Letters (camren)

Capítulo 24

Camila

¿Regresar? ¿Te amo?

Las personas solemos pronunciar las palabras que menos deseamos que escuchen yo no quería regresar, yo quería irme y esta vez para siempre. No quería que ella me amara, no lo soportaba porque yo ya no sabia como era sentir aquello; no recordaba como se debía de amar a una persona. Yo no creía que Lauren me amara, si algo tengo presente de eso es que se necesita sobrepasar barreras luchando para ganar un amor y yo no había hecho nada.

Me volví a sentir triste y no quería aquello. No quería estar de nuevo así, pasa que no lo podía evitar; a veces querer no es suficiente. No quería volver a hacerme daño, no quería volver a llorar por horas, no quería huir de nuevo y no quería vivir en un mundo de fantasía. Pero inevitable estaba en el mismo lugar y no sabía que hacer; quería correr para alejarme de lo malo, quería estar bien y no podía, tampoco quería no hacerme más daño.

Quería alejarme de Lauren, no quería que me amara... ¿Era miedo o cobardía?
Algo pasaría conmigo en algún momento y no me pensaba parar. Tenía que ir a la universidad y poner en marcha lo de los hostales para viajeros, tenía que mantener un canal de YouTube que cada día aumentaba de seguidores, tenía que sostener mi tienda en línea... Pero no había fuerzas, nada me hacía sentir mejor; aunque pensándolo, Lauren me hacía sonreír y entre sus brazos me hacía sentir segura. No niego que cuando me dijo que me amaba sentí que mis paredes se venían abajo dejando un gran dolor por no poderle corresponder, después vinieron los pensamientos de alejarme de ella para no hacerle daño cuando todo acabara porque simplemente yo nunca seré una buena persona. Me partía en dos vivir entre tanta mierda y me partía en mil pensar que Lauren, si es que relamente me amaba, sufriría; sentía cosas inexplicables por ella y me llenaba de tranquiladad, pero no dejaba de pensar que no era la mejor opción. Al pasar el tiempo un final llegaría y estaba segura de eso.

Pero... Esto es el pero más difícil de todos. ¿Pero cómo me alejo de ella, si al hablar de esto y mencionar su nombre se dibuja en mi una sonrisa y suspiros se escapan de entre mis labios sin poder evitar sentirme más vacía por imaginar que un día no estará para mi o yo para ella?

La quería y la vez no. La quería para todo y a la vez para nada. Queria que se alejara mientras añoraba seguir durmiendo entre sus brazos. La quería querer como ella me quería a mi y como se merecía. Y es que sigo pensado que yo la conocía desde siempre.

Todo es tan confuso.

-¿Qué piensas, cariño?- Lauren me sacó de mis pensamientos, al ver esos ojos esmeralda que se fijaban en mi sonreí. Yo disfrutaría de los momentos que la tuviera antes de que el final llegara no importaba si me amaba en verdad o no. Sólo quiero mirarla y saber que por ahora estoy en donde debo estar aunque quiera salvarla de mi propio monstruo.

-En que te quiero.- la besé cortó y dulce.

-No me engañas, Camila Cabello.- sonrió entre nuestros labios. Yo suspiré vencida.

-Pensaba que tengo que comprar unas cuantas cosas para Marruecos.- mentí en parte porque no pensaba eso y porque sí debía comprar algunas cosas.

El día de ayer había sacado la mayoría de las pertenencias de Ana de su habitación. Me tomé el atrevimiento de quedarme con unas cuantas cosas: su Canon Reflex, su reloj Apple color blanco, la chaqueta de cuero negra que aún tenia su olor, la sudadera gris con un pequeño rostro de alien en la parte superior izquierda y lo más importante, un pequeño cuadro con una pequeña rosa seca en el centro; fue la rosa que algún día le regalé simplemente porque le quería regalar una rosa, la sonrisa que ella tuvo ese día fue la más linda que jamás volví a ver.

-Por eso- me levanté de inmediato- vamos de compras.- Lauren sonrió enormemente de imediato poniéndose de pie junto a mi. Antes de salir del departamento miré la pequeña cámara negra sobre la barra de la cocina; tenía días sin siquiera tocarla, no había ánimos de ir por ahí con una cámara, definitivamente necesitaba un descanso.