Capitulo 53
POV CAMILA
Tal vez durante los últimos años de mi vida había llorado tanto que, ahora estaba seca. La desesperación se apoderaba de mi pero era incapaz de llorar. Mis manos temblaban sosteniendo el volante del auto y mis pies se confundían de pedal. Ella tenia todo el derecho de irse, de regresar a donde esta acostumbrada a vivir... pero no de irse sin avisar. Sin despedirse.
Después de todo. Esta vez yo no iría con ella. Para colmo de todo, parecía que todo el mundo había decidido justo hoy salir de la ciudad. La salida directo al aeropuerto estaba repleta y cada segundo que pasaba era como minutos enteros para mi. Estaba a punto de tomar la desviación cuando mi celular sonó, solo que no era la persona que me importaba en este momento. Era Cameron.
—Que buen momento eliges para hablar —Dije regresando el teléfono a mi bolso. No iba a responderle. Ese era el peor momento para ello así que solo la ignore.
Entonces fui atacada por mi conciencia. Era obvio ¿no? No era un buen momento para responderle a Cameron, pero ahora sabia que realmente, nunca habría un buen momento para hacerlo. No podía estar con ella, no la quería de esa manera, no estaba enamorada de ella, no podía simplemente dejarla en mi vida tratando de sacar a otra persona. La única capaz de hacerme salir corriendo a buscarla a un aeropuerto... dos veces.
Se lo diría. Le diría lo mucho que la amo, lo feliz que me sentí el día que la volví a ver, incluso algunas sobre el pasado. Nuestro pasado. ¿Qué podía perder ahora? La mitad de la Lauren que conocí ya no estaba dentro de ella. Tenía un 50 y 50 de oportunidad que no iba a desperdiciar. Lástima que tuvo que pasar esto para darme cuenta. Casi siempre es muy difícil toparte con la realidad así como así, por culpa de un solo empujón y no tener tiempo para pensar que hacer. Mi mente, corazón y alma finalmente estaban de acuerdo en algo después de años. Al menos por ahora y dentro de algún tiempo indefinido, no yo podría ser realmente feliz con alguien que no fuera ella. Y todo simplemente por el hecho de que, ni siquiera el haber estado convencida de su muerte me había hecho olvidarla. Marque su número mas de 20 veces. Todas me enviaron al buzón.
—Mierda Lauren contesta por favor.
Tarde un poco, pero finalmente llegue al aeropuerto. Estacione el auto en el primer lugar que encontré libre y Sali corriendo. Entre al lugar y mi mente se fue a blanco. No tenía idea de que hacer primero, de a donde voltear a ver para buscarla. Su nombre se repetía en mi cabeza una y otra vez. Vi la recepción principal y fui hasta allí.
—Disculpe, señorita. Buen día. Por favor dígame, ¿Cuál es el siguiente vuelo a Nueva York?
—Buen día ah... pues, hay 2 pero, lo siento señorita, están todos repletos.
—NO NO QUIERO VIAJAR SOLO QUIERO QUE ME DIGA A QUE HORA SALEN Y POR QUE TERMINAL.
—Señorita, voy a pedirle que se calma.
—SE LO JURO, NO PUEDO CALMARME. POR LO QUE MAS QUIERA DEME LA INFORMACION DE ESOS VUELOS. NECESITO ENCONTRAR A ALGUIEN. —Estaba perdiendo la cabeza.
—¿Quiere que anunciemos a alguien por el micrófono?
—Aunque la llame, no vendrá. Dígame por favor. —La mujer miro unos segundos a su computadora y me miro.
—Terminales 6 y 9. El 6 sale en 10 minutos... el 9 en 25.
—Se ira al cielo. —Sali corriendo hacia la terminal 6 no sin mirar hacia cada rincón y negocio en el caso de que la viera. A ella o a alguno de sus padres o sus hermanos.
Jamás en toda mi vida había corrido de esta manera, excepto tal vez el día en que la vi en aquella cafetería. Mi condición física debo decir que era pésima pero, ahora no sentía nada en absoluto. Parece ser que existen mayores motivaciones que un cuerpo bien formado y son cosas que de verdad anhelamos. Mientras corría marcaba aun como loca a su número, seguía sin contestarme
