PinkyPoo ❀ YM (Edición)

💞PinkyPoo chico inseguro

Trilogía la vida no siempre es color rosa II

YoonGi supo desde el momento en el que tocó la puerta de la casa que algo raro pasaba. Era imposible no sospechar de algún problema cuando en vez de escuchar los típicos saltitos que JiMin daba camino a la puerta, escuchó el sonido particular de un par de pies siendo arrastrados por el piso como si el dueño en realidad ni siquiera quisiera moverse, y estuviera haciéndolo nada más por obligación.

La puerta se abrió frente a sus narices y no fue de extrañar que sus suposiciones fueran ciertas, puesto que su chico, en vez de saltar a sus brazos o al menos recibirlo con una sonrisa como todos los días, ni siquiera abrió la puerta por completo, simplemente giró de la manilla y jaló un poco hacia adentro para que YoonGi terminara de abrir. 

El mayor entró al departamento con el ceño fruncido de sospecha y cerró tras su espalda. Esto no era para nada normal y todas las posibles causas del comportamiento de JiMin, eran malas. Buscó con su mirada al menor y cuando lo encontró sentado en el sofá acurrucado con una enorme manta marrón en vez de su mantita rosada, notó que las cosas en serio estaban mal.

— ¿Hola? —Murmuró confundido el pelinegro quitándose la chaqueta para dejarla en el perchero a un lado de la puerta y mirar a su dongsaeng con duda.

—Buenas tardes, YoonGi Hyung.

En ese momento YoonGi supo que las cosas estaban muchísimo más mal de lo que él imaginó.

Caminó con cautela hasta el más bajito de ambos y lo miró de pie a un costado del sofá, haciéndole mil preguntas con la mirada, aunque en realidad, no sirvieron de nada, puesto que JiMin seguía con su vista firmemente puesta en el piso, sus rubios cabellos deslizándose sobre su rostro, tapando su frente y casi por completo sus ojitos marrones. El menor se veía realmente muy decaído, casi avergonzado, y el estómago de YoonGi se apretó en un nudo por la incertidumbre.

—Minnie, ¿Qué pasa? —Preguntó con preocupación, comenzando a sentirse desesperado. JiMin no era del tipo de chico que se guardaba las cosas para él mismo, o al menos, no era así con YoonGi, ambos siempre estaban contándose todo, sin ningún secreto, sabían que podían confiar en el contrario y siempre serían escuchados sin prejuicios. Pero JiMin siguió sin alzar la mirada y no había nada más preocupante que eso— JiMin... —Insistió arrodillándose para tomar el mentón del menor y obligarlo a mirarle de una vez por todas.

Pero a pesar de que YoonGi supiera que las cosas estaban mal, nunca esperó que cuando su niño, su bebé, su JiMinniePoo alzara la mirada, estuviera así de deshecho, con los ojos rojos e hinchados por las lágrimas, los labios temblorosos y una mirada tan triste que la mandíbula de YoonGi se apretó con violencia y sus manos se hicieron puños llenos de impotencia. Alguien le había hecho daño a su Park JiMin, y eso, no iba a permitirlo.

— ¿Qué te hicieron, JiMin?, ¿Quién...?

—Hyung —Murmuró el pequeño sacando a YoonGi de sus oscuros pensamientos en donde salía en ese mismo instante por la puerta y traía a quien fuera que había dañado a su bebé de los huevos para desollarlo él mismo. Min rápidamente buscó con su mirada los ojos del menor, y cuando sus irises se conectaron, no pudo sentir nada más que unas ganas tan grandes de abrazar a JiMin, estrujarlo en sus brazos y protegerlo para siempre de todo y de todos que tuvo que morderse el labio con una fuerza casi salvaje para no hacerlo y dejar que el menor explicara todo lo que tuviera que explicar— ¿Enserio...? —Un sollozo roto cortó su pregunta— ¿Enserio yo soy tan desagradable?, ¿De verdad mi ropa es tan fea, mi actitud un chiste...? H-hyung —Volvió a llamarle de una manera tan rota y deplorable que el corazón del mayor se contrajo con fuerza en su pecho— ¿Enserio soy tan gordo, despreciable...? Y-yo... ¿Soy tan ridículo como ellos piensan y...?

JiMin no pudo terminar la oración en ese momento, y no iba a terminarla nunca. 

Los brazos de YoonGi se cernieron a su alrededor tan rápido como el mayor pudo reaccionar, y en menos de lo que JiMin pudo siquiera pensar en resistirse, ya estaba abrazado al torso de su mayor con fuerza, empuñando la camiseta negra de YoonGi entre sus dedos, como si el más alto fuera a abandonarle. Los fuertes sollozos llenaron el silencio de una manera cruel, como si fuera un acontecimiento fúnebre, dejando una estela de pesar en el ambiente, un fantasma de una pena que no iba a borrarse nunca por completo. La camiseta de YoonGi fue rápidamente humedecida por las lágrimas desbordantes de los ojos de JiMin y él simplemente no pudo evitarlo, ni siquiera lo pensó.

Lloró.

Lloró porque la persona que más amaba en el mundo acababa de ser herida frente a sus ojos, y ahora, con el daño hecho, temía no poder hacer nada por curar las heridas.

💗

Me siento algo decepcionada de cómo estoy desarrollando esta historia, en mi mente... En mi mente era algo mucho mejor😢 lamento estarles dando capítulos tan mediocres.

Iba a subir esto antes pero tardé en encontrar la foto y bueno, hubieron algunos imprevistos y la única parte terminó volviéndose una trilogía, lo siento.

¡PinkyPoo!

-Nico

#CajitadeLeche.