Capítulo 28

7.3K 416 4
                                    

Martina.

4 de Marzo, cumpleaños de Jesús❤

Me recuerda una notificación de mi teléfono móvil.

Agradezco internamente que el cumpleaños de mi novio caiga este año en domingo, así podremos disfrutarlo con tranquilidad.

Dirijo mi mirada hacia él y me enternece comprobar que sigue dormido.

Me acerco a él con cuidado y empiezo a besarle.

Hasta que se despierta.

-Felicidades mi amor- le beso en los labios y él sonríe
-Gracias cariño- acaricia mi cara
-Bueno, yo ya tengo tu primer regalo- me coloco encima de él, poniendo mis piernas a cada lado de su abdomen
-¿Ah si?- pone cara pícara y yo asiento.

Empiezo a besar su cuello y siento como sus manos acarician mi espalda, buscando el final de mi camiseta del pijama, para después, deshacerse de ella.

Bajo mi mano por su abdomen, llegando a su entrepierna, y le doy un ligero apretón.

Después miro su cara y puedo ver que está disfrutando.

Volvemos a besarnos con la misma pasión de siempre y cuando está buscando el broche de mi sujetador suena el timbre.

-No abras- murmura encima de mis labios
-¿Y si es importante?- me retiro de encima de él
-¿Importante un domingo a las once de la mañana? ¿Tu crees?- me mira con sorna y yo suelto una carcajada negando con la cabeza.

Cojo mi camiseta y me la pongo lo más rápido que puedo.

Me dirijo a la puerta, abro y me sorprendo al ver a Gaby.

-Hola Gaby, no te esperábamos tan pronto- besamos ambas de nuestras mejillas
-Buenos días- sonríe achinando sus ojos marrones.

Aparece Jesús en el salón y se sorprende al ver a su hija.

-Pues si que era importante- murmura
-Felicidades papá- sonríe su hija y le abraza, provocando que él sonría también
-Gracias rubia- besa su coronilla
-¿Interrumpía algo?- nos mira a ambos
-Para nada- miento, forzando una sonrisa
-Mejor- se sienta en el sofá -por cierto, Martina, llevas la camiseta del revés- me da una mirada pícara y yo río.

Esta chica no tiene un pelo de tonta, definitivamente.









******









Gaby se acaba de marchar después de haber pasado toda la tarde con nosotros por ser el cumpleaños de su padre.

Y hasta Agosto no vendrá con nosotros porque le toca continuar los seis meses de la custodia con Lara.

Cierro la puerta y después me percato de como me mira Jesús desde la barra americana de la cocina.

-¿Ves algo que te guste?- cuestiono con sorna y el ríe
-Ahora mismo veo algo que me encanta- se acerca a mi y me besa.

Nos vamos besando hasta llegar a la habitación.

-Tenemos que continuar mi regalo de esta mañana, cariño-









******









-¿Qué te ha dicho el ginecólogo?- cuestiono a Alaska, para después dar un sorbo a mi café
-Que tengo un embarazo bastante saludable y que me cuide, poco mas- hace un gesto con la mano y la pelirroja y yo asentimos
-¿Y ya habéis pensado en nombres?- pregunta la de los ojos azules y la morena niega con la cabeza
-La verdad es que no hemos hablado mucho de eso- contesta franca
-Hagamos una lista- propone Renata sonriendo y nosotras asentimos, no es tan mala idea.

Martina: Elia
                 David

Renata:  Lorena
                Enzo

Esas son nuestras ideas para la futura criatura de nuestra mejor amiga.

-A ver, David ya se llama mi hermano, y aunque lo quiero mucho no le voy a poner ese nombre- se encoge de hombros y yo asiento -Elia me gusta, y Enzo le gustará a Marco, eso está claro- reímos
-Nombres italianos, nunca fallan- sonríe la pelirroja con autosuficiencia.

Continuamos hablando durante un buen rato hasta que nos vamos de nuevo a nuestra última clase del día en la Universidad.









******









Besa mis labios y después me abraza.

-¿Sabes que te quiero mucho?- pregunta Jesús con una sonrisa
-¿Ah si?- sonrío y entrelazo mis piernas en su cintura, mientras ambos estamos sentados en el sofá
-Si. Demasiado- deja un beso en mi cuello, arrancándome un gemido
-Pues yo también te quiero mucho, ¿sabes?- ambos reímos por la coña que estábamos llevando.

Nos volvemos a besar y enreda su mano en mi pelo.

-He tenido que ser muy bueno en otra vida para tener ahora un pivón como tú- me sonrojo notablemente
-Estás muy zalamero- río y coloco mi mano sobre su mejilla
-Es que cada día me enamoro más de ti, Martina- se me aguan los ojos.

Pega mi cabeza a su pecho y acaricia mi cabeza.

-Vamos a la cama- le miro a los ojos directamente
-¿A dormir?- me mira pícaramente
-Si, sobretodo a eso, a dormir- ironizo.

Nos levantamos del sofá y nos dirigimos a nuestro dormitorio a no dormir.









******









Me levanto con una pereza bastante grande y veo que mi pareja ya se había levantado.

-Dime que hoy no te han puesto turno- comento con una mínima esperanza de que me de la razón
-Si que tengo turno cariño- besa mi frente
-Tengo la solución para eso- sonrío y me mira confundido.

Cojo mi teléfono móvil y marco a mi padre.

Al segundo tono, descuelga el móvil.

-Hola papi-
-Hola, princesa, ¿pasa algo? Tu no sueles llamar tan temprano-
-A ver, Jesús se ha levantado un poco descompuesto-

Me sabe mal mentir a mi padre, pero también quiero momentos con mi novio, últimamente no tenemos intimidad casi.

Ayer por la noche del cansancio que teníamos los dos, no llegamos a hacer nada, nos quedamos dormidos.

-Ah bueno, no hay problema, hoy si que le puede cubrir alguien, dile de mi parte que se mejore-
-Vale papá, gracias por entenderlo- sonrío aunque no me vea
-Nada princesa, ya hablamos. Adeu-
-Adeu-

Y cuelgo.

-Tenemos todo el día para nosotros, Jesús-
-¿Qué has hecho?- cuestiona mirándome entre confuso y divertido
-A los ojos de mi padre estás malo-
-¿Y a los tuyos?-
-A los míos eres un Mihura-

Ambos sonreímos y se acerca a mi y me besa.

Me tumba delicadamente de nuevo en el colchón y reparte besos por todo lo rostro con suma suavidad.

Con cada beso me causa un delirio.

Y entonces puedo confirmar que le quiero.

Que estoy enamorada de él.

Dieciocho años no son nadaWhere stories live. Discover now