Capítulo 15

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"Desde que te conocí tuve miedo a perderte, sabiendo que no te irías nunca... Sabés a lo que me refiero. Desde que falleció mi hermano he tenido miedo a perder a quien más quiero y soy consiente que la única forma de perderte sería la muerte y ese es mi miedo, que te vayas antes que yo. No quiero que sufras dolor y angustia, si pudiera yo lo sentiría por ti porque un poco más no hace daño... Solo quiero verte feliz.

Cuando me dijeron que la laucemia había vuelto tuve miedo porque supe al instante que ya no habría más para mi y que por más que quisiera que no sintieras dolor, iba a ser inevitable. Supe que mi final llegaba y no podía hacer más, luchar era estúpido así como querer que no sufrieras, la muerte y el dolor eran inevitables para ti y para mi..."

Camila

Desperté y mi papá no estaba, entré a la ducha para relajarme y después ir al gimnasio, aunque me tendría que bañar de nuevo. Iba al gimnasio cada que me sentía triste, agobiada, o tenía que pensar bien las cosas lo que significa que era un lugar que frecuentaba demasiado.

Estuve pensando en todo lo que pasó la noche anterior. Sabía todo perfectamente. Quería a Lauren, la quise desde que la vi por primera vez y la quería seguir querido por mucho tiempo aún, pero tenía miedo a perderla, no soportaría perderla y pasa que al final todo llega a su fin y era lo que no me gustaba... Los finales. Prefería sentir su dolor por ella y estaría bien, si ella estuviera bien yo lo haría. Pero sabía que el dolor por parte de las dos era inevitable, Lucy lo dijo.

Seguí debatiendome entre que hacer con Lauren, entre lo que pasó y mis pensamientos en la playa. Sentía un gran dolor y lo aceptaba, pero también estaba llena de resignación a este. Es curioso como para todo hay un "pero", es lo que marca lo contrario a todo y los sucesos paralelos en la vida.

Decidí que era suficiente de pensar y salí de la ducha, seguía sin saber que hacer... Hablar y dejarme llevar por los sentimientos, o alejarme y dejarme llevar por la vida.

Me coloqué unos shorts azules con una línea negra a los lados, una blusa de tirantes algo holgada a mi cuerpo que dejaba ver mi sostén deportivo color negro, mis deportivas; deje mi cabello suelto para que se secara un poco, preparé la mochila del gimnasio a la vez que me tomaba mi celular y mi cámara. Salí de mi habitación bajando las escaleras y encontrado a mi familia en la mesa desayunando.

-Mila- mi madre me abrazó- ¿Estás bien? ¿Cómo amaneciste?- había tristeza en su mirada. Yo solo sonreí con algo de tristeza al verla.

-Buenos días- besé su frente al abrazarla de nuevo y me dirigí a saludar a papá.- Buenos días- también besé su frente. Desvíe mi mirada a la mesa y pude ver que solo había comida que no me apetecia.

-¿Piensas salir? ¿No desayunaras?- preguntó mamá. Mientras me dirigía a la cocina a tomar algo de fruta.

-No, solo necesito algo ligero.- dije en voz alta desde la cocina- ya me voy- salí de la cocina mordiendo una manzana. Revolví el cabello de Lorena al llegar a su lado, ella arrugó la nariz y sonrió levantado con su mano el cubierto que tenía un trozo de pancake ofreciendomelo, acto al que no pude negarme.

-Está delicioso... Mmm- dije abriendo los ojos mirando como ella sonreía y asentia- ¿Lo hizo la abuela o tu madre?- la pequeña señaló a Sofia después de comer un trozo con sus manitas-... Vaya que es buena haciendo pancakes- reí- ¿Loren, quieres ir conmigo a pasear hoy?- pregunté a la pequeña de ojos azules. Ella asintió enérgicamente.

-¡Sí!- gritó para abrazarme aprovechando que estaba de cuclillas a ella. Miré a Sofía que tenía un sonrisa, en este par de días nuestro trato se había suavizado.

-Lorena, Camila- dijo Sofi.- Y está bien.- sonreí enormemente, quería pasar tiempo con mi sobrina. Sabía perfectamente de que unos pocos días no sustituirian tres años, al final algo es algo.

Letters (camren) Where stories live. Discover now