Capitulo IV

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Félix no tardó en convencer a Adriana. Ella aceptó gustosa llevar la carta de él, ella sin embargo le dijo -Yo puedo entregarla, que ella la lea es diferente, ya que no le gusta recibir cosas cómo esas-.

Cuando Nicole llegó esa tarde a casa de Adriana, ella le entregó la carta y le informó de quien era. Ella se quedó mirando a su amiga, ya que ella sabía que detestaba recibir esa clase de detalles, pero accedió a leerla.

Cuando la leyó no pudo de dejar de reír. Qué se creía Félix  cuando dijo "querida", yo no soy querida de nadie espetó.... No quiero serlo tampoco. Tenía que aclararle que ella no le había dado motivos para decirle ese tipo de cosas, quería gritárselo en la cara... Pobre Félix que pensaba que Nicole estaba feliz de leerla... qué equivocado.

Esa tarde cuando Nicole iba a su casa de casualidad se encontró a Julio, quien siempre tenía la misión de convencerla de aceptar una cita con Félix. Ese día se creyó de suerte ya que Nicole aceptó en cuanto el le mencionó que él moría de ganar de hablar con ella y expresarle sus sentimiento. Nicole sabía para que quería hablar con él, para aclararle que ella no quería más volver a saber de él, no quería que le mandara cartas cursis, ni mensajes con cuantas personas a él se le ocurría.

Julio no pudo esperar, fue corriendo a contarle a Félix que Nicole había aceptado verlo, que lo que tanto quería se le había cumplido. La cita era en el pueblo, no había muchas cosas por allí, sólo que Nicole no tenía la aprobación de sus padres para hablar con chicos, necesitaba la ayuda de sus amigas. Adriana que era la más curiosa fue la que se apuntó para ayudar, no podía creer que su amiga, la más reservada de las tres, iba a tener una cita con el chico más mujeriego que conocía en el pueblo. Tenía que verlo.

Las noches de uno y de otro fueron completamente diferentes:

Félix por un lado planeando abrir su corazón a la única persona que le gustaba. Nicole con su indiferencia había ganado eso, ese algo que él nunca había encontrado en alguien.

Nicole por su parte planeando que reclamar a Félix...

No sabían que el universo conspira en cada uno de nosotros, para enamorarnos de quien no debemos, para hacernos sufrir, para sentir que realmente Dios colocó en nuestro cuerpo un corazón, que sin herir físicamente, puede doler tanto, puede sangrar, no físicamente si no un dolor inexplicable, un dolor que te hace sufrir tanto, no te permite dormir, no te deja comer. Sientes que morirás.

La vida misma nos enseña que de amor nadie muere realmente. Uno muere solo por decidir dejar que ese dolor lo consuma, ese dolor que uno quisiera que desapareciera y no lo hace.

Pensamos que nadie lo ha sufrido, pero la verdad todos tenemos guardado algo, algo que recordamos en una fecha, en una canción que recordemos, un lugar que visitemos, y aunque pasen los años ese dolor no se olvida.

Pues así pasó, ya habían acordado el lugar y la hora, él con ilusión, ella con enojo. La mañana trascurrió con ella repasando que era lo que quería decir de una manera que le doliera, porque ella sabía que él tenía todas las mujeres que deseara, sabía que él quería que ella fuera una más. Pero en su interior recordaba las características de él, sabía que era un mujeriego, sabía que tenía mala fama, pero era guapo, de tez clara, ojos hermosos. Creo que es hermoso... borró lo ultimo que había pensado... es un altanero.

Él sabía de su reputación, quería buscar las palabras que trataran de convencerla de que realmente ella le gustaba, realmente sentía algo especial solo con verla, quería conocerla, saber sus gustos y realmente decirle que desde el día que la vio lo cautivo... como le haría para decirle, para encontrar las palabras. 

Y llegó el momento... llegó Adriana a traer a Nicole, le dijo a su mamá que quería que Nicole la acompañara a comprar un vestido, Nicole estaba muy nerviosa, recordó que nunca había tenido una cita con alguien, a quien se había atrevido a hablarle los despachaba inmediatamente.

Llegaron al lugar y lo vio.... todo cambió desde ese momento.

Vidas difíciles Where stories live. Discover now