soy yo, no tú! ¿De acuerdo? ¡Ella no te quiere! Deja de obsecionarte con cosas que nunca van a poder ser tuyas.

Oh, por Dios. Esto tiene que acabar, ¡ya!

Pero... no sería nada correcto que fuera a interrumpir su conversación a gritos; sabrían que había estado escuchando...

-¡Bueno, pues no lo creo, porque si no sintiera ni siquiera un poco de cariño por mí no me hubiera devuelto el beso!

Me preocupa ya no escuchar nada. Oh, ¿qué se cayó?

Dios, ¡un golpe!

Me levanté y salí corriendo hacia la habitación de Jack. Abrí la puerta y encontré a un Jack con la nariz sangrante y a Finn con un poco de sangre en el labio.

Me metí entre ellos dos y les grité que se detuvieran, pero no fue una muy buena idea considerando que alguien me tiró un puñetazo en la nariz.

Y todo se volvió negro.

-

-Mi amor, despierta ya -era Finn. Estaba recostada en una cama. No sabía bien como había acabado aquí, de vuelta en el cuarto de Finn, pero en estos momentos estaba más ocupada pensando en el hecho de que Finn me había dicho "mi amor". Nunca me había dicho así.

-Aria, lo siento mucho, despiértate -esta vez era Jack el que habló.

-Tu mejor callate, Jack. Ya has hecho suficiente -dijo Finn. Escuché como Jack se levantaba y se iba de la habitación.

Sentía como si los roles hubieran dado un giro total. Parecía que últimamente Finn y Jack habían cambiado personalidad, o algo así.

Solté un gemido y abrí mis ojos lentamente.

-Mmm...

-Hey -mis ojos encontraron a un Finn sonriente-. Que bueno que estás viva.

Reí levemente.

-Mmm, ¿qué pasó después del golpe? No recuerdo nada -me incorporé lentamente y recargué mi espalda contra la cabecera de la cama de Finn.

-No recuerdas nada porque no pasó nada. Después del golpe te desmayaste casi al instante -rio.

-Oh -asentí. Tallé mi nariz, lo cual fue una mala idea porque sentí una punzada de dolor. Me quejé en voz alta-. ¿Qué tienen ustedes contra mi nariz? Si tanto les desagrada, pues puedo operarmela pero si siguen así me la van a dejar toda hecha puré.

Finn rio.

-¿Nosotros? ¿Pero yo qué te hice?

-En la noche me azotaste la puerta en la cara y me pegó en la nariz.

-Oh. Lo siento muchísimo, nena.

-Descuida -le sonreí de lado. Después de unos segundos en silencio volví a hablar-. Mmm, no es que me este quejando pero me sorprendí al ver que no estabas durmiendo en solo ropa interior -reí.

-¿Es eso un tomate o mi novia? -Finn soltó una carcajada. Adoraba cuando reía, podría escucharlo reír todo el día sin ningún problema. Pero en este momento estaba más ocupada tratando de ocultar mi sonrojo que en prestarle atención a su risa.

-Oh, cállate.

-¿Hubieras preferido que me durmiera solo en bóxers? -Me dedicó una de esas sonrisas, que para ser sincera, podrían matar a cualquiera.

-Yo... solo decía..., recuerdo que cuando te conocí andabas solo- ya sabes, y pues, ya no lo haces más... y... -La idea de evitar sonrojarme no estaba funcionando, para nada. Sería mucho mejor que de ahora en adelante mantiviera mi boca cerrada. Mientras que aquí yo estaba muriendo por el calor que sentía en mis mejillas, Finn encontraba la situación muy divertida. Y verlo solo con un pantalón de chándal puesto tampoco ayudaba.

-Puedo estar desnudo, si quieres, no es molestia -volvió a reír-. Ahora, poniéndonos serios, ¿sabías que escuchar las conversaciones de otras personas es de mala educación? -Dijo Finn tratando de sonar serio.

-¿Y ahora vas a regañarme? -solté una risa-. Sí, lo sé. Pero en mi defensa, creo que hasta en Brasil escucharon sus gritos.

-Mmm, ¿y qué tanto escuchaste?

-Pues, se podría decir que todo.

-Oh... -fue todo lo que dijo.

Los dos nos quedamos callados y nos miramos a los ojos como si estuviéramos haciendo un concurso de miradas.

-¿Aria? -acarició mi mejilla.

-¿Sí?

-¿Tu... quieres a Jack?

Para ser honesta, no me esperaba esa pregunta. Pero después de lo del beso y lo que le dijo Jack cuando estaban discutiendo, no podía culparlo. Sí, quería a Jack. Era un buen amigo, podía decirle cualquier cosa, y escuchaba todo lo que le decía. Me recibió de una manera muy linda mi primer día en Londres, y había mostrado ser una gran persona desde ese día. Pero luego de los acontecimientos de anoche, pude dejar perfectamente en claro mis sentimientos. Yo no quería Jack de esa manera. Y aunque Rachel lo negara, así era. Siempre, desde que lo vi por primera vez, le encontré ese algo a Finn, que me hizo querer saber más de él. Algo de él que me llamaba la atención; y conforme fui compartiendo más tiempo con él, pude darme cuenta de que era alguien único y que en tan poco tiempo, se había vuelto el más especial para mí.

Aún no estaba completamente segura de qué era exactamente lo que sentía por Finn. Lo quería y eso estaba más que claro, pero jamás había sentido eso con nadie más. Pero fuera lo que fuera... me gustaba sentirme así.

-¿Aria?

La voz insegura de Finn me hizo darme cuenta de que lo había dejado en espera. Pero en vez de responder, me acerqué a él y puse mis manos alrededor de su cuello. Lo miré a los ojos por unos segundos hasta que por fin uní nuestros labios en un beso. Finn inmediatamente me siguió el juego y comenzó a mover sus labios con los míos lentamente. Sus movimientos eran suaves y tenía una de sus manos en mi cintura, mientras que con la otra se recargaba en la cama. El beso cada vez se fue sintiendo más necesitado, pero Finn se separó lentamente de mí luego de unos segundos. Me miró a los ojos. Sus ojos se veían hermosos y brillaban. Antes de que yo pudiera decir algo, lo que ahora tenía tan claro, Finn habló.

-Estoy enamorado de ti, Aria Rose.

jack & finn harries • descontinuadaWhere stories live. Discover now