Making You Falling In Love

Cap 25.- Le Fallé // Después

Dedicado a Airle14 y valeparra13.

Tengo qué admitir qué tenía todo esto planeado, así qué me reí de este capítulo desde qué lo pensé.

~°~

—¿Cuál es la dirección qué te dio Vanessa?—pregunté angustiado.

—No lo dijo. —contestó Jude. Luego masculló:—Le enviaré un mensaje.

Le tendí mi celular y Jude se dispuso a textearle, frunciendo el ceño. Estábamos en la acera, esperando por un taxi. El mismísimo Satan podría tratar de deterneme de ir a sacar a Vanessa de ahí y no lo lograría. Ya podía ir visualizando lo qué le iba a gritar a Vanessa cuando la viera.

Porqué, en serio.

¿Había enloquecido o algo?

¿Tenia tanto miedo a tener algo con Thomas hasta el punto de acostarse con alguien desconocido? Me sentí un poco culpable por eso en parte, porqué no busqué a Vanessa y en vez de eso la llamé –llamadas qué no contestó, cabe decir– pero igual no me esforcé lo suficiente. Quizá si hubiera ido a buscarla apenas Thomas me contó qué habían terminado...

Tres minutos después, la respuesta de Vanessa llegó junto con la dirección. La cara de Jude se distorsionó con confusión mientras leía el mensaje.

—Espera, yo... Yo conozco esta dirección.

Parpadeé.

—¿Qué?

—Está es la dirección de mi prima, Maia. La qué te dije, la de la banda.

La miré cómo si le hubiera salido otra cabeza.

—¿Por qué en el mundo...?

Los ojos de Jude estaban inundados de confusión.

—No lo entiendo. —manifestó desorientada.

Sacudí la cabeza, ansioso.

—Bueno, lo qué sea. No tenemos tiempo de preguntarnos esas cosas. Después nos preocuparemos por eso.—le hice una seña a un taxi qué pasaba y gracias a Dios, si se detuvo cerca. Normalmente me ignoran completamente.

Nos montamos a toda prisa, callados e inquietos. Realmente no me preocupaba lo qué dijo Jude, lo qué me preocupaba era la situación de Vanessa con Thomas. Aunque Thomas sabía qué no tenía nada con ella, podía imaginarme perfectamente su rostro cuando le dijera lo qué había pasado.

Estaría destrozado.

Él quería mucho a Vanessa y se notaba. Demasiado. Y a pesar del extraño modo en qué se conocieron –una larga e incómoda historia– ellos obviamente sentían lo mismo él uno por el otro.

Le disparé una mirada de reojo a Jude. Ella seguía mirando mi celular cómo si fuera el anticristo. Había insistido en acompañarme, asegurando qué Vanessa necesitaría apoyo femenino allí mientras yo luchaba mortalmente con el chico, pero ahora Jude lucía cómo sí quisiera dar la vuelta y refugiarse en su casa.

—Jude —le dije suavemente.—No tienes porqué acompañarme.

Ella alzó la vista.

—Vanessa es mi amiga. No la voy a abandonar.

Hizo una pausa.

—Es sólo qué... No entiendo. —confesó finalmente. —¿Por qué Vanessa está en la casa de mi prima?

—Quizá tu prima hizo una fiesta salvaje allí.

—Pero mis tíos son super religiosos, no dejarían qué Maia hiciera una fies... —su voz fue disminuyendo. Por su cara pasó la comprensión. —Mis tíos se fueron de viaje hace una semana y se llevaron a los hermanos de Maia. Ella odia salir, así qué acepto.