Capitulo 20. Aprendiendo de ti

88 7 0
                                    

Luego de tomada la resolución, voy directamente a mi objetivo derribando cuanto me cierra el paso.

Richelieu

La lluvia resonaba con fuerza en todas las ventanas de la casa mientras Herendira revisaba que el pollo al horno que preparaba no se fuera a resecar, se asomo a la sala para ver a Vanessa durmiendo en el sofá al tiempo que una sonrisa se formo en su rostro antes de llevarse las manos al corazón se sentía cálido y cómodo.

Aspiro el aroma de su ropa con alegría, toda la que llevaba puesta era de ella. Le quedaba algo grande ya que la joven era más alta pero aquello poco importaba, se sonrojo al recordar las risas de Vanessa al ver que arrastraba el buzo que le había prestado, llevaba tres días en aquel lugar por petición de su adoración quien argumento con toda lógica que para cuidarla adecuadamente debía permanecer con ella. Se encamino a la cocina de nuevo para mirar la lluvia caer implacablemente por la ventana pero lejos de desanimarla, le hacía sentir extrañamente reconfortada, gotitas que repiqueteaban por doquier y se deslizaban grácilmente por las hojas de los árboles, poso su mano en uno de los cristales dejándola impresa antes de sonreír cálidamente.

Stefani bajo las escaleras de su casa rítmicamente antes de lanzar su botella de agua al aire y atraparla con elegancia con la misma mano ante la mirada sorprendida de Teresa que notaba la alegría desbordante de su joven señorita, mientras esta se acomodaba al Cobalt en la oreja_ Si Rocky_ escucho la voz cibernética levantando una ceja.

_ ¿Dime donde será la tocada de Andy hoy?_ sintió el beso cálido en su mejilla que le sorprendió notablemente.

_La Señorita Almeira tiene función en el Bar Congregación_ ladeo la cabeza al ver la sonrisa pícara de Stefani asomarse.

_ ¿Qué averiguaste de Karina Domínguez?_ agrego la chica alejando de Teresa en dirección al comedor escuchando con atención los datos que Cobalt le estaba obsequiando tan puntualmente, observando el reloj al parecer tenía tiempo para una visita social.

Elena del Valle vio a su cuñada sentarse en un extremo del comedor con completa tranquilidad, reparo en como la joven simplemente abría el periódico con naturalidad deteniéndose como siempre en la sección de negocios, volteo a ver a su esposo que hacía exactamente lo mismo definitivamente no le vendría mal tener alguien más en esa mesa.

Los hermanos del Valle recordaba ella la habían sorprendido mucho cuando les vio en aquella reunión en Italia por primera vez parecían inseparables tan necesitados uno del otro, se había enamorado a primera vista de Arturo se casaron para horror de todos a una semana de conocerse, y pronto le fue claro a ella que había tomado la decisión adecuada, porque esos dos tenían unos corazones enormes que debían ser cuidados con esmero.

En ocasiones le sorprendía la infinita inocencia que revelaba su esposo esa misma que en ocasiones le hacía desesperar, a veces creía que eran tan frágiles que podían romperse debido a la sinceridad de sus sentimientos y sin embargo descubría en cada ocasión una fuerza interna abrumadora, cuando los miraba como aquella tarde a ambos con un periódico en frente en silencio, fingiendo que leían mientras planeaban su siguiente día pensaba que quizás todos los héroes de sus libros eran como ellos, inocentes, dulces, honestos y sencillos... las victimas perfectas pensarían muchos... hasta que intentas embaucarlos y descubres mil cosas más en ellos que te sorprenden.

Sonrió quedamente llevándose las manos al vientre ese par iba a enloquecer cuando supiera que estaba embarazada, se había guardado aquella noticia al ver el revuelo que su cuñadita tenía armado y estaba decidida a no abrir la boca hasta ver el lugar vacío a su lado ocupado... y quizás entonces tendría con quien hablar durante la hora del té...

No me olvides...Where stories live. Discover now