Making You Falling In Love

Cap 5.-Despecho// Antes

19 AÑOS.

Él chico al fondo del bar no paraba de mirarme.

Lo peor es qué me parecía lindo, a pesar de qué era tan diferente a Duncan. Un mundo de diferente, en realidad.

Él era, grande, en pocas palabras, casi de mi tamaño. Su cabello era rapado y tenía piercing's en la parte inferior de su ceja y labio; un aro de color negro adornaba su oreja izquierda. Claramente tenía músculos, y un montón de tatuajes por allí rondando. Pero lo qué me atraía eran sus ojos, de un color claro, qué hacían un montón de contacto visual conmigo. Contacto, que yo no podía evitar devolver.

Y en el fondo, me sentía culpable e infiel, porqué el repentino pensamiento de Duncan invadía mi mente, quemando y destruyendo. Lo cuál era ridículo porqué él estaba llegando una hora tarde.

Miré al chico de los tatuajes de nuevo.

Él chico paso la lengua por su labio inferior sin romper contacto visual conmigo. Y luego lo mordió, invitándome a un montón de cosas qué yo probablemente disfrutaría hasta sentirme culpable.

Aw, diablos.

Tomé mi celular y escribí apresuradamente.

Para:Dun <3
8:40 pm.

Maldito desgraciado sin corazón, ¿Donde éstas?

¡Estoy sólo en un bar, imbécil! ¿Sabes lo deprimente qué debo lucir?

—Señor, ¿Desea algo para beber?–me preguntó el Barman, mientras limpiaba un vaso.

Asentí.

—Emm...¿Vodka?–no sabía nada de bebidas, sin embargo, él Barman sonrió ante mi respuesta.

—Ya te lo traigo.

Observé cómo el Barman batía unas cuantas cosas y servía a otras personas. Sacudí mis dedos nerviosamente a través de la mesa de la barra, esperando la respuesta de Dun. Estaba paranoico, y lo sabía.

—Si despechado estas...–repentinamente una voz susurró en mi oído. Me estremecí al sentir un aliento cálido rozandome.—Tequila deberías probar.

No era una voz conocida, pero yo sabía quién era.

Me giré levemente para hablarle.

—No estoy despechado, pero, buen consejo.

La boca del chico de los tatuajes se inclinó hacía arriba. Estaba moderadamente cerca, lo suficiente como para hacerme sentirme intimidado, pero no lo suficiente cómo para mearme del miedo. Podía ver qué tenía la barba de mediodía.

—Ah, sí, sí. De despechos, soy el maestro.–me tendió la mano, presentándose.—Me llamo Zak.

Típico nombre de chico sexy.