#30: Getting back together.

6.1K 375 68
                                    

Y una mierda. Jesucristo, ¡mi nariz!

Sobé mi tabique y me quejé en voz baja. ¡Me azotó la puerta en la cara, y me pegó en la nariz! ¿Razón? Dios sabrá.

Tal vez sus extraños cambios de humor habían vuelto.

Pero..., ¿por qué se desquitaría conmigo? Yo podría escucharlo y ayudarlo con lo que sea que lo estuviera inquietando.

«¿Y si la que lo está inquietando eres tú?» Habló mi subconsciente.

¿De qué manera podría estar yo inquietándolo? Es algo tonto.

«¿A menos que sepa que...?»

¿A menos que sepa qué?... No... No podría saberlo, no habría manera en la que él supiera sobre ese beso. No sabía donde estaba. No podría haber estado espiándome. No. Si él llegara a enterarse de ese beso todo se iría a la mierda y no, no quiero que eso pase. Prefiero mejor no decirle nada; sé que si le digo va a odiarme eternamente. Fue un error y él no tiene porque saberlo.

Me recargué sobre la puerta de la habitación de Finn y me senté en el suelo. No me iba a parar de aquí, algún día le daría hambre, o saldría al baño... tendría que salir tarde o temprano.

Golpeé mi cabeza rítmicamente contra su puerta, esperando que eso lo enfadara y terminara abriéndome la puerta, pero en vez de hacer lo que pensaba que pasaría, conectó su guitarra eléctrica y comenzó a tocar. Ugh.

Me levanté del suelo y bajé hacia la cocina por un vaso de agua. Ya era casi la 1 de la mañana, y si Finn no le bajaba al volumen de su guitarra, pronto alguien vendría a quejarse.

Decidí subir hacia mi habitación y descansar un poco. Si Finn quería hablar conmigo, lo iba a hacer. Supongo que podría aguantar hasta en la mañana.

Me puse un suéter gris que me quedaba grande y unos sweatpants.

De pronto escuché truenos y me acerqué a la ventana para ver, y efectivamente, había empezado a llover.

Adoraba la lluvia. Simplemente me encantaba sentir la lluvia mojándome la cara, era perfecto. Empezó a llover más fuerte y me dieron ganas de salir a mojarme. Así que lo hice.

Salí de mi cuarto y bajé las escaleras corriendo. Cuando por fin salí de Harrods miré al cielo y avancé unos pasos más para que por fin las gotas comenzaran a caer sobre mí, empapándome toda. Reí un poco.

Esto es muy tonto, pensé.

Estuve parada ahí como unos cinco minutos hasta que alguien llegó y me tomó de los hombros.

-¿Qué haces? Te puede dar un resfriado o algo, ¿estás loca? Ven, vamos para adentro.

Finn puso su mano en mi espalda y me llevó hacia adentro. Me sentía como una niña... y él estaba guardando un poco de distancia.

Quería preguntarle el porqué de su actitud hacia mí, pero creí que sería mejor si no lo hiciera. A pesar de que me moría de ganas por abrazarlo, se veía tan hermoso con esa playera negra sin mangas, y ese pantalón de chándal le quedaba tan bien... Pero no sería buena idea.

Caminamos hacia el departamento en un silencio total; a pesar de que Finn no se veía muy contento, nunca quitó su mano de mi espalda. Entramos y Finn estaba a punto de regresar a su cuarto, pero no le dejé que lo hiciera.

-¿Por qué me trajiste de vuelta? A mi me gusta la lluvia -hablé. Eso no era exactamente lo que le quería decir, pero no quería ir directamente al tema de su extraño enojo.

-Ya te lo dije, te puede dar un resfriado, o algo -dijo seco-. Bien, regresaré a mi habitación. No te molestes en tocar.

-Bueno, es muy lindo que te preocupes por mí -dije antes de que pudiera hacer algo, le sonreí a medias.

jack & finn harries • descontinuadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora