Capítulo Veintitrés

635K 69.3K 41.6K
                                    


CAPÍTULO VEINTITRÉS


Él realmente entra. Realmente lo hace.

Bueno, lo que está sucediendo es que mientras él devora mi boca con la suya cerramos la puerta detrás de nosotros. Sus labios comienzan a deslizarse por mi cuello dejando un rastro húmedo con ellos, haciendo que los vellos de mi cuerpo se ericen.

Jadeo cuando sus dientes muerden el tendón de mi cuello, mi vena carótida. Tomo con fuerza su cabello obligando a sus labios a volver a los míos, mientras una de sus manos se mantiene en el centro de mi espalda desnuda y la otra alrededor mi trasero poniéndome muy, demasiado, caliente.

Ningún pensamiento que no sea referente a Harry es capaz de pasar por mi cabeza, es como si Harry es todo lo que yo veo. Debería estar asustada de la sensación, pero no tengo tiempo ni lugar para el miedo.

Mis manos ahora bastante hábiles con anhelo y rapidez —para mi sorpresa— comienzan a deshacerse de los botones de esa camisa azul que lo hace lucir tan impresionante el día de hoy. La quiero fuera.

Esta vez soy yo la que deja sus labios mientras mis dientes lastran esa barbilla cubierta de un rastro de barba de días al tiempo que mis dedos dan con el último botón y retiran la camisa de su cuerpo.

Mis manos realmente no pierden tiempo, de manera segura comienzan a deslizarse desde su pecho hasta sus increíbles abdominales. Gimo tan solo con la sensación de su piel caliente y dura bajo mis manos.

Desearía poder dar un paso atrás y observar el espectáculo que es su cuerpo pero estoy tan ocupada mordisqueando su cuello que me niego a alejarme de él, menos aun cuando siento sus manos asentarse en mis hombros, deslizando muy lentamente las mangas de mi vestido.

¿Recuerdan ese momento en el que mencioné que debido al escote de la espalda en el vestido no usé sujetador? Pues bien, Harry acaba de descubrirlo.

Tomando mis hombros y con el vestido a la altura de mi cintura, él da un paso hacia atrás y me ve fijamente, lo hace antes de bajar su mirada por mi rostro y cuello hasta finalmente detener esos ardientes ojos en mis senos desnudos, quienes gustosos por la atención se alzan en sus cimas carmesí, del mismo carmesí que son mis labios.

Harry entreabre sus labios y exhala muy lentamente haciéndome estremecer mientras de manera vergonzosa mi pecho sube y baja con rapidez debido a mi respiración.

Aprovecho la oportunidad para de igual forma embotellarme de su pecho masculino y sus fabulosas tabletas, su cuerpo simplemente es algo magnifico de ver, inclusive ante el hecho de que los pantalones cuelgan de su cadera puedo percibir sus oblicuos muy bien marcados, lo que hace que todo en mi arda, pues pensaba que los hombres con oblicuos solo eran una leyenda urbana, pero realmente existen. Harry existe.

Él clava sus ojos en los míos al tiempo que da pasos hacia mí, recuperando la cercanía de nuestros cuerpos antes de que sus manos en un movimiento deliberado acariciaran mi clavícula, bajando muy lentamente hasta acariciar el contorno de mis senos. Ambos respiramos hondo para el momento en el que sus manos cubren mis senos desnudos, no lo puedo evitar, arqueo mi espalda hacia él.

Harry cubre su boca con la mía nuevamente mientras sus manos comienzan a masajear mis senos evitando deliberadamente mis muy sensibles pezones que claman su atención. Acabo de descubrir que mis senos son del tamaño de las manos de Harry y que puedo gemir dos veces en tan solo cinco segundos.

Finalmente tras morder el labio inferior de Harry, él decide que sus pulgares y dedos índices le den la atención deseada a mis pezones y yo simplemente creo que me volveré loca ante la corriente de placer que se desliza por las áreas correctas de mi cuerpo. Él gruñe por lo bajo cuando aprieto mis senos aún más a sus manos.

Su barba rasguña un poco mi mejilla cuando comienza a mordisquear mi barbilla pero se siente bastante bien.

Él abandona mis senos para aferrarse a mi espalda al tiempo que me besa con tal vehemencia que siento que consume todas mis energías con ese beso. Imito su acto y mis manos se aferran a su espalda, enterrando mis uñas en su carne, haciéndolo gruñir.

Puedo sentir mis senos apretándose contra su pecho. El beso que estamos compartiendo es demasiado intenso, la manera en la que su lengua acaricia la mía. Todo es muy intenso y alarmante.

Entonces sus labios cambian de velocidad y poco a poco va convirtiéndose en un beso increíblemente lento y delicado que llega a cada parte de mí y despierta sentimientos que realmente no creía tener, al menos no por Harry.

Él ha llegado muy lejos en cuanto a mis sentimientos. Tan lejos que no sé si tengo miedo de ello.

Sus labios lentamente liberan los míos y se presionan sobre mi mejilla, mientras intenta recuperar la respiración. Sus manos aún están aferradas a mi espalda mientras yo intento entender todo el huracán de sentimientos que está invadiéndome.

—Kaethennis —susurra muy lentamente haciéndome estremecer, incluso jadear—. No quiero detenerme, pero lo haré.

—¿Qué? —pregunto totalmente en contra de esa idea, quiero estar con él, realmente quiero hacerlo, todo va más allá del deseo.

—Esta fue nuestra primera cita —señala acariciando mi espalda con sus largos dedos—. No terminaremos de este modo en nuestra primera cita. Quiero que me conozcas. Además si lo hacemos entonces yo no estaré para quedarme para el día siguiente.

—¿Y-y eso importa?

—Por supuesto —dice con una risa ronca—. Quiero despertar a tu lado y entonces nuevamente entrar en ti y perdernos nuevamente. Ya sabes, quedar agotado a mitad de la noche y abrazarte mientras duermes, haciéndote saber que no solo te veo como un cuerpo, sino con alguien con la que disfruto estar.

»Quiero realmente que esto suceda, pero también quiero que sepas que no solo estoy buscando sexo de ti. Y como dije, puesto que no puedo quedarme a dormir porque mañana parto a Londres, entonces no sucederá hoy. Pero nos queda mucho tiempo para que suceda. ¿Bien?

Tardo largos minutos en responder, estoy preguntándome si Harry Jefferson es real. Este chico ha sido enviado a mi vida con la misión de traer a flote muchos sentimientos. Alejo un poco mi rostro y lo miro muy fijamente. Luego sonrío, encantada con él, con todo él.

—Entiendo —murmuro, luego suspiro—. Supongo que entonces deberíamos cubrir nuestros cuerpos, es demasiada tentación.

Él ríe y poco a poco me libera, yo tardo un poco más en liberar mis manos de su espalda. Me ve durante unos segundos, realmente ve durante largos segundos mis senos desnudos antes de sacudir su cabeza, recoger su camisa y comenzar a abotonársela.

Aunque ya ha visto y tocado mis senos, me doy la vuelta mientras coloco nuevamente las mangas de mi vestido y cubro el área que anteriormente estuvo expuesta.

Me doy la vuelta y él me regala una sonrisa pícara antes de abrazarme haciéndome reír. Sé muy bien lo que está sucediendo con mis sentimientos, no tengo idea de cómo detenerlo, ni siquiera sé si quiero detener lo que me sucede. Se siente tan bien.

Nos abrazamos durante largos segundos en los que se siente increíblemente bien. Luego él busca mis labios y me besa dulcemente, de una manera lenta y larga, saboreándome. Me libera de sus brazos y yo quiero protestar.

—Será mejor que me vaya —anuncia—. Nos veremos en una semana. Estaré contando los días.

Sonrío de una manera que apuesto me hace lucir como una idiota, pero no puedo evitarlo, tengo en mis manos a un chico que vale mucho más que el oro.

—Haré lo mismo entonces —sí, eso salió de mis labios.

Me besa suavemente una vez más antes de salir del apartamento, dejándome en un suave suspiro mientras determino que definitivamente me estoy enamorando de Harry Jefferson.

Mi celular suena minutos después, lo busco y sonrío al ver el mensaje de Harry.



«Estuve a pasos de ver el tatuaje de mi nombre en tu piel. Pronto.»


H de Harry (BG.5 libro #1) Disponible en Librerías.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora