Capitulo XVII

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Félix se puso a pensar y en ese momento se puso a elevar una oración al Ser Supremo que en su mente sabía que existía, suplicó su intercesión en este asunto. 

Dios... si existes... ayúdame en este momento, no quiero seguir sufriendo. Quiero que intercedas por mí con Don Juan. Quiero llegar hasta allí y que él me perdone por haberme enamorado de su hija, pero que sepa que haré todo lo posible porque su hija sea completamente feliz.

Seré una mejor persona para ella, me he reformado, he tratado con toda el alma ser mejor para ella. Para merecer el amor de ella. Quiero Señor que escuches mi oración, no quiero perderle. Y lágrimas caían sobre sus mejillas y mojaban sus labios al caer.  

Y realmente cuando tu mente, tu corazón y tu humildad se unen, Dios te escucha, aunque Él siempre escucha, pero cuando las palabras salen desde el fondo de tu corazón, cuando hablas con la verdad, cuando manifiestas humildad Dios hace proezas tan grandes que tu corazón no lo podrá creer. Porque mientas Félix Oraba con el corazón en la mano, Dos Juan le manifestaba a Doña María su tristeza al haber golpeado a su hija. 

No quiero que esta situación siga así, le dijo a su esposa. Acuérdate lo que nosotros tuvimos que pasar para poder estar juntos. Tu padre me puso de condición que dejara de andar en borracheras, enfiestado, fue la condición que él me puso para poderme casar contigo, fue difícil al principio, pero al saber que estarías a mi lado apoyándome en cada paso que daba, fue fácil.

Si él la fue a buscar hasta allá sin ningún indicio de donde estaba, la encontró y estuvo allí, quiere decir que la quiere y la verdad no quiero interponerme y que ella luego no encuentre a una persona que la quiera como él la quiere y me reproche haberla alejado de su verdadero amor. No quiero cargar eso en mi consciencia. Y si tu padre no me hubiera dado la oportunidad de cambiar, jamás lo habría hecho. Y jamás podríamos haber estado juntos. Hubiera luchado contra viento y marea para poder estar contigo, pero tu padre fue inteligente y nos dio la oportunidad y por qué yo no habría de dársela a nuestra hija y a Félix. Yo confiaré en que él puede cambiar su forma de actuar. Y la verdad desde que está con ella no se ha escuchado nada de su fama tampoco. No he sabido de alguna jovencita quejándose por culpa de él.

Sé que vendrá mujer... y no volveré a golpear a mi hija, estoy arrepentido, no lo volveré a hacer y le daré una oportunidad a él para que me demuestre que quiere a Nicole. Sé que no tardará en venir. 

Era un día viernes cuando Félix iba a realizar la visita, se vistió como pudo porque por los golpes que aún dolían le costaba, se puso sus mejores ropas y su madre lo vio y le preguntó a donde iba. 

-"A buscarla mamá, no me quedaré aquí de brazos cruzados, esperando que el amor se me escape, esperando que don Juan me separe de ella, la amo mamá y eso no va a cambiar".

Su mamá se quedó preocupada pero no pudo convencerlo de que se quedara. No quería que volviera a sufrir pero no pudo hacerlo cambiar de parecer. Se fue.

Cuando llegó, tocó y cual fue su sorpresa al abrir que salió don Juan y se le quedó mirando y le dijo:

-"Te estaba esperando".

Félix sintió que las piernas le temblaban, nunca pensó esa reacción de Don Juan para con él. Cuando dijo esas tres palabras, sintió que el mundo terminaba para él en ese momento. Por qué lo estaba esperando. Por su cabeza pasaron tantas cosas, pensó que estaba apunto de morir.

Entró y lo pasaron a la sala.

Llama a Nicole, le ordenó a su esposa.

Cuando Nicole entró, que gran sorpresa, estaba Félix, ella entró y vio a Félix, vio a su papá y no entendía.

Don Juan se sentó, hizo que Nicole se sentara entonces empezó a hablar:

-"Cuando era joven, fui un bebedor, no escuchaba consejos de nadie y me dedicaba a andar mucho en fiestas, cuando la conocí a ella y señaló a Doña María, me enamoré como nadie se había enamorado y fui a hablar con su papá... cómo lo hacen los verdaderos hombres, pero cuando llegué, su padre no quería saber nada de mí, pero al igual que tú, seguí insistiendo hasta que aceptó hablar conmigo, las condiciones que me puso para ser novio de su hija fueron las siguientes: tenía que presentarme con mis padres al día siguiente, pasar un año abstemio de alcohol, respetando a su hija durante ese año y luego ya hablaríamos de boda".

Lo hice, al día siguiente me presenté con mis padres, pasé el año sin beber, fue difícil, porque lo fue porque ya estaba acostumbrado, pero lo cumplí, luego de eso, hablamos de boda, fui a pedir su mano y véanos ahora, somos completamente felices.

Eso quiero para mi hija, alguien que la quiera y la respete. Y lo mismo le solicitaré a usted. Quiero que me indique cuando pueden venir sus papás a hablar con nosotros para ponernos de acuerdo con ellos para arreglar esta situación, luego quiero que pase un año sin que yo sepa que anda con alguien más, si me llegó a enterar que ha lastimado a mi hija o que esté jugando conmigo, yo mismo me haré cargo de que pague Félix, porque mis hijas son lo más valioso que yo tengo en la vida, y por nada del mundo quiero que les pase algo. Y ya después de eso hablaremos de otro paso. 

Esas son mis condiciones. 

Félix y Nicole se miraron y se abrazaron. Lloraron nunca pensaron que llegaría ese día, cómo iban a pensar que todo esto estaba pasando. Nunca creyeron que don Juan cedería pero algo inexplicable había pasado y ellos no iban a matarse en preguntar cómo. Querían disfrutar el momento y entonces Félix añadió.

Gracias don Juan le juró que no se arrepentirá. Amo a su hija con toda el alma y no quiero estar con nadie más. El domingo le prometo que estaré aquí en la puerta a las seis de la tarde con mis papás para ultimar los detalles de nuestra relación. No se imagina lo feliz que me hace. Y realmente sabré respetar y querer a su hija. Mis intensiones son las mejores con ella. Créame que el milagro que nosotros acabamos de presenciar nunca lo olvidaremos.

Y Félix y Nicole empezaron a soñar con una vida más adelante, ahora era diferente, ya podían ver hacia un futuro, ya tenían una meta. Ya podían soñar despiertos.


Vidas difíciles Where stories live. Discover now