Capitulo 46.

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A Prueba

Capitulo 46

POV LAUREN

Desde el momento en que puse un pie dentro de esa casa sentí la sensación mas extraña dentro de mi. Había algo en la decoración, el olor, cada pequeñísimo detalle e imperfección en las paredes. Definitivamente había estado aquí antes. Mi cabeza estaba por explotar de lo familiar que resultaba el lugar para mi.

—¿Esta todo bien, Laur? —Pregunto Camila a mis espaldas.

—Si… si si. Es solo que… en definitiva he estado aquí. —Sentí como se acercó a mi y de la nada me tomo la mano.

—¿Puedes recordar algo? —Cerré los ojos y respire lo mas profundo que pude, sentí cada sensación que me provocaba ese olor, enfoque mi mente lo mas que pude.

—No… me gustaría, pero no. —Vi como su expresión cambio. —Y me molesta porque siento que es importante y no se nada… ¿acaso yo…?

—Creo que es hora de que vayamos a dormir.

Tome mi maleta y seguí a Camila escaleras arriba. Mientras subía pude ver que tenía algunas fotos y reconocimientos enmarcados y colgados por el pasillo. No pude evitar notar que había varios clavos vacíos en la pared.

—¿Camila? —Ella volteo a mirarme desde arriba de la escalera. —¿Faltan… algunos cuadros aquí? —Últimamente a cada pregunta que le hacia ella solo cambiaba de expresión como pensando desesperadamente en que contestar. Esta no fue la excepción. Empezaba a ponerme nerviosa eso de ella pero era mas grande mi hambre de respuestas.

—No. Ahí van algunos adornos navideños. No quito los clavos para no hacer hoyos distintos cada año. Vamos.

POV CAMILA

Frustrada no alcanzaba a describir como me sentía ahora. Una parte de mi estaba vuelta loca por tener a Lauren de regreso y la otra completamente deprimida. Era increíble como ella familiarizaba todo, como se sentía conectada con las cosas pero era como si su mente tuviera una fuerte contraseña. Mi madre al parecer había hecho un excelente trabajo con lo que le había pedido. No había ni un rastro de lo que éramos realmente Lauren y yo. La idea de no tener mis fotografías en casa, aquellas que hacían que a mi mente volvieran mis más hermosos y emocionantes recuerdos me mataba, pero haría esto de la mejor manera posible. Ahora que la tengo aquí jamás volveré a dejar que se vaya.

La lleve hasta la habitación de visitas y deje sus cosas sobre la cama.

—Bien… el armario está prácticamente vacía. Solo hay un par de cosas con viejos documentos de mi trabajo. Si te estorban para algo, solo dime y los moveré. El baño es la puerta subiendo las escaleras a la izquierda y mi habitación esta justo en frente, en caso de que necesites algo. El teléfono esta disponible y el refrigerador es todo tuyo. Tu solo… solo siéntete en tu casa, Lauren. —Considerando que esta realmente era su casa, fueron de las palabras mas difíciles que tuve que decir hasta ahora.

—Te lo agradezco —Ella sonrió y me quedo mirando.

—¿Pasa algo?

—No… solo estaban pensando.

—¿En tu familia?

—Es desesperante el hecho de que me conozcas tanto. Incluso mejor que yo. —Yo solo reí un poco.

—Te lo dije… éramos unidas.

—¿Cómo harás esto Camila?

—¿Cómo hare que?

—¿Cómo les dirás? A mis padres… —Buena pregunta. De hecho, ni yo tenía idea aun.

—Bueno… para hacer algo así Lauren, no hay una manera adecuada. No todos los días se pierde a un hijo y mucho menos vuelve de la nada. Te mentiría si te dijera que tengo un plan porque no lo tengo. Tendré que improvisar y tratar de ser de lo mas sutil posible. No quiero que en lugar de alegrarse se pongan mal o mucho menos crean que les miento.

—¿Te parece si voy contigo?

—Oh, claro que vendrás conmigo. Solo que no saldrás al mismo tiempo que yo, eso los mataría. Creerían que se volvieron locos.

—Bien, entiendo.

—Hagamos esto…vamos pasado a mañana por la tarde, cuando todos estén reunidos. Entrare yo y les diré que es algo importante, tu me esperaras en el auto. Aun no se como pero… les diré lo que paso en Nueva York y… cuando te envié un mensaje diciendo que todo está listo y el ambiente esté preparado, vienes.

—Me… gusta la idea.

—Entonces así lo haremos. —Un impulso nació dentro de mi como muchos otros desde que la encontré, solo que todos habían sido suprimidos. Todos menos este. No dude, ni siquiera lo pensé. De un paso hacia ella y deje un beso en su frente. —Descansa. —Sus ojos se fueron a los míos y pude sentir esa clase de energía recorrer todo mi cuerpo. Las ganas de besarla estaban de a poco ganándole a la razón. Necesitaba salir de ahí o todo acabaría mal. —Buenas noches Lauren. —Tome mi abrigo y me dirigí a la salida.

