💞PinkyPoo chocolate

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—Bien Minnie, ¿Cuáles son las reglas entonces? —Preguntó YoonGi tomando al pequeño JiMin del rostro obligándolo a que lo viera a los ojos antes de que los estantes llenos de golosinas y paquetes de colores llamaran más su atención.

—No me alejo de Hyung, no hablo con extraños, no me voy con extraños, no meto cosas que PinkyPoo Hyung no me permite al carrito, no como dulces sin pagar y si me pierdo voy con un PinkyPoo Guardia —Enumeró JiMin levantando un dedo por cada cosa que mencionaba ganándose una deslumbrante sonrisa y un beso en la frente cortesía del pelinegro.

YoonGi tal vez, sólo tal vez estaba exagerando un poco ¡pero luego de esa vez cuando JiMin se perdió en el supermercado por siete larguísimas horas hasta que lo encontró en la estación de policía, YoonGi había quedado seriamente traumado!, ¡No lo juzguen! ¡¿Qué haría él si JiMin realmente se perdiera y no lo encontrara?! ¡¿Y si alguien realmente malo se lo llevaba y hacía quizás que cosas con él?! ¡No quería encontrar después a su PinkyPoo niño enterrado en partes por toda Corea! ¡De sólo imaginarlo quería llorar!

—Muy bien— Asintió con alegría completamenteconforme con que JiMin supiera las "reglas" –que no eran más que supervivenciabásica para no terminar descuartizado bajo el río Han- al menos por ahora. Realmente,dentro de su corazón, él sabía que apenas supieran un pie dentro delsupermercado, probablemente perdería a JiMin de vista— Vamos, entremos —Indicó entrelazando sus dedos con los del más bajo para que ambos entraran al minimarket mientras JiMin empujaba un carrito con felicidad.

Apenas las puertas fueron abiertas YoonGi pudo sentirlo, era lo mismo cada vez que ponían un pie fuera de la casa. Normalmente no le importaba, dejaba que quien quisiera hablara de ellos con total libertad, pasaba completamente de los comentarios innecesarios y se concentraba en la hermosura de chico que tenía a su lado. Pero como siempre, había veces en las que no podía simplemente pasar de ello, le molestaban, era inútil negarlo, le enfadaba que todas las miradas se fueran hacia ellos, no soportaba el asco y la repugnancia con el que les miraban. Detestaba esos susurros, la manera despectiva en la que hablaban de su relación como si los conocieran, la manera en la que se dirigían a él como un enfermo sólo por estar con JiMin, pero lo que más le golpeaba, era cuando hablaban de su pequeño sol.

Los comentarios eran tan horribles a veces, que YoonGi no podía entender qué estaba mal con esas personas, porque él, cuando miraba a JiMin, lo único que veía era al chico más hermoso del planeta, al más tierno, al más amable, el chico más malditamente servicial y cariñoso de todos. Agradecía enormemente la inocencia del menor, la manera en la que no se percataba de los comentarios, como si simplemente las malas palabras no lo tocaran, porque YoonGi sí que no sabría qué hacer si su niño llegara a deprimirse por culpa de ellos. 

Había veces, en las que YoonGi estaba simplemente enojado, con tanto cabreo acumulado que las cosas no salían bien. Pero había otras ocasiones en las que la tristeza e inseguridad lo invadían, y se cuestionaba a sí mismo, si es que realmente era lo mejor que JiMin estuviera con alguien como él. Después de todo, su pequeño merecía las mejores cosas del mundo, y el pelinegro no podía evitar pensar en que quizás, si quería que JiMin tuviera eso, debería alejarse.

— ¡Oh por dios!, ¡PinkyPoo, PinkyPoo!

YoonGi salió de su ensoñación en ese momento, giró a todos lados buscando al bajito a su alrededor, y cuando no lo vio, su corazón se aceleró rápidamente. Sus palmas comenzaron a sudar y miles de teorías llegaron a su cabeza, ¡Podían estar secuestrando a JiMin y él seguía pensando en estupideces! Corrió como un desquiciado por los pasillos del supermercado ganándose miradas de confusión y molestia. Cuando pensó que perdería el control de sí mismo fue que lo vio, estaba solo, dándole la espalda, de pie frente a un aparador, parecía que estaba sano y entero, pero YoonGi no estaría tranquilo hasta comprobarlo él mismo. Como alma que lleva el diablo se acercó al peliplateado y lo volteó hacia él.

— ¡JiMin!, ¡¿Qué ocurre?!, ¡¿Estás bien?!, ¡¿Alguien te hizo alg-?!

—¡Mire Hyung, es chocolatito rosado! —Exclamó JiMin enseñándole una barra de chocolate mientras que una enorme sonrisa se extendía en sus abultados labios.

¿Cómo podría él tan sólo pensar en dejar a su JiMinniePoo?

¿Cómo podría él tan sólo pensar en dejar a su JiMinniePoo?

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¡Holi! Lamento la demora, enserio, pero es que no sabía cómo empezar el capítulo, y siempre terminaba escribiendo algo nada que ver😢 así que hoy me senté con café y me dispuse terminarlo porque tengo los dos que siguen listos.

¿Les gustaría un maratón?💕✨

Ah y otra cosa, ¿Sería muy loco innovar, dejar lo convencional y poner NamKoon y TaeJin? El TaeJin me seduce desde los MAMA.

Dejen sus opiniones igual, eso siempre sirve^^~

¡PinkyPoo!

-Nico

#CajitadeLeche.

PinkyPoo ❀ YM (Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora