Capítulo 2

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¡Joder, Joder, Joder! ¡Llego tarde al puto examen! Acelero todo lo que puedo sin importarme saltarme algún que otro semáforo. Corro como loco por los pasillos, esquivando a la gente. Y sin darme cuenta una puerta se abre delante de mi «¡mierda mierda!» Una chica sale de ella, sin mirar a dónde va, justo cuando la voy a esquivar choco con la persona con la que iba hablando y revoto contra ella.

- ¡Lo siento!- me agacho a ayudarla a coger los libros que se habían caído y me doy cuenta de que lleva el brazo cubierto de una larga manga, cuando yo que iba casi en tirantes estaba a punto de asarme vivo.

Me fijo y lleva una larga falda. Alzo la mirada y llevaba el pelo tapado con un pañuelo. Voy a coger un libro con ella, pero ella quita su mano y alza la mirada, sin llegar a poner sus ojos en los míos. La misma ceja afilada y perfectamente depilada, las mismas pestañas largas, y los mismos carnosos labios color carmín «¡No puede ser!»

- D-da igual, ya lo cojo yo- dice agachando la mirada y volviendo a coger el libro con rapidez, sin llegar a tocar mis manos.

Se levanta y la miro desde el suelo. Lleva una falda desde la cintura hasta tocar el suelo, una blusa metida bajo la falda y el velo que caía sobre su pecho, voluminoso. Ella se da la vuelta y retoma su camino con... ¿Un profesor? «¡Mierda el exámen!»

Llego a la puerta de clase, toco la puerta rogando que no hayan comenzado aún con el examen. Nadie me responde, así que abro la puerta y asomo la cabeza ¡¿Qué?! No hay nadie, la sala está vacía. Ento y me fijo en la pizarra, donde había escrito que se habían ido a otro aula para hacer la prueba «Joder». Corro de nuevo a la sala que me indican en la pizarra, toco la puerta y sin esperar a que me den permiso entro.

- ...Salvará...- decía ¿La chica del Hijab?

Ella me mira sorprendida, y toda la clase, junto con el profesor, fijan su mirada en mi. Miro al profesor y entro mi cuerpo a dentro de la clase

- Perdone Señor, me había perdido por los pasillos viniendo aquí.

- Parece mentira que dentro de nada se vayan a graduar- dice mi profesor algo cansado, me hace una seña para que entre y yo obedezco. Me toca al fondo, es lo que tiene llegar tarde.

- Bueno-sigue la chica en el centro de la clase- como decía ésta prueba os salvará de hacer el teórico- Hablaba bastante alto, confiada pero sin llegar a detenerse a mirar a nadie. O miraba a la pizarra o miraba sus papeles, y cuando nos miraba, pasaba la mirada sin detenerse en nadie- Bien, ahora toca la segunda pregunta ¿Quién soy y qué hago yo haciéndoos esta prueba? Bien, me llamo Melek, y soy estudiante de psicología y como vosotros me graduaré pronto. Y al mismo tiempo soy representante de la asociación benéfica "Salva a mi hijo"- Pasa una diapositiva con el logo de la asociación- Tendréis todos el mismo caso, y las cinco personas que mejor se desenvuelvan, con la información que tenemos aquí, pasarán la prueba e irán a juicio a resolver, o mejor dicho a ganar, el caso que se le asigne- Ahora camina subiendo las escaleras hacia donde estaba yo, con un tocho de carpetas en las manos. Me quedé hipnotizado con el vaivén de sus caderas, aunque no se veía mucho, esa falda exageraba mucho cada movimiento que hacía- Aquí tienen toda la información que necesitan- fue dejando una carpeta para cada persona.

Quería decir algo, hacer que me mire. Así que alcé la mano y esperé a que se girara para verme.

- ¿Sí, señor Salinas?- me preguntó el profesor desde el fondo. Ella se giró y me miró. Pero aún no clava sus ojos en los míos

- Em... Quería saber si...- «bravo Ángel, alzas la mano sin saber qué preguntar»- quería saber qué pasará con los demás que no pasarán la prueba

- Harán el examen teórico- respondió ella con simpleza

- Y... ¿Sólo es en nuestra clase?

- No, mi profesor de psicología también me propuso hacerlo con mis compañeros de clase, así iríamos a los juicios con los abogados y ayudaremos con el tema psicológico de nuestro cliente- "iríamos", significa que ella también va. Haría lo imposible por ganarme esa prueba- Bien, entonces nos vemos las cinco personas que pasen- dicho esto recoge sus cosas y sale de clase

El profesor nos explicó cómo iba a puntuar y las cosas que debíamos incluir en el trabajo. Teníamos tres días para prepararlo y el plazo de entrega era ese mismo día, si nos retrasábamos un cuarto de hora estamos fuera.

Al salir la busqué como loco por los pasillos. Pero por desgracia encontré a Miriam, que estaba enfadada por dejarla tirada ayer por la noche. Le pedí perdón, y ella me abrazó en señal de reconcilia. Me pegó a la pared y comenzó a besarme salvaje. En cualquier otro momento de mi pasado, lo habría disfrutado, pero en ese momento solo me venían a la cabeza los carnosos labios de... ¿Melek? Era así creo... Me pregunto cómo serán sus besos. Y eso me lleva a otra pregunta ¿Dejará que los «Si ni siquiera ha podido tocar tu mano, ¿como va ha besarte? Fantasma» Mentalmente me respondí.

Rompo el beso, que ahora no me sabia a nada, más que a fresa amarga del pintalabios que se echaba Miriam con sabor. Ella me mira confundida, y entonces veo por encima de su hombro la falda de la chica del velo ondear doblando la esquina. Me deshago de Miriam y corro tras ella. Grito detrás suya, pero ella no se para. Al alcanzarla la cogí del brazo. Ella se giró y tiró de su brazo con brusquedad deshaciéndose de mi agarre

- No me vuelvas a tocar- me advierte. Sigue sin mirarme a los ojos

- L-lo siento- «¿Y ahora tartamudeo? Nervios iros un rato a la mierda»- solo quería disculparme de lo de esta mañana- me llevé la mano a la nuca rezando que no se diera la vuelta y se fuera. Su gestualidad se relajó y me mostró una sonrisa, dejando notar sus hoyuelos. Dios esque me tiraba encima suya y me la comía a besos

- No hay nada de qué preocuparse. Era yo la que no veía por donde iba- su voz me suena a melodía. Con la otra mano coge su antebrazo pegando los libros a su pecho- viendo cómo corrías esta mañana diría que se te pasó lo de anoche

- Sí, muchas gracias, me ayudaste mucho anoche- la sangre se paró en mis mejillas.- Por cierto, soy Ángel- dije tendiéndole la mano

Ella la miró y frunció el ceño

- Encantada de conocerte- se giró y se fue dejándome con la mano colgada
Una mano se posaba en mi hombro y otra pasaba por mi cintura.

- Mm... vaya una morita por la universidad- dijo la voz de Miriam en mi oído.
Yo bajé la mano y la miré de reojo- No debiste tenderle la mano, evitan cualquier contacto con hombres, ya sea visual o físico.

Me deshice de sus manos y caminé al aparcamiento. Subí a mi coche y fui a casa, donde me encerraría los siguientes tres días

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Segundo capitulo ya esta

Y la de la multimedia es Melek

La Chica del Hijab ©Where stories live. Discover now