Capitulo 37.

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A Prueba

Capitulo 37

POV LAUREN

Un chico caminaba por la calle paralela en la que yo iba. Se veía decaído. Iba con una sudadera con capucha cubriéndole la cabeza y parte del rostro y sus manos en los bolsillos. Una pose típica de un adolescente que desesperadamente busca algún rumbo hacia el cual ir en su vida.

Era como si me siguiera, como si estuviéramos conectados en algo. Iba exactamente hacia donde yo iba. Doblaba en las mismas avenidas pero siempre en la calle paralela. No sabía en qué momento exactamente había atraído mi atención pero entonces el paro justo enfrente de unos edificios departamentales en la 42. Me pare incluso para ver lo que el muchacho haría, me sentía muy curiosa por el quien sabe exactamente porque. Toco uno de los timbres y ni 2 minutos después salió una señora por la puerta principal. Quedo mirando al chico y después de unos instantes comenzó a golpearlo no tan fuertemente en la cara, el chico no hacía nada, solo se mantenía ahí parado como si no sintiera nada y después de unos cuantos golpeas la mujer lo abrazo y se lanzó a llorar.

Era su madre. De eso no había duda. Quizás el chico huyo hace un par de días y hasta ahora regreso, quizá solo discutieron y salió de su casa a concentrar su ira en algo más que no fuera su madre. Muchas teorías podrían brotar de toda esta escena. Entonces el chico respondió el abrazo de su madre. Había mucho ruido gracias a las transitadas calles de NY pero pude perfectamente leer los labios del muchacho. “Te amo” fue lo que dijo, y yo caí en una profunda nostalgia. Se que seguramente lo he sentido alguna vez pero, no poder recordar ni siquiera la sensación que te daba abrazar a la persona tal vez mas importante de tu vida, su olor, su voz, si saber siquiera si aún exista. Había pasado mucho tiempo ya desde aquel día que desperté en blanco y este sentimiento me acompañaba todos los días.

—Nunca desperdicies a tu madre —Dije para mi misma esperando que algo iluminara la mente de aquel chico y le llegara mi mensaje. Nadie mejor que yo lo comprendía. Al menos seguramente nadie en esta calle.

Solté una triste sonrisa de lado de mi rostro. “Lo que daría por sentir que mi madre me regañara” pense y continúe mi camino. Iba rumbo al trabajo. Después de esto no podía solo llegar así. Necesitaba algo que me levantara un poco el ánimo.

—¿Por qué no un café Lauren? —Camine hasta mi cafetería favorita para pedir algo perfectamente dulce como para reanimar mi mente.

Entre como cualquier otro día. Mire a la misma simpática señora de siempre y pedí lo que usualmente pedía. Toda iba perfectamente normal hasta mi salida… hasta unos metros después cuando sentí que alguien me tomo por el brazo.

Volví mi mirada y… era ella. “Ella” porque no sabía su nombre. “Ella” porque no tenía ni la mas mínima idea de quien era. Pero “Ella” la que estaba segura que significaba algo, estaba segura de que era alguien de importancia. Pude sentirlo en el instante en el que me miro. Se que no tenía idea de quien era pero en definitiva la conocía. La había visto mas de una vez y al tenerla frente a mi supe que ella había de alguna manera cambiado mi vida. Y si yo nunca pudiera ser la de antes… estoy segura de que la cambiaria de nuevo ahora.

Ella al verme se colocó a llorar y yo no tuve la menor idea de que hacer. Solo pasaba una sola cosa por mi mente en ese momento.

Destino.

¿Qué hubiera pasado si todo hubiera ocurrido diferente?

¿Y si yo me hubiera levantado tarde hoy? ¿si hubiera tenido antojo de otra cosa? ¿si no me hubiera detenido a mirar al chico de la calle? ¿si no le hubiera mandado una oración a Dios para que nunca lo dejara desperdiciar el tiempo con su familia? ¿y si tan solo una cosa… una de tantas que hice esta mañana hubiera sido diferente?

Tal vez yo no estaría aquí parada frente a ella. Tal vez ella nunca me hubiera visto. Tal vez hubiéramos pasado de largo y nunca nos hubiéramos encontrado. Yo no sabría ni mi nombre aun.

Y es cuando aprendes a armar las piezas de tu dia. Te das cuenta de que nada pasa por casualidad. Algo o alguien me atravesó en el camino a un chico perdido solo para que alguien más me encontrara a mi, que por razones de la vida, de esas a las que estamos sentenciados a nunca comprender el porque suceden, casualmente también estaba perdida.

-

—Joel ¡¿NO ES INCREIBLE?! —Camila tenia unos instantes de haberse marchado —¡Esto es completamente surreal! ¿Quién iba a pensar que un día tan común, como cualquier otro podría…

—No confió en ella —Se colocó serio. Era extraño, creí que estaría brincando de felicidad conmigo.

—¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué dices?

—No lo se… es solo que después de tanto tiempo… Ugh Lauren, ¿y si fuera solo una tipa queriéndose aprovechar de esto?

—¿Aprovecharse? ¿Cómo podría ser alguien así Joel? ¿Acaso no la viste? Es la misma chica que dibuje, la misma que vengo viendo en mi cabeza desde hace años ¿no lo entiendes?

—Linda, lo entiendo… y créeme que me imagino lo increíble que debe ser para ti todo esto pero, no lo se, solo ándate con cuidado ¿esta bien?

—No va a matarme Joel.

—Eso no lo sabes.

—¿Qué te demonios te ocurre? Por mucho tiempo ambos imaginamos el día en que supiéramos algo nuevo de mi, que conociéramos a alguien que me haya conocido a mi. Que pudiera darnos hasta el más pequeño y mínimo dato.

