Capítulo 19

9.1K 512 16
                                    

Jesús.

Ambos nos levantamos y Lara nos mira de arriba a abajo.

Rápidamente me pongo la camiseta que anteriormente Martina me había quitado, y ella se pone su camiseta y su sudadera.

-¿Qué coño hace esta guarra aquí?- cuestiona enfadada.

Cuando voy a contestar, ella me hace un gesto con la mano cortándome y se acerca.

-Bueno, lo de que hace aquí es evidente, pero Jesús, a partir de ahora, prepárate para no ver a tu hija y no vivir mas en esta casa-
-Lara, esta casa es mía, y Gaby también es tanto hija mía como tuya- suelta una sonora carcajada cuando digo eso
-¿De verdad crees que Gaby va a querer estar cerca de ti después de esto? Que poco conoces a tu hija Jesús García-

Niega con la cabeza y con una sonrisa perversa.

-Preparate Jesús, esto es la guerra- me mira fijamente.

Después se acerca a Martina y la mira con odio.

-Y a ti, pequeña puta, te voy a hacer la vida imposible. Vas a desear no haberte metido en medio de un matrimonio-

Levanta la mano pero yo me interpongo entre ella y Martina.

-No te atrevas a tocarle ni un solo pelo, Lara-

Ríe y me mira.

-Te quiero fuera de aquí para hoy, aunque sea hazlo por tu hija-

Después vuelve a dirigirse a Martina.

-Y si te ha prometido el cielo y la tierra, mal asunto cariño, eres mucho más joven que él, se cansará de ti en nada-

Y con esto se va de la habitación y por el sonido de la puerta, también se ha ido de casa.

Martina mira a su alrededor sin saber que decir y después me mira a mi.

-Espero que no tenga razón- frunce sus labios en una línea recta
-No la tiene, amor- beso sus labios y ella me rodea el cuello con sus brazos
-Te puedes quedar unos días en el piso si quieres- murmura y vuelve a besarme
-No quiero molestar-
-Si molestases no te diría nada, Jesús- se cruza de brazos.

Tras mucho rato de intentar convencerme, Martina lo acaba consiguiendo, me quedaré unos días en el piso que tiene ella con sus amigas.

Termino de cerrar una pequeña maleta y nos dirigimos hacia el coche de Martina.

Cuando va a abrir la puerta del coche, parece que se va a caer pero se sujeta del capó.

-¿Estás bien?- cuestiono acercándome a ella
-Si si, tranquilo, vamos- va a abrir la puerta pero lo evito
-¿Quieres que conduzca yo?- cierra los ojos con fuerza y asiente.

Acerco mi mano a su frente y noto que está muy caliente.

-Sientate anda, meto esto en el maletero y nos -vamos- la morena asiente y hace lo que le he pedido.










******









Toco el timbre del piso, ya que debido a lo mal que se ha empezado a encontrar, Martina se ha quedado dormida en el coche.

Y ahora la llevo yo en brazos, luego bajaré a por la maleta.

Me abre Renata y al ver a mi pareja dormida, ensancha notablemente sus ojos azules.

Joder, mi pareja.

Que bien suena.

-¿Qué ha pasado?- cuestiona haciéndose a un lado y dejándome pasar
-Se encontraba mal y se ha quedado dormida en el coche- contesto dirigiéndome a su habitación y dejándola sobre la cama.

Dieciocho años no son nadaWhere stories live. Discover now