—Buenas noches Camila. —Escuche su voz a mi espalda. No volví a mirarla. Solo sonreí y Sali de la habitación. Mis manos sudaban, el aire me faltaba y los dientes me titeaban no precisamente por el frio. Mas bien era la desesperación que sentía de toda esta situación. Necesitaba un buen descanso, uno que realmente valiera la pena. Al menos esta vez ya estaba en mi casa y tenía a la única persona capaz de moverme el mundo en la habitación de enfrente. Lo único mas que pudiera pedir seria que fuera broma eso de que ella se casaría y que estuviera aquí conmigo ahora.

Me coloque la pijama y me metí a la cama. Pretendí dormir pero mi mente no se apagaba. A eso de las 2 de la mañana no pude mas y fui hasta la cocina por un vaso de agua. —Que raro se siente esto sin Ifos —Pensé recordando a mi perro que ahora estaría con Marielle o con mamá. Uno, dos vasos y mi ansiedad no paraba. Estuve alrededor de 30 minutos en la cocina viendo un par de cosas en mi celular hasta que el sueño finalmente me golpeo y regrese a mi habitación.

Me metí nuevamente a la cama, me acomode y pude sentir que esta vez si me quedaría dormida fácilmente. Sentí como a cada segundo que pasaba el canción se hacía mas y mas presente haciéndome imposible incluso volver a abrir los ojos. por alguna razón a mi mente vino un día hace años con Lauren en la playa. Recordé como corríamos por toda la costa, como hacíamos castillos en la arena y jugábamos en el mar como un par de niñas pequeñas.

Escuche como me llamaba de nuevo.

—¡Camila! —Ella reía —Camila….

Pronto sentí a esa voz cada vez mas y mas fuerte y cerca de mi. Entonces sentí que tomaban ligeramente mi hombro pero… eso no era parte de mi mente. Eso no había pasado aquel día.

—¿Camila? —Desperté. Di un pequeño salto en la cama y me desconecte de mi sueño. Talle un poco mis ojos y cuando mi vista se aclaró me encontré con Lauren aun lado de mi. —¿Estas bien?

—¿Qué? Si si, estoy bien.

—Parecías agitada.

—No es nada. ¿Necesitas algo? —Hice el intento por divisar sus ojos verdes en la oscuridad.

—Si. Yo… bueno… ah no nada. Olvídalo. No dije nada. —Dio media vuelta hacia la puerta de salida pero la pare.

—Hey Lauren no espera. ¿Qué pasa? —Dije desde la cama.

—Nada, es tonto. Creerás que soy una idiota.

—Podría pensar muchas cosas de ti Lauren Jauregui… pero jamás que eres una idiota. —Ella solo volvió a mirarme —Dime… ¿Qué necesitas? —Miro sus manos y jugo con sus dedos como si fuera una pequeña nerviosa o regañada. Me pareció lo mas tierno del mundo, pero no contaba con lo que dijo a continuación.

—Solo… quisiera compañía. —Quede shockeada ante eso —¿Crees que haya algún problema si yo…?

—No no, para nada. —Dije casi rogándole. —Ven. —Sonrió como una pequeña y se metió a mi lado en la cama. No tenía idea de que hacer ahora. Siendo otra situación la hubiera abrazado, hubiera hecho que se sintiera bien pero ahora no podía. Lo único concreto de hacer ahora era tratar de no moverme durante la noche para no invadir su espacio. Cuando estuvo a mi lado comencé a dudar si esto hubiera sido una buena idea. Ansiaba tenerla cerca pero cuando la tenía me daba cuenta de que realmente estaba a años luz de ella. No podía tenerla como quería. Quedamos ambos con el cuerpo hacia el centro mirándonos. Así quedamos por varios minutos. Ninguna decía nada, ninguna hacia un solo movimiento. Era como si solo disfrutáramos de la compañía de la otra. Era hermoso y a la misma vez una tortura tenerla frente a mi. Me pronto me di cuenta de que el sueño había desaparecido. Una vez mas la mujer frente a mi me había robado el sueño.

—Creí que estabas cansada —Finalmente dijo algo rompiendo aquel silencio que no era del todo incómodo para mi.

—Yo también creía eso de ti.

—Algo me lo espanto.

—¿A si? ¿Qué fue?

—La verdad es que no lo se. Creí que… tal vez si venia contigo conseguiría dormir. Logras calmarme. Causas ese efecto en mi desde que te vi. —Agradezco a quien tenga que agradecer porque haya estado oscura la habitación. Juro que mi cara se había tornado mas roja que alguna vez en mi vida. —¿Tu por que no duermes?

—Muchas cosas en la cabeza justo ahora.

—¿Yo soy una de ellas?

Tal vez era el cansancio en mi que me hacia perder algo de razón y que los impulsos simplemente salieran.

—Te juro Lauren que —Tome una de sus manos y sin importarme nada entrelace nuestros dedos. Casi exploto con el acto. Se sentía tan bien después de tantos años —… siempre serás una de ellas.

A prueba.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon