Capítulo Ocho

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Capítulo OCHO

1 de Abril de 2011

—¡No quelo! —grita Dan mientras llora y sus hermosos ojos derraman lágrimas.

—Dan, voy a trabajar como siempre, no voy a la guerra, niño dramático —digo, intentando despegarlo de mi pierna.

—Kaethennis, no creo que esa sea la manera de calmar a un niño—. Me reprende mi padre, tomando a Dan en brazos mientras éste llora e intenta llegar a mí, bueno, al menos sé que mi hijo me ama—. Tu mami va a trabajar como todos los días, cuando regrese de seguro te trae algo delicioso. Además te quedarás con tus abuelos que tienen toda el día libre para ti.

Katherine baja ruidosamente las escaleras con el cabello despeinado y unos converse en la mano.

—Por favor déjame frente a la escuela. ¡Voy tarde! —exclama mi hermana tomando mi mano y sacándome rápidamente de casa de mis padres de donde se escuchan los gritos de Dan.

—¡Katherine! — la reprendo, soltándome de su agarre—. No me dejaste despedirme de Dan.

Por un momento creo que estoy a instantes de hacer un puchero como los que hace mi bebé.

—Por más que tardaras, Harry Daniel lloraría igual, él solo no puede soportar la idea de verte cada vez que te vas sin él. Tiene algo llamado mamitis —indica Katherine—. Ahora por favor sube al auto Kae, voy muy tarde a la escuela y según lo que veo tú también vas con mucho retraso, y escuché que hay un gran atasco en la avenida. Si llego tarde van a colgarme y mi promedio bajara una milésima y eso no puede ocurrir porque soy...

—La niña genio —la interrumpo.

—Tonta.

—¡Maldición! —digo, al ver mi reloj y percatarme de que realmente voy con retraso a mi trabajo.

***

Para variar, Katherine tenía razón, hay un atasco de mierda en la avenida que me tiene con una hora y media de retraso en el trabajo y con insistentes llamadas de Amelia. Toco la bocina una vez más, como si eso hiciera que el atasco cesara.

Amelia me matará.

El día de hoy es importante, ella me lo ha repetido una y otra vez, por fin cerrará el contrato que tanto ha anhelado y yo soy una pieza importante, al menos eso es lo que ella dijo. Es por ello que hoy me he tomado mi tiempo para arreglarme más de lo habitual.

Estoy vistiendo unos jeans negros entubados y muy ajustado que podría servir como una segunda piel, llevo una camisa ajustada blanca de Zara con un bléiser color beige sobre está. Mis pies están cubiertos por unas zapatillas de color beige de cinco centímetros que me hacen ver más alta de lo que ya soy. Inclusive en mi rostro también me he enfocado, he aplicado mascarilla de color negra a mis pestañas claras y he pintado mis carnosos labios de un rosa pálido, intentando que estos se vean menos carmesí de lo que de por sí son.

Paso una mano por mi cabello y gruño cuando mi celular suena una vez más. Amelia. Me dará alguna clase de ataque de lo nerviosa y molesta que estoy ante la idea de que voy bastante atrasada.

—Juro que estaré ahí en cinco —digo, escucho como ella suspira y dice algo al otro lado de la línea. Gracias al cielo que mi jefa me tiene gran aprecio y no está armándome todo un escandalo por esto.

—Vale, solo date prisa cariño.

Suspiro y agradezco que mi jefa no es un dolor de trasero. Esto es culpa de mis padres, a Dan suelen cuidarlo en una guardería desde que empecé a trabajar, exceptuando los miércoles que son los días libres de Katherine. Pero mis padres hoy han tenido el día libre hoy y a ambos se les ha antojado cuidar a Dan, accedí y entonces todo se retrasó.

H de Harry (BG.5 libro #1) Disponible en Librerías.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora