💞PinkyPoo historia nueva.

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Bilogía hay heridas que nunca se cierran II

"Está claro que Park JiMin, no nació en el mejor momento. Está claro que no fue un bebé planeado. Sin embargo, Park MinJoo, y JiEun, es su estado discapacitado, lo amaron con todo su corazón desde el segundo cero.

El nombre del bebé fue elegido por su abuela materna, la mujer dictaminó seriamente cuando se enteró de que su hija iba a concebir un hijo, o una hija, que el bebé tendría que llamarse JiMin, Ji, de JiEun, y Min, de MinJoo, Park JiMin. De más está decir que nadie se atrevió a siquiera pensar en rebatir la idea. Y aún sumido entre toda esa desgracia, cuando a Park MinJoo le dijeron que Park JiMin era un niño perfectamente sano, fue el hombre más feliz del planeta. Tenía un hijo, un bebé con el amor de su vida, y ese niño estaba completamente sano. Sentía que no podía pedir nada más a la vida, todo lo que quería era que su bebé fuera feliz.

JiMin nació en una pequeña comunidad en la periferia de Busan, en una pequeña casa de dos habitaciones con dos minúsculos pisos, lo cual a cualquier niño le hubiera avergonzado o causado incomodidad, pero JiMin siempre se jactó de que su casa era el mejor hogar en todo el mundo. Nunca fueron una familia adinerada, para nada, MinJoo era el único que podía trabajar para llevar sustento al hogar, y su trabajo no era el mejor, dado que su oportunidad de ir a la universidad y estudiar Genética como él planeaba, se fue aplazando hasta que fue imposible pensar en que algún día lograría ese sueño. Trabajaba de enfermero en un pequeño centro médico en plena ciudad. No ganaba poco, para nada, ganaba mejor que muchas otras personas, sin embargo, habían tantos gastos. La cuota de la casa, el médico de JiEun, el supermercado, la escuela de JiMin, pequeños detalles que siempre estaba feliz de llevarle a su hijo y a su pareja... Era simplemente demasiado, tanto, que MinJoo solía tomar los turnos más largos de la clínica para así cubrir todas las necesidades de su familia.

JiMin creció sabiendo que su padre lo amaba, pero que al mismo tiempo, el hombre tenía un trabajo que atender, y por esa razón, lo veía apenas en la mañana antes de irse a la escuela, y si tenía suerte y se aguantaba muy fuerte las ganas de ir a dormir, podría verlo tal vez una hora antes de que el día acabara, y por esa razón, Park JiMin se crió mayormente con su madre, JiEun, padeciente de Síndrome de Down, Depresión Post-Parto y traumatismo por asfixia en la cesárea que le fue practicada. JiMin creció entre peluches, risitas infantiles, juegos de niños pequeños, ropa color rosa, programas infantiles llenos de color, estímulos para casi recién nacidos y toda la ternura y vitalidad que un infante podía traer a la vida de cualquiera. JiMin amaba a su madre, la ama aún más que a nada en el mundo, y por eso, apenas fue capaz de comprender que era lo que sucedía con su mami, y por qué era que se veía tan distinta a las otras mamás que iban a buscar a sus hijos a la escuela, que se prometió que, como su madre no podía cuidarlo, él la cuidaría a ella. La cuidaría con su vida, tanto como pudiera. Vivió siempre con la inocencia de un infante rodándolo fuertemente a donde quiera que fuera, llenando su mundo de ternura y protección, era imposible que la personalidad de JiMin fuera de otra manera.

A la edad de 10 años, Park JiMin era un experto en todos los cuidados especiales que su madre pudiera requerir. Se aseguraba de que la mujer no comiera más dulces de lo sano, que no pusiera el rostro a menos de diez centímetros de la televisión, de que se comiera todo el almuerzo, de que no se desabrigara, de que no durmiera tarde y de que siempre estuviera en perfectas condiciones, con una casa perfectamente capacitada para ella, así, cada vez que su madre descubría alguna cosa que podía hacer, él responsablemente le comunicaba a su padre que había que tener cuidado con cual y tal cosa, como cuando a JiEun le dio por empezar a subir y bajar las escaleras, que tuvieron que instalar una pequeña reja con llave para que la mujer no se accidentara cuando JiMin estaba en la escuela y MinJoo en el trabajo. Cualquier niño podría pensar en esto como una carga, como algo insoportable, fastidioso o motivo de rebeldía y negación, sin embargo, para Park JiMin poder cuidar de la mujer que le dio la vida era la cosa más maravillosa que podía ocurrirle, y era su deber. Un deber que amaba, sin duda.

PinkyPoo ❀ YM (Edición)Where stories live. Discover now