—Yo lo se pero… creí que estábamos bien así.

—¿Perdón? Claro… “estábamos” ¿No lo comprendes o si? Me siento bien, me gusta estar contigo pero Joel… hoy… sonara patético viniendo de alguien de mi edad pero amor, hoy me entere de mi nombre, de mi verdadera edad, de un par de cosas de mi pasado. Ahora se que tengo una familia en Miami. Estamos bien Joel pero YO, yo nunca he estado del todo bien.

—¿Y si fuera algo malo?

—¿Qué rayos te pasa ahora? Es como si nunca hubiéramos hablado de esto. Es como si no fuera el mismo de hace 2 años atrás. No puede ser algo malo, ella no puede ser alguien malo. Joel… tiene un libro. Un libro con hechos de mi vida en el, una biografía sobre mi, una foto mía. Esto no puede ser mentira. No puede ser una coincidencia.

—Solo pido que te cuides y que manejes todo esto con calma.

—¿Qué te…? Ahh —Solté un largo suspiro rindiéndome a su falta de razón —¿Sabes que? Esta bien. Como tu quieras, tendré cuidado lo prometo. Pero… —Buscaba las palabras para decirle esto —No pienses siquiera en hacérmelo lento. Es mi vida. Siento que no he tenido una nunca y ahora el destino me puso enfrente una especie de atajo para todo esto. Es mi vida Joel… y yo iré por ella de la manera y a la velocidad que quiera. Me apoyes… o no.

—Lauren, espera… yo jamás dije que no te apoyara. Solo sugiero que…

—Te veo esta noche ¿esta bien?

Lo deje hablando solo y Sali del departamento. Joel siempre me había ayudado desde que lo conozco pero nunca me había sentido tan fuera de el como ahora lo hacía. Me prometió mas de una vez que haría todo lo que estuviera en sus manos para que yo volviera a ser la de antes y hoy siento que todas esas promesas las mando a la mierda.

Por dios, ni siquiera yo estoy tan asustada. Pero por mas que quisiera tomar en cuenta lo que me dijera como siempre lo había hecho, ahora no era igual. No era uno de esos momentos. De la nada parece que saco mi cabeza de su hombro y yo ahora tenía a alguien mas por quien preocuparme. Aquella chica de la cafetería que parecía saber mas acerca de mi que mi misma. Había algo muy extraño en su mirar que me daba mas confianza de la que a Joel le costó ganarse del todo. Necesitaba liberarme. Necesitaba dejar de mirarlo a el cada vez que me hacía una pregunta a mi. Por mas miedo que tuviera de mirar al pasado necesitaba hacerlo para saber que hace con mi futuro. Si no, simplemente acabaría teniendo nada.

Después de respirar un poco en la entrada mi mente volvió en si y literalmente corrí de vuelta a las calles de la ciudad. Aun tenía un trabajo y una excusa bastante buena por inventar para justificar el por qué no llegue temprano hoy. Aunque para mi, a esta altura eso era lo de menos.

POV CAMILA

Pase el resto de ese día en un completo estado de shock. Después de salir del departamento de Lauren regrese a Central Park, me senté debajo de un árbol gigante que había frente al lago y me quede ahí por horas con la mirada perdida. A veces sentía como la gente pasaba y me quedaba mirando como si fuera una especie de drogadicta. Tenía tantos sentimientos fluyendo por mi cuerpo que no tenía idea de como expresarlos. A eso de las 7pm camine de regreso hasta el hotel.

Al llegar pedí que me llevaran algo de cenar y subí hasta mi habitación.

Después de cenar camine hasta mi cama y me recosté viendo hacia el techo. Si mi mente ya era un desastre antes, esta vez no tenía forma de funcionar. Entonces el teléfono de la habitación sonó.

—¿Hola?

—Si, muchas gracias por llamar y platicarme como te fue hoy en Ellen. También gracias por apagar tu celular. —Ese sarcasmo era solo típico de alguien.

—Hola Sandra —Mire mi teléfono después de un día completo de no haberlo mirado —Lo siento, se agotó la batería.

—¿Sería mucho pedir que la señorita Cabello me platique su día? ¿Hmm?

—Sandra yo… —No sabia como empezar.

—Cam… ¿Mila estas bien? ¿paso algo?

En ese momento me solté a llorar. Era todo tan raro. Me solté a llorar y no tenía idea exactamente porque.

Estaba feliz, inmensamente feliz porque yo siempre lo supe, siempre sentí que ella seguía aquí, que estaba en algún lugar esperándome, que yo la volveria a ver. Inmensamente feliz porque ahora se que ya no tendré que recordar mas ese “funeral” con un profundo odio.

Lo mas feliz que he estado en mi vida porque ahora se que ella estaba viva.

Pero también estaba destrozada.

Me partió el corazón hacerla mirarme y en sus ojos notar que ella no me conocía, que no brillaban como antes cuando me miraba. Me mataba pensar que no recordaba absolutamente nada de su vida pasada. No me recordaba a mi. A mi que la he llorado por años.

Mas que nada me mataba el saber que ella había rehecho su vida. Y además, con un hombre. Que ella para haber pasado por una situación tan atroz, se le notaba feliz con su vida.

Estaba volviéndome loca la posibilidad de que ella nunca me recuerde y… de todas maneras haberla perdido. Pero se que ahora sería peor. Ahora sabría que ella no esta muerta, que ella sigue en este mundo pero que yo ya no soy mas lo que ella necesita.

—Camila… Camila por favor enana háblame. ¿Qué ocurrió?

—Sandra… la encontré.

A prueba.